Y es que el montaje del colectivo Cuerpo Sur aborda la importancia de sentir, más que ver, en un mundo lleno de imágenes.
Las intérpretes de esta
experiencia teatral distinta, son Hilda Snippe, mujer holandesa de 60 años con
un 1% de visión, y Ébana Garín, actriz chilena vidente de 33 años, quienes en
escena dan luces de un vínculo que vibra en el terreno corporal y en el habitar
de la palabra.
Ambas proyectan memorias,
mapas afectivos y trayectorias mundanas de quienes no pueden ver y son parte de
un encuentro donde la percepción humana puede ampliar los márgenes del mundo
visible.
La obra investiga las grietas
entre lo que vemos y no vemos, invitando a cuestionar el "ocular centrismo",
o primacía que se le confiere a la visión por sobre otros sentidos. Esa
problemática se da hoy en diálogo directo con la experiencia de vida de la
intérprete prácticamente ciega.
“Es importante que se
comprenda que este proyecto no es acerca de personas en condición de
discapacidad, sino que se trata de trabajar con las personas en condición de
discapacidad, donde mi voz y la del otro tienen el mismo nivel”, adelanta Hilda
Snippe, performer y activista.
En el montaje, las dimensiones
sensoriales como el sonido, el olor o la intuición, ganan espacio en una
propuesta que desafía hasta al mismo teatro, cuestionando el concepto “lugar
para ver” que descansa en la etimología de la palabra.
Para la compañía, en una
sociedad ocular centrista, las relaciones se reemplazan por conexiones y los
seres humanos no son soberanos de sí mismos, sino que el resultado de una
operación que controla su subjetividad sin que se perciba enlazando a los
sujetos diferentes.
A través de la investigación escénica se
pretende crear una fuga a este predominio de lo visual impuesto por el
capitalismo.
Para Luis Guenel, su
director, el mayor desafío “ha sido poder crear un proceso inclusivo, donde esa
forma de aprender el mundo pueda tener lugar en el escenario. Fue necesario
desaprender y soltar ciertas ideas preconcebidas del teatro en torno a la
manera de decir un texto o la ubicación de los focos.
Nos interesa que aparezca esa
otra forma de habitar el mundo, más que el teatro como lo conocemos”.
“Última Esperanza” cuestiona
cómo estamos percibiendo el mundo trayendo al escenario otra voz y otra forma
de relacionarse con el mundo, inspirados en la forma en que Hilda percibe su
entorno y se desenvuelve socialmente. Así, investiga la experiencia de un
cuerpo que ha sido históricamente desplazado por su diferencia para
contrastarlo con la hiper conectividad de una era que no huele y que no opone
ninguna resistencia.
“Con este proyecto estamos
buscando ir en contra de la corriente de los mecanismos de percepción habitual,
apuntando precisamente a una forma de contemplación diferente y dando la
posibilidad de acceder a otra temporalidad, a tomar contacto con una sensibilidad
diferente, a aproximarse a otras formas de percibir”, explica Ébana Garín,
actriz del montaje.
“Ésta es nuestra última
esperanza de poder ingresar a la forma que Hilda tiene de percibir el mundo y a
través de ese viaje poder abrir nuestros sentidos más allá del cotidiano, más
allá de lo que aprendimos social y culturalmente”, concluye Guenel.
“Última esperanza” es una coproducción internacional GAM.
En mayo pasado, presentó una apertura de
proceso en Holanda y luego de su estreno continuará con presentaciones en
algunas ciudades europeas como Polonia y Portugal.
La versión en Chile contará
con subtítulos en español, y las funciones del viernes 23 y 30 de agosto, con
equipos de audiodescripción simultánea.
Las funciones serán del 17 agosto al 1° de septiembre de jueves a sábado a las 20 horas y los domingos a las 19.30 horas. Entradas en gam.cl
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