Sin comprender la situación,
ni tener explicación razonable de por qué toda esa multitud se había esfumado…
o, mejor dicho, dónde él se encontraba … Atónito y acongojado, comienza a
observar el entorno que se abría a su mirada de manera deslumbrante.
La arquitectura, la luz, la
temperatura, la casi inaudible música que va descubriendo en su sigiloso
deambular, además de los sorprendentes e interminables estantes llenos de
libros, otorgaban al lugar una atmósfera de tranquila alegría.
Habiendo sido un asiduo
visitante de librerías, bibliotecas, ferias del libro, nuestro protagonista
nunca había visto tantos libros juntos, ¡millones de libros!, y jamás había
estado en una biblioteca como esa. Sin embargo, la inquietud, el estupor y la curiosidad
no lo abandonan, más aún al constatar el reducido número de usuarios, la
ausencia de aparatos tecnológicos, la inexistencia de señaléticas y, lo más
sorprendente, evidenciar que todos los libros que veía estaban escritos por
autores cuyos apellidos comenzaban con la letra B…
Completamente desorientado, el hombre va
recorriendo las obras, pasa de una sala a otra donde se encuentra con otras
letras y otros autores, al tiempo que su mirada se vierte sobre las personas
que trabajan en las mesas dispuestas, donde cree reconocer a Borges, más allá a
Zweig, Saint Exupery y a otros.
Sergio Zamora Torres,
es escritor chileno radicado en Francia desde junio del
año 1975, luego de haberse fugado de sus captores de la DINA.
Su caso tuvo una importante repercusión en la defensa de los DD.HH., ya que su caso constituía la primera prueba irrefutable de las inhumanas prácticas de tortura implementada por la dictadura civil-militar. Bajo este sello editorial, fue publicado el libro que da cuenta del caso titulado “Siete horas en manos de la DINA”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario