Con una estética particular, Wong Kar-wai (1958), ha
sabido deslumbrar e impresionar a audiencias. Con una cinematografía que cuida
cada detalle, compuesta por colores y emociones intensas que fluyen
armónicamente con placenteras bandas sonoras.
La influencia de este innovador cineasta ha sido
profunda; ha atraído a generaciones enteras y fue la chispa que encendió el
fuego de la escena del cine independiente en Hong Kong. En 1988 Kar-wai estrenó
su ópera prima "As Tears Go By", la que lo llevó a la Semana de la
Crítica de Cannes. De ahí en adelante, sería un invitado habitual en éste y
otros grandes festivales de cine.
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