Monitorear la abundancia y
distribución de kril en las zonas de alimentación de pingüinos es parte de los
objetivos de la expedición integrada por los investigadores Francisco Santa
Cruz Carrasco (Instituto Antártico Chileno) y Mauricio Mardones (Instituto
Milenio BASE, Universidad de Magallanes y Centro IDEAL) realizada durante
febrero en la Antártica.
Los expertos en conservación y manejo de recursos pesqueros estudian mediante tecnología hidroacústica (señal de sonido submarino) la relación de la distribución de los cardúmenes de kril, con la presencia de pingüinos en zonas cercanas a pingüineras en Punta Armonía e isla Ardley.
La grilla de prospección acústica cubrió puntos claves como bahía Fildes e isla Nelson, e incluyó el despliegue de roseta oceanográfica para registrar variables ambientales de temperatura, salinidad y oxígeno disuelto hasta 500 metros de profundidad, además de lances de red zooplanctónica IKMT para recolección de individuos de kril antártico.
“Extender y continuar en el tiempo este crucero de prospección acústica es crucial para entender la dinámica espacio temporal del kril, y cómo las fluctuaciones de sus variables poblacionales (abundancia) tienen impacto en el ecosistema, en este caso, en otras especies que predan a este organismo”, señala Mauricio Mardones, investigador doctoral de la Universidad de Magallanes, Centro IDEAL e Instituto Milenio BASE, quien participó como experto colaborador.
Con los datos obtenidos, los científicos buscan aportar nuevos antecedentes para la toma de decisiones en instancias internacionales como la red de Zonas Antárticas Especialmente Protegidas (ZAEP) del Sistema del Tratado Antártico o a la nueva estrategia de manejo de la pesquería de kril, gestionada por la Comisión para la Conservación de Recursos Vivos Marinos Antárticos (CCAMLR).
En este sentido, se busca contribuir al diseño e implementación de medidas de conservación para el uso racional de los recursos marinos antárticos.
Desde Punta Arenas, Francisco Santa Cruz y Mauricio Mardones se embarcaron entre el 4 al 10 de febrero a bordo del buque oceanográfico polar BAP Carrasco (BOP-171) de Perú. Fue una expedición que navegó por el estrecho de Bransfield, ubicado entre las islas Shetland del Sur y la península Antártica.
La exploración que estudia abundancia de kril en la península Antártica es parte de un trabajo científico colaborativo incipiente entre Chile y Perú, gestado durante la última Reunión de Administradores de Programas Antárticos Latinoamericanos (RAPAL).
El buque oceanográfico BAP Carrasco, de la Marina de Guerra del Perú, es una embarcación equipada para efectuar labores científicas de frontera, y cuenta con tecnología de punta y con las capacidades humanas y técnicas para operar en Antártica.
“Es para Chile, INACH, y el programa AMP una oportunidad única de colaboración científica y diplomática. Agradecemos a las cancillerías de ambos países por la coordinación y voluntad de generar este tipo de instancias, al Programa Nacional Antártico del Perú, y por supuesto a la tripulación del BAP Carrasco que nos apoyó permanentemente durante todo el trabajo a bordo del buque”, señala Santa Cruz.
Mauricio Mardones, es investigador doctoral del Instituto Milenio BASE, UMAG y Centro IDEAL. La línea del investigador, beneficiario de la beca de la Comisión para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos (CCRVMA), es la evaluación y manejo de la pesquería del kril. Trabajo académico que es supervisado por el Dr. César Cárdenas, investigador del INACH e Instituto Milenio BASE, elegido en 2023 como presidente del Comité Científico de la CCRVMA.
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