Javier Álvarez Fuentes. Foto: Stefan Junker / Sinfonieorchester Opus 125. |
En el verano de 1812, inmediatamente después de terminar su Séptima sinfonía, Ludwig van Beethoven (1770-1827) comenzó a escribir una obra diferente.
En lugar de la magnificencia y ambición de la partitura que recién había acabado, buscó un tono distinto: esta iba a ser una sinfonía concisa y desenfadada, humorística incluso.
Más tarde, él mismo hablaría de su
“pequeña sinfonía en fa”, que pronto tuvo su estreno en Viena, a comienzos de
1814.
Esa Sinfonía Nº 8 en fa mayor, op. 93 de Beethoven será el eje del
próximo concierto de la Orquesta Usach, que de esta manera continuará con el
ciclo sinfónico completo que ha desarrollado durante su temporada 2024.
Programado para este miércoles 4 de
septiembre (19:30 horas) en el Teatro Aula Magna Usach, el programa se iniciará
con una selección de Danzas alemanas de Wolfgang Amadeus Mozart
(1756-1791) y también incluye el Concierto para violín en mi menor de
Felix Mendelssohn (1809-1847), que tendrá a Gustavo Vergara Aravena como
solista. Las entradas son gratuitas y se encuentran en Portaltickets.
“Será como un viaje musical, una máquina del tiempo”, anticipa Javier Álvarez
Fuentes, director santiaguino establecido de Düsseldorf (Alemania), que de esta
manera tendrá su debut con una orquesta chilena.
Álvarez se formó con David del Pino Klinge, director titular de la Orquesta Usach, y continuó sus estudios en la Robert Schumann Hochschule de Düsseldorf.
Desde esa ciudad, ha desarrollado un
trabajo que en 2022 le permitió asumir como titular en la orquesta Opus 125, de
Mönchengladbach, y la Hofgartenorchester de la Universidad de Bonn.
“¡Es tanta música en tan poco tiempo!”, dice sobre la Octava de
Beethoven. “No llega a durar media hora, pero en el primer movimiento te lleva
por una gran cantidad de caracteres y sensaciones, con una cantidad reducida de
elementos.
Si fuera un discurso, no tendría muchas
palabras, pero cada una de esas palabras sería tan poderosa, que no quedaría
nada más que decir”.
En cuanto a las Danzas alemanas, explica que “son pequeñas perlas en el
repertorio de Mozart. Uno ve la partitura y parecen simples, pero las escuchas
y te sorprende que alguien pueda lograr tanta belleza con tan pocos elementos.
Son danzas que no tienen un hilo temático, pero son muy finas, con ese estilo
noble y un poco aristocrático de Mozart”.
Un pilar del
repertorio para violín
Entre las Danzas alemanas de
Mozart y la Sinfonía Nº 8 de Beethoven, la Orquesta Usach
interpretará una de las obras más populares del repertorio para violín:
el Concierto en mi menor, que Felix Mendelssohn compuso en 1845.
“Es uno de los pilares de la literatura del violín, sin lugar a duda, no solo
por su gran calidad musical, que es una cosa indiscutible en alguien como
Mendelssohn, sino también por sus desafíos técnicos.
Gustavo Vergara. Foto: Víctor Bustamante
Pienso que el mayor de ellos es la simpleza”, explica Gustavo Vergara, violinista chileno también avecindado en Alemania, quien actuará por tercera vez junto a la Orquesta Usach, luego de hacerlo en 2010 y 2019.
Ex integrante de la Sinfónica Nacional, Vergara es miembro de la Ópera Estatal
de Baden, en Karlsruhe, y ha actuado como solista junto a orquestas de Chile,
Argentina, Uruguay y Perú, pero esta será la primera vez que ejecute el
concierto de Mendelssohn.
“Él se caracterizaba por la
simpleza y fineza de su escritura, pero al mismo tiempo es una música muy
profunda y emocional.
Muy pocos compositores se han dado el lujo de lograr ambas cosas”, explica. “Es un buen ejemplo de los artistas universales que encontraron ese equilibrio entre expresividad, simpleza y una riqueza musical gigante”, concluye.
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