Estimado lector: ¿sabía usted que es posible analizar las
posibilidades de vida en Marte sin tener que estar en ese planeta sino sólo
investigando el Desierto de Atacama?
Ese es uno de los principales postulados del astro biólogo
chileno Armando Azúa Bustos, quien ha centrado sus trabajos en la capacidad de
algunos microorganismos de resistir condiciones de extrema sequía.
En ese contexto, ha descrito y estudiado ecosistemas
microbianos descubiertos en diferentes zonas del Desierto de Atacama, norte de
Chile, lo cual permite cuestionarse aspectos fundamentales en torno a las
condiciones básicas para la subsistencia, incluyendo en eso la idea de que la
disponibilidad de agua no fuera una limitante, para la vida en Marte.
Armando Azúa Bustos, señaló en una conferencia organizada
por Imagen de Chile, que “haber nacido y crecido en el Desierto, me permitió
acercarme desde temprano a la biodiversidad inigualable de esa zona, que no
sólo le otorga un potencial científico, sino también cultural y patrimonial”.
Los estudios están dirigidos a investigar microorganismos,
hongos y células que se encuentra bajo tierra en el desierto nacional y que cumplen
con las condiciones óptimas para existir en el planeta rojo ya que pueden
sobrevivir bajo alta radiación ultravioleta, con escasa presencia de agua y luz
y se alimentan de compuestos químicos.
Estas condiciones, junto a la escasa humedad y la salinidad
del suelo, son similares a las existentes en Marte, lo que resulta en
una ayuda para la búsqueda de vida en el planeta.
“Si encontramos especies como estas en el desierto de
Atacama, podríamos encontrarlas en Marte, ya que existen las mismas
características”, señaló el astrobiólogo Armando Arzúa, líder del proyecto.
Chile, gracias a la diversidad de su territorio, constituye
un lugar idóneo para la investigación científica y el desarrollo tecnológico y
prueba de ello, es el gran número de iniciativas que se están llevando a cabo
en torno a la astronomía, las energías renovables no convencionales, la
vulcanología, el cambio climático o la ingeniería antisísmica, por mencionar
algunas áreas.
“Esta zona tiene un potencial único, porque el Desierto de
Atacama es el más seco y el más antiguo del mundo, lo cual lo ha transformado
en un lugar para realizar acciones concretas de cara al futuro. Gran parte de
la implementación, de la detección de distintas investigaciones como robots,
instrumentos, todo lo que después se envían a Marte se prueban en el Desierto,
porque es lo más parecido al planeta rojo. Es la mejor plataforma de testeo que
puede haber”, indicó Azúa Bustos.
Respecto a las expectativas futuras, aseguró que actualmente
se encuentra desarrollando aplicaciones biotecnológicas y biomédicas derivadas
de las formas de vida en el Desierto, aplicando además esos conocimientos a la
divulgación de las ciencias y como ejemplo de emprendimiento e innovación. Además, hay una arista relativa al mundo
agrícola que será clave para enfrentar un escenario de cambio climático, ya que
se podrían “generar cultivos capaces de tolerar mejor el clima árido”,
explicó.
Entre otros proyectos adicionales, Azúa Bustos es co
investigador de un proyecto de la
NASA, que apunta a enviar un invernadero a la Luna y a Marte, está
realizando el primer experimento de ingeniería genética en la Estación Espacial
Internacional y participa en uno de los equipos que compiten en el Lunar Google
X Prize, que tiene como fin despachar un robot a la Luna.
Una de las investigaciones que dio a conocer en la conferencia
de prensa, fue el avance en el estudio de las adaptaciones de la vida
microbiana a la extremadamente baja disponibilidad de agua, utilizando las
formas de vida del desierto de Atacama como modelo y cuyos resultados podrían
ayudar a la agricultura chilena, a enfrentar la sequía que actualmente sufren
varias partes del país
"Ya hemos demostrado varias de las estrategias que
estas formas de vida utilizan para mantenerse con casi nada de agua por mucho
tiempo sin que esto, les signifique la muerte.
Cuando le sacas agua a las células, el gran problema es que
todo en el interior se empieza a agregar sin especificidad y esa agregación, es
irreversible y no porque se le agregue algo nuevo, volverá a su forma original.
Por ejemplo, si las plantas se dejan sin regar y se espera un día para regarla
de nuevo quizá la planta vuelva a retomar su crecimiento. Sin embargo, a los
cuatro días, aunque le agregues agua, la planta ya va a estar muerta,
precisamente por el fenómeno de agregación".
En este caso, nosotros demostramos que la bacteria que se estaba
investigando tiene la gracia de poder hacer fotosíntesis; usando la luz como
forma de obtener energía, empieza a producir masivas cantidades de azúcares,
como la sucrosa, que es la azúcar común de mesa. Ese tipo de azúcar, crea
verdaderas pantallas entre las distintas moléculas para evitar que se agreguen,
evitando que ocurra el fenómeno de agregación inespecífica, y eso permite que,
cuando llega el agua posteriormente, la célula siga funcionando”.
Las características que tienen estos organismos muy
tolerantes a la falta de agua, tiene que ver con sus genes, pues estos tienen
proteínas que tienen una función que explica eso. Las azúcares que producen no
salen de la nada, sino que de una ruta bioquímica: hay una serie de enzimas (proteínas)
que las producen.
Las posibles aplicaciones a futuro son enormes.
Para comenzar, se podría manejar genéticamente las plantas para
que necesiten menos agua de riego. Lo anterior, porque hay que tomar en cuenta que
el gran núcleo agrícola de Chile está en la zona central donde el agua, va a
ser un gran problema y estas investigaciones ayudarían a crear cultivos capaces
de tolerar mejor el clima árido.
Otra investigación dice relación con el componente genético
para bloquear la radiación ultravioleta, lo que podría crear nuevos
bloqueadores de sol para la piel.
“También, cuando se envía tejido en el caso de un trasplante
se requiere cierta temperatura o cierto nivel de hidratación para que ese
órgano no deje de estar apto para el trasplante. En estos casos, sabiendo qué
tipo de azúcares son los que protegen mejor las células, se podría mandar un
corazón bien recubierto en sucrosa y va a tener más tiempo de llegar a
destino", agrega Uzúa.
¿Qué caracteriza al desierto de Atacama? Es el más seco
del mundo y lo que se le parece son los Valles Secos de la Antártica, una zona bien
peculiar con valles enteros sin nieve donde se miden unos 10 mm de lluvia al año. En el desierto, hay 0,2 mm de lluvia del
Desierto de Atacama siendo claramente el nivel más bajo.
"También, desde el punto de vista evolutivo -que es un
área que estoy investigando yo- es un desierto es muy antiguo, y la evolución
siempre presentó el mismo problema desde el punto de vista de la escasez de
agua", dice. "Estos dos factores explican por qué el desierto de
Atacama es tan distinto a otros desiertos", finalizó el académico.
La
Agencia Espacial Estadounidense (NASA) fijó sus ojos en el
trabajo del chileno, quienes, en marzo próximo, enviarán a un grupo de especialistas
que revisaran los descubrimientos y los sitios de hallazgo.
Armando Uzúa Bustos, fue elegido en 2017 como uno de los 15
"extraordinarios pensadores e innovadores" del programa TED Fellows
entre miles de postulantes de todo el mundo.