En la publicación, el autor –que lleva más de dos décadas investigando cómo asegurar la seguridad emocional de la primera infancia– propone implementar una metodología de cuidado basada en cuatro capacidades: atención, mentalización, automentalización y regulación (A.M.A.R.).
“La seguridad emocional del niño/a es una tarea de los adultos que son parte de su vida cotidiana”, afirma el doctor en Psicología y Educación. “Esa seguridad emocional se logra cuando estos adultos son respetuosos del mundo de la infancia, en el sentido de que no tienden a criticar, retar, castigar, descalificar o estigmatizar sus reacciones emocionales de malestar o estrés”, explica.
De acuerdo con el autor, “40 años de estudios han
demostrado que cuando un/a niño/a se siente confiado, seguro y protegido
por, a lo menos, un adulto que es parte de sus vidas, entonces esa
seguridad se convierte en una especie de escudo de protección que él/ella se
lleva y le ayuda para toda la vida, especialmente para saber manejar
experiencias de estrés”.
El modelo A.M.A.R. no pretende ser una receta o un paso a paso, asegura el especialista, sino una guía contundente para padres, educadores y cuidadores de niños y niñas entre 0 y 6 años, que estén en busca de conocimientos y recomendaciones que les ayuden a cuidar de manera respetuosa.
“Una de las consecuencias de nuestra forma de criar basada en los límites, la prohibición y el control viene de una idea de que los/as niños/as durante sus primeros años son inmaduros, egocéntricos, irracionales y desregulados, y por eso, necesitan ser disciplinados y educados”, comenta Lecannelier. Sin embargo, aclara el psicólogo, las últimas investigaciones sobre desarrollo infantil “han ido mostrando todo lo contrario: los infantes son seres esencialmente cooperadores, empáticos y colectivistas, y es el tipo de crianza y educación centrada en el individualismo, el exitismo y la obsesión por las metas –notas, metas del desarrollo, comportamiento adecuado–, los que van mermando su ser cooperador y empático”.
En esta reedición actualizada y extendida de A.M.A.R –publicado por primera vez en 2016–, el autor no solo revisita su explicación del modelo, y describe qué son las cuatro capacidades, sino que suma una inédita segunda parte, en la que comparte la aplicación del A.M.A.R. en tres diferentes situaciones: dentro del entorno familiar, con niñas/os de 0 a 3 años; en contextos de educación inicial; y en espacios marcados por el trauma.
“(Esta nueva versión) está escrita en un formato
didáctico y práctico, siendo de utilidad para cualquier adulto que le interese
buscar nuevas formas de cambiar el mundo en el que vivimos, partiendo por
sus propias infancias y la de los/as niños/as”, asegura el autor.
Felipe Lecannelier. Doctor en Psicología y Educación de la U. Autónoma de Madrid, magíster en Filosofía y Epistemología de la U. de Chile, especializado en apego e infancia en la University College London, U. de Minnesota, Harvard y el Hospital de San Francisco/Berkeley (EEUU).
En sus más de veinte años de trabajo en pro de la infancia, especialmente aquella en sufrimiento, ha publicado alrededor de cien documentos científicos, capítulos y manuales de intervención. Ha sido asesor de políticas públicas en diversas organizaciones gubernamentales en Chile y Perú.
En su afán por el fomento de una revolución respetuosa, ha dirigido siete Diplomados y un Magíster y ha dictado cerca de cuatrocientas charlas, seminarios y conferencias.
Es psicoterapeuta y supervisor clínico
acreditado de bebés, niños/as y adultos. Creador de la metodología A.M.A.R.,
implementada en Chile y otros países, y del Modelo de Apego y Complejidad (MAC)
para personas de alta complejidad.
Este es su octavo libro. Los primeros tres son
considerados hoy lectura obligada en cursos de pregrado y posgrado. Los
restantes están pensados para público general, y se han convertido en top de
ventas en los últimos años.
Reconocido a nivel nacional e internacional como uno de los expertos más legitimados en su quehacer, actualmente es investigador y docente de la Facultad de Ciencias Médicas de la U. de Santiago de Chile. Es padre de dos hijos (Pascale e Iñaki) y de tres perros (Lya, Prince y Damien).
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