“Qhapaq Ñan, Tras la huella
del Imperio Inca”, es el primer film documental para televisión que recorrerá
el Camino del Inca a través de sus más de 50.000 kilómetros
de extensión.
Se trata de una co-producción
entre Chile, España y Perú dirigida por Manuel Basoalto, cineasta y
documentalista chileno. El jueves 17 de noviembre, en el contexto del 71º aniversario
de la UNESCO, celebrado
en el Museo Violeta Parra, se exhibió por primera vez el trailer del film
documental televisivo, junto con la presentación del Mapa del Patrimonio
Mundial de Chile.
Durante 10 años, un equipo
multidisciplinario de arqueólogos, antropólogos, ingenieros, historiadores de
Colombia, Ecuador, Bolivia, Perú, Argentina y Chile (los seis países por donde
se extendió el Camino del Inca) trabajaron no sólo de forma conjunta sino
incansablemente para obtener un logro extraordinario para América Latina: el
reconocimiento del “Qhapaq Ñan” o “Camino Principal Inca” como Patrimonio de la Humanidad por parte de la UNESCO el año 2014.
El film documental televisivo
“Qhapaq Ñan, tras las huellas del Imperio Inca”, es un viaje hacia la
profundidad del Cono Sur de América. El equipo realizador junto a un grupo
de científicos de nivel mundial hacen participe al espectador de los últimos
descubrimientos sobre el mundo Inca, recrean aspectos únicos de su historia y
nos sumergen en la vibrante naturaleza de América Latina junto a las
distintas etnias y culturas que hoy habitan esta extraordinaria ruta
precolombina.
Este camino de piedra, que se
ha mantenido en pie a lo largo de más de 500 años, por el cual se recorría desde
las costas del Océano Pacífico hasta la Cordillera de Los Andes, se impuso a la Ruta de la Seda, por ser aún un camino
vivo donde hay pueblos que viven en la ruta y que aún mantienen las tradiciones
y las costumbres incaicas.
Manuel Basoalto, director del
documental, explicó que “este film documental televisivo no es sólo para
resaltar las obras de ingeniería, o los impresionantes monumentos que aparecen
asociados al camino, más bien se trata de un recorrido por la geografía humana
del gran imperio. Los Incas fueron capaces de ir alejando el hambre de los
cuatro “suyos” o puntos cardinales hacia donde fue creciendo esta cultura.
Vamos a descubrir lo profundo de esta expansión no exenta de conflicto, que
logró unificar a los distintos pueblos en una sola lengua principal como fue el
quechua.”
Para el documentalista, los descubrimientos
siguen y sorprenden. Cabe recordar que hace muy poco han empezado a surgir las
huellas del pasado Inca en el valle del Mapocho.
“A través de ese hecho nos
hemos enterado como las construcciones Incas no sufrieron nunca con los
desbordes de los ríos o como su astronomía fue vital en la organización de los
cultivos y las cosechas. En tiempos en que la inmigración aparece como un
conflicto y cuando las grandes catástrofes asociadas al calentamiento global
nos muestran como estamos generando graves daños al planeta, este documental
nos muestra otra forma de concebir el mundo donde jamás pasó por sobre la
naturaleza”, añade Basoalto
Los Incas construyeron una
sociedad sobre la base de la reciprocidad. En la sociedad inca, no existía el
dinero siendo esa, la base de su éxito hasta la Conquista, ya que el oro
de los Incas no representó nunca un poder en sí mismo, sino que fue siempre el
símbolo del principio generador y que hacía posible la vida el Disco Solar.
Otro descubrimiento fue la
aparición de un asentamiento inca en la Plaza de Armas de Santiago y sus alrededores
inmediatos. Lo anterior, a raíz de una hipótesis que se planteó el equipo del
arqueólogo Rubén Stehberg, estableciéndose que este asentamiento correspondía
al periodo del Tawantinsuyu (1438-1533).
Ese descubrimiento, confirmó que
los Incas estaban totalmente instalados en el valle del Mapocho antes de la
llegada de los españoles. Una evidencia que seguramente en el futuro cambiará la
versión que aparece en los libros de historia, donde se habla de que Pedro de
Valdivia fundó Santiago en un sitio eriazo y que él trazó la ciudad de
Santiago, con su forma de damero, junto al alarife Pedro de Gamboa.
En las excavaciones, realizadas
durante el 2016, se han encontrado piezas de cerámica incaica, así como también
cerámica utilitaria (vasijas), vidriadas (cubierta por esmalte), mayólica
(decoración sobre loza), perfumadas de las Monjas Clarisas (cerámica elaborada
con arcilla, arena fina y caolín), metal, restos óseos de animales (los que se
consumían en ese tiempo) y malacológicos (moluscos).
El Qhapaq Ñan fue la obra más
notable de la civilización Inca. Hacia el norte se extendió desde el Cusco (sede
del Imperio), cruzó la selva hasta llegar a Colombia. Por el sur, el camino
atravesó el Desierto de Atacama y sólo se detuvo en los márgenes del río
Bío-Bío en Chile. Fue una ruta que enfrentó grandes retos geográficos y que con
sus caminos secundarios, sumaba una extensión de más de 50.000 kilómetros.
El avance del camino significó la construcción de puentes, túneles, pavimentos,
fuertes, bodegas y puestos de control.
Lo más relevante de esta ruta
fue su importancia geopolítica ya que fue clave para la existencia del Imperio
Inca, permitiendo la incorporación de diversos pueblos y etnias.
Se dice que el Imperio Inca
jamás sufrió el hambre y esto, fue consecuencia justamente de la existencia de
este gran camino que fue una gran red de comunicación, por donde fluían los
recursos y productos hacia toda su población. Y donde a un costado se elevaban
las terrazas de cultivo, que han permitido descubrir la sofisticada ingeniería
hidráulica para su riego y las bodegas para granos. Por el camino, circulaban
los productos de la selva y del mar.
Producida por Extremo Sur
Films de Chile, Moss Producciones y Zanks Producciones de España, en Co-
Producción con el Instituto Nacional de Radio y Televisión Nacional del Perú
IRTP - Canal 7, cuenta con el patrocinio de importantes instituciones públicas
de Chile, Perú y España como también de una comisión de expertos de Estados
Unidos, España, Perú y Chile.
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