Con esta inscripción se reconoce a nivel
mundial a todas las generaciones de mujeres que han transmitido su saber y que
han permitido que esta valiosa alfarería haya permanecido presente en la
historia de Chile por más de 200 años. Junto con ello, se expresa el compromiso
irrestricto del Estado por implementar las acciones necesarias para respaldar
la labor de las comunidades en busca de la salvaguardia de la Alfarería de
Quinchamalí y Santa Cruz de Cuca.
“La UNESCO valora el trabajo conjunto que
ha desarrollado el Estado chileno junto con las organizaciones cultoras para
preservar la centenaria alfarería de Quinchamalí y Santa Cruz de Cuca”, dijo
Claudia Uribe, representante del organismo internacional en Chile, quien agregó
que “este patrimonio de la zona del Ñuble, que se transmite de generación en
generación, es conservado por las comunidades en constante interacción con la
naturaleza y su historia.
La inclusión en esta lista permitirá
ejecutar un plan de acciones para apoyar su salvaguardia, considerando su
importante contribución a la identidad local y a la diversidad cultural del
país”.
“Como Gobierno de Chile estamos muy orgullosas y orgullosos de este tremendo logro y de este reconocimiento a las alfareras de Quinchamalí y Santa Cruz de Cuca.
Este es un paso enorme para el
reconocimiento de esta tremenda labor, que se traspasa de generación en
generación, que tiene además como protagonistas a las mujeres y que lleva
desarrollándose más de 200 años.
Mónica Venegas fue una de las 36 alfareras
que llegó hasta el Palacio Pereira, para seguir la transmisión desde Marruecos
y festejar con emoción el anuncio.
“Estamos muy orgullosas de ser nosotras las
que vamos a comenzar este trabajo, en nombre de todas las alfareras que se han
ido, que han sido invisibles y que a través de sus manos han contado la
historia de todas las mujeres presentes y de las que van a formar nuevas
generaciones en este oficio”, declaró emocionada la alfarera.
La subsecretaria del Patrimonio Cultural,
Carolina Pérez, acompañó a las alfareras en el momento del anuncio. “En la
política pública de patrimonio cultural inmaterial, el Estado cumple un rol
colaborador y garante de los derechos culturales, siendo los cultores y
cultoras las protagonistas en la mantención de sus saberes.
Es por esto que sentimos la
responsabilidad de atender la solicitud de inscripción a la Lista de
Salvaguardia Urgente, la que permite impulsar un proceso que ayuda a articular
a diversas entidades en un plan de trabajo conjunto, para fortalecer y mantener
en el tiempo este patrimonio inmaterial que enriquece culturalmente a nuestro
país”, expresó la subsecretaria.
Luego del anuncio, las alfareras se
trasladaron al Palacio de La Moneda, donde realizaron una visita guiada junto a
las autoridades del Ministerio de las Culturas y de la UNESCO, donde fueron
recibidas por la coordinadora sociocultural de la Presidencia, Irina Karamanos.
Acompañó este recorrido el director nacional de Patrimonio Cultural, Roberto
Concha.
Este anuncio también fue seguido en la séptima región, donde las alfareras se reunieron con autoridades locales para recibir la noticia del ingreso a la Lista de Salvaguardia Urgente de Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO.
En 2021 se creó la mesa para la
salvaguarda de los saberes y prácticas de la Alfarería de Quinchamalí y Santa
Cruz de Cuca, integrada por 18 servicios públicos y 7 representantes de las
alfareras, que desarrollan conjuntamente un plan de trabajo estructurado para
abordar las problemáticas que afectan la continuidad de la Alfarería de
Quinchamalí y Santa Cruz de Cuca.
Este patrimonio cultural se enfrenta a riesgos y amenazas socio ambientales que inciden en la escasez de materias primas, contaminación y problemas de salud, baja rentabilidad económica, así como la migración del campo a la ciudad y la falta de interés en las nuevas generaciones para dedicarse a la alfarería dada la falta de valoración social de su quehacer.
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