Adrién Gouet, “Sin Título 2024. |
Adrián Gouet, Danilo Espinoza,
Elisa Assler, Maida Prado, Rolando Cisternas y Verónica González son los
integrantes de la muestra colectiva “Como si la manera
de comenzar un viaje implicara siempre la manera de regresar”, en donde explorar
la dialéctica del paisaje desde las propuestas visuales de seis destacados
artistas contemporáneos.
La exposición es en la sala principal
desde 4 de septiembre al 9 de octubre de 2024 y su
inauguración será el miércoles 4 de septiembre a las 19:00 hrs.
La frase “Como si la
manera de comenzar un viaje implicara siempre la manera de regresar” sugiere
una reflexión sobre la forma en que nuestras percepciones iniciales moldean
nuestro entendimiento y eventual retorno a una idea o experiencia.
La concepción del paisaje como un estado reflexivo de la horizontalidad es una
característica prominente en las culturas occidentales, donde se valora la
extensión de la tierra y se aprecia la amplitud y apertura de los espacios.
Este enfoque refleja una
conexión con la naturaleza y un sentido de libertad y expansión. En contraste,
en Asia, la percepción del paisaje tiende a ser vertical, influida por la
geografía y arquitectura de la región, donde montañas y rascacielos dominan la
vista.
Este enfoque está más
orientado hacia lo sobrenatural, lo divino o lo celestial, y a menudo se asocia
con conceptos de jerarquía, ascensión espiritual y trascendencia.
Estas dos concepciones del mundo evidencian diferentes formas de percibir y
relacionarse con el entorno, demostrando cómo la cultura y la geografía
influyen en nuestra comprensión, traducción y experiencia del paisaje.
Hoy somos testigos de un cambio cultural significativo y de una “invasión” en la forma de comprender la realidad. El choque entre las concepciones visuales de Oriente y Occidente respecto al paisaje pone de manifiesto las diferencias en la manera en que cada cultura percibe y representa la naturaleza circundante.
En la tradición occidental, el paisaje tiende a representarse de manera realista y tridimensional, con énfasis en la perspectiva y la precisión anatómica.
En contraste, en Oriente, particularmente en las tradiciones artísticas japonesa y china, se valora la simplicidad, la sugerencia y la armonía con la naturaleza en las representaciones paisajísticas.
Esta divergencia refleja
distintas filosofías culturales y formas de relación con el entorno natural,
así como la comprensión y estructura visual del mundo.
La muestra grupal, compuesta por seis artistas, invita a reflexionar sobre este
contraste cultural en la concepción del paisaje, influenciado por fenómenos
contemporáneos como las redes sociales y la nueva configuración de la realidad
visual.
A través de sus obras, estos
artistas exploran las tensiones y diálogos entre las diferentes formas de
entender y representar el paisaje en un mundo globalizado y digitalmente
conectado.
Adrián Gouet, artista chileno nacido en 1982, explora en su obra la complejidad de imaginar un mundo postcapitalista, utilizando estrategias visuales que combinan pintura y collage.
Su obra
entrelaza referencias al “Atlas Mnemosyne” de Warburg, el apocalíptico “Jardín
de las Delicias” de El Bosco, y elementos de la cultura material y la historia
del arte. “Turkey tail”. Acrílico, lápiz gel y lápiz a color
sobre tela, 70 x50 cm, 2024
A través de la superposición de imágenes
en un montaje rizomático, Gouet invita al espectador a un ejercicio de
“atención imaginativa”, donde las conexiones entre las partes, aparentemente
dispares, revelan la naturaleza paradójica y caótica de nuestra existencia
contemporánea, generando nuevas narrativas en cada observación.
Danilo Espinoza, destacado artista visual y académico en la Escuela de Arte UC
Chile, presenta a través de su obra una profunda reflexión sobre la fragilidad
de la naturaleza y su relación con la vida y la muerte, utilizando como medio
principal el humo sobre papel.
Espinoza explora la vida oculta y efímera
de insectos y plantas, organismos que, aunque frecuentemente ignorados, son
fundamentales para el equilibrio ecológico.
El humo, controlado, pero también sujeto
al azar, se convierte en una metáfora de la transitoriedad y la delicadeza de
la existencia, recordándonos la impermanencia de todo lo natural y la necesidad
de observar con atención aquello que usualmente pasa desapercibido en nuestro
entorno.
Elisa Assler explora en su obra un diálogo íntimo y táctil con la tela,
transformando sus imperfecciones en protagonistas visuales. Sus pinturas no se
limitan a la aplicación de color sobre una superficie lisa; en cambio, Assler
acoge las cicatrices, pliegues e irregularidades inherentes al material como un
componente esencial de su proceso creativo.
Estos elementos accidentales se convierten
en un puente hacia lo inesperado, donde la interacción entre la artista y la
tela permite que surjan figuras y relieves imprevisibles.
Assler no busca la perfección, sino una
danza con la pintura que resalte la honestidad del proceso, desafiando la
limpieza y el control, para revelar una experiencia visual profundamente
conectada con la textura y la corporeidad del color.
Magdalena Prado se
distingue por su exploración profunda y meticulosa del papel como soporte y
materia prima en su obra. A lo largo de más de nueve años, ha desarrollado una
práctica artística que desafía los límites tradicionales del material,
transformando el papel en un elemento vivo que revela su propia textura y luz a
través de procesos como el desbastado y la superposición.
Prado utiliza gestos precisos,
como la remoción y degradación del papel, para crear instalaciones que invitan
a una meditación sobre la materialidad y el acto de creación. Su trabajo se
caracteriza por una interacción íntima entre cuerpo y materia, donde la artista
se enfrenta a sí misma y a su medio en un proceso continuo de
autodescubrimiento y experimentación.
Rolando Cisternas, artista visual y dibujante de Talca, ha desarrollado una
obra que explora la relación entre el tiempo, la naturaleza y la materia a
través de su dominio del dibujo y la experimentación con múltiples soportes.
Su trabajo evoca paisajes desolados y atmósferas atemporales, como si la naturaleza hubiera recuperado territorios abandonados por la humanidad, dejándolos al capricho del caos temporal.
A través de trazos vigorosos y técnicas diversas, Cisternas crea imágenes
que parecen ser huellas arqueológicas de un mundo en transformación, explorando
la inestabilidad de los materiales y la fugacidad del tiempo.
“Versicolor turquesa”. Acrílico, lápiz gel y l lápiz a color sobre tela, 70 x50 cm, 2024. |
Verónica González, artista chilena con formación en Bellas Artes y Estética, ha desarrollado una obra profundamente influenciada por la naturaleza, integrando elementos botánicos y orgánicos en su trabajo.
A lo largo de su carrera, ha
buscado constantemente renovar su lenguaje visual, evitando la repetición y
desafiando la comodidad de lo familiar. Inspirada por los paisajes de Chile y
Colombia, su obra celebra los patrones recurrentes de la naturaleza, como
espirales y secuencias repetitivas, utilizando materiales como seda y papel
para crear formas etéreas y aparentemente ingrávidas.
Cada pieza es única, reflejando la singularidad de la naturaleza misma, y busca conectar emocionalmente con el espectador a través de paisajes botánicos y serenos.
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