Con el propósito de interpelar la historia del edificio del
Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA) y su colección, el escultor chileno Pablo
Concha presenta Bucrania, fosilizar la huella, intervención que se inaugura el
martes 23 de enero y se presentará hasta el 18 de marzo.
El artista, representado por la galería One Moment Art, fue
invitado a montar una serie de diez cráneos de animales fosilizados con metal
en el hall del MNBA, para ponerlos en diálogo con las esculturas de fines del
siglo XIX y principios del XX que son parte de la muestra Tránsitos. Colección
de esculturas MNBA, curada por Gloria Cortés.
Concha, rescata e imita el proceso de petrificación natural
propio de las materias orgánicas, llevando a cabo una técnica de fosilización
con aluminio o bronce líquido. El metal se vierte en las cavidades de los
cráneos, los que se calcinan, dejando ver los huesos faciales más duros y un
volumen de metal con la forma del cerebro y sus senos frontales.
"La fosilización es un proceso natural ocurrido bajo
ciertas características de presión y temperatura en donde material sedimentario
penetra en tejidos orgánicos como los huesos, vaciándose como si fueran moldes
y transmutando la forma de éstos a material pétreo", explica el artista.
La relación del trabajo del artista con los ornamentos
llamados bucráneos utilizados en el Palacio de Bellas Artes motivó a Gloria
Cortés a invitarlo a participar en un ciclo de intervenciones que se llevarán a
cabo durante 2018 en la exhibición Tránsitos.
“La obra de Concha interpela a la historia del edificio y de
su colección, introduciendo una crítica a la fosilización del canon
convencional. El artista apela a la historia cultural del siglo XIX y a la
añoranza a un cierto pasado grecolatino como construcción genealógica
europeizante, para cuestionar la tradición desde los restos fragmentados de la
muerte, gesto crítico e irónico que permite resituar los imaginarios
establecidos por la hegemonía de los espacios modernos que introducen el
concepto de ‘nación’”, cuenta la curadora.
El bucráneo (o bucrania) es un relieve ornamental en forma
de cráneo de buey, de cuyos cuernos penden guirnaldas. Deviene de las
ceremonias de sacrificio griegas y romanas y se incluyó en los templos del
mundo clásico.
Los arquitectos renacentistas lo transformaron en un
ornamento de gran influencia, despojándolo de su sentido original e incorporándolo
en sus tratados. En el siglo XIX se utilizó en los nuevos edificios
republicanos para evocar la romanidad.
Esta añoranza al mundo clásico se vio reflejada en el
encargo del gobierno chileno para adquirir reproducciones de las esculturas más
importantes de la antigüedad (el Museo de Copias) que tomó forma final en 1911.
Un año antes, el arquitecto Emilio Jéquier introdujo los
bucráneos en los frontones laterales del edificio del Museo Nacional de Bellas
Artes.
Pablo Concha (1984), cursó dos años la carrera de
veterinaria y luego ingresó a la
Escuela de Artes Plásticas de la Universidad de Chile.
En 2010 obtuvo el título de escultor y tres años después
realizó una maestría en artes visuales en la Universidad Nacional
Autónoma de México (UNAM), egresando como Maestro en Artes Visuales con mención
en Arte y Entorno.
En 2015 recibió la
Beca de Excelencia para Estancias de Creación Artística del
gobierno de México, para el desarrollo del proyecto escultórico Nuevos
Monumentos, a partir del cual instaló esculturas en parques de la CDMX.
Actualmente trabaja en México y Chile, desarrollando
trabajos de gran formato emplazados en la vía pública y esculturas de mediano
formato para exhibirlos en centros culturales.
Ha participado en exhibiciones y festivales tanto en
Santiago (Museo de Arte Contemporáneo, Centro Cultural Gabriela Mistral, Centro
Cultural Matucana 100 y Centro de Arte Contemporáneo de Cerrillos), como en
Buenos Aires, Ciudad de México (Museo ex Teresa de México) y Nueva York (Bienal
de Arte Latinoamericano de Bronx).
En febrero inaugurará una exposición en el Museo de Arte
Contemporáneo de Lima, Perú, consistente en una intervención escultórica con
madera amazónica simulando pepitas de oro de distintos tamaños, como un llamado
de atención por la deforestación y daño a la selva amazónica producto de la
extracción de oro.
One Moment Art (OMA) es una galería fundada en 2014, cuya
misión es instalar a estos autores en espacios patrimoniales, museos, centros
culturales y lugares de acción cultural. Actualmente representa a siete
destacados artistas nacionales y ha materializado 11 exposiciones en los
espacios más importantes de Chile.