En aquel país: Aventuras de un tipógrafo yanqui en Chile (1811 – 1814) de Samuel Burr Johnston, fue traducido originalmente al español por el abogado, investigador e historiador chileno José Toribio Medina.
Esta crónica epistolar describe la idiosincrasia
durante los primeros años del proceso independentista y aporta
información sobre los movimientos revolucionarios de la época y la vida
intelectual de aquellos años.
Tras
la Guerra de Independencia, el lector descubrirá la mirada del
estadounidense que estuvo a cargo de la primera imprenta de Chile, donde
nacieron la Aurora de Chile y El Monitor Araucano, documentos fundacionales de
la prensa nacional.
“Todavía
era posible oler el hedor de los cañones ardientes y oír el choque de espadas y
el ruido de los fusiles. Era un proyecto de sociedad que buscaba equilibrarse,
pero trastabillaba más de lo conveniente. El país había nacido y sus
padres y madres intentaban mantenerlo con vida usando lo mejor posible las
discretas herramientas que poseían”, señala el guionista Simón Soto en el
prólogo de esta nueva edición del texto publicado originalmente en 1917.
En aquel país se ha convertido en un documento histórico para Chile. Gracias al registro de Johnston, quien, inmerso en sus propias aventuras durante sus años en Sudamérica, fue testigo involuntario de procesos políticos y sociales que nos formaron como nación.
Estas
páginas abordan desde la discusión sobre una nueva constitución para Chile, la
Junta Nacional de Gobierno y las disputas con los países vecinos, hasta las
costumbres y el clima de la época. El autor entrega nuevos puntos de vista
respecto a hechos que forjaron nuestro país y que, a través de su
profesión como tipógrafo, pudo conocer directamente y describir en sus cartas
que hoy conforman este libro.
Samuel Burr Johnston (Estados Unidos)
fue el primer imprentero de Chile, además de teniente de fragata y navío de la
Armada de Chile.
José Toribio Medina Zavala (Santiago,
1852-1930). A los trece años ingresó al curso de Humanidades del Instituto
Nacional, donde egresó en 1869 con distinciones en latín y literatura. En ese
establecimiento fue alumno de destacados intelectuales de la época como Rodulfo
Philippi y Diego Barros Arana, quienes tuvieron una gran influencia en él.
Luego, siguió la carrera de derecho en la Universidad de Chile, donde se tituló
como abogado en 1873.
Durante su vida, José Toribio Medina desarrolló un proyecto intelectual en diferentes áreas, destacando como bibliófilo, bibliógrafo, recopilador e historiador. Sus aportes se tradujeron en una abundante recopilación de obras, fuentes y documentos sobre la historia y la literatura colonial hispanoamericana y chilena, específicamente. Gracias a esa labor fue reconocido como un destacado americanista, hispanista y colonialista.
La obra aportada por José Toribio Medina posibilitó los significativos avances registrados por la historiografía chilena a fines del siglo xix y comienzos del xx, puesto que la publicación en su propia imprenta de la Colección de Historiadores de Chile y la Colección de Documentos inéditos para la Historia de Chile sirvió de base documental para la obra de destacados historiadores como Diego Barros Arana y Miguel Luis Amunátegui.
Pero su aporte historiográfico no solo se limitó a la recopilación
de fuentes, también lo hizo a través de sus propios escritos, sobre todo con su
voluminosa Historia del Tribunal del Santo Oficio.
A esto hay que sumar su aporte como recopilador de diarios de viajeros que visitaron Chile y el resto de América y el estudio titulado Biblioteca chilena de traductores: 1820-1924 (1924), junto con las traducciones que el propio Medina realizó de varios textos literarios e históricos. El legado de José Toribio Medina al patrimonio cultural chileno se encuentra disponible para quien quiera consultarlo en una sala de la Biblioteca Nacional, denominada Sala Medina. (Memoria Chilena).
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