Y una de las granes formas que tiene el
poder para transformar o influir en una sociedad, es a través de la educación y
tal como decía Paulo Freire “la verdadera educación, consiste en el
accionar del hombre y para eso necesita reflexionar y transformar el mundo,
siendo un sujeto activo.
Además, considera que no hay que adaptarse
a las sociedades sino transformarlas y considera que todo cambio es necesario
para el fortalecimiento social. La conciencia crítica, posibilita integrarse a
una sociedad en transición, que se contradice y cambia”.
Para Freire, “sólo en la educación puede
nacer la verdadera sociedad humana y ningún hombre vive al margen de ella”. Por
otro lado, también considera que a través de una educación haga posible la
autorreflexión sobre su tiempo y su espacio”.
Talvez ese tipo de ideas estaban en la mente de Arturo Alessandri Palma cuando encargó en 1938 la construcción del edificio de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile.
Un poco de historiaEn el año 1934, el decano Arturo
Alessandri Rodríguez comenzó a gestionar una nueva ubicación para la
Escuela de Derecho para lo cual eligió un terreno ubicado a un costado del río
Mapocho en la actual intersección de las calles Pío Nono con Santa María.
En el edificio diseñado por el arquitecto
Juan Martínez Gutiérrez, se pueden apreciar rasgos del Art Déco y
monumentalistas y es considerado una de las obras arquitectónicas más
importantes en Chile de la primera mitad del siglo XX.
La construcción de este edificio definiría
no solo un estilo y una visión arquitectónica de vanguardia, sino el
levantamiento de un núcleo de poder que influenciará a Chile completo.
Desde entonces, de sus aulas han egresado diecisiete
presidentes de Chile, entre ellos, ministros de Estado, senadores, diputados,
jueces y un sinnúmero de destacados intelectuales, historiadores y personajes
relevantes en de la historia chilena y que se han convertido en protagonistas
del devenir nacional.
Ricardo Lagos, Fernando Atria, Elena
Caffarena Luz Bulnes, Gabriel Boric, entre muchos otros se formaron en las
aulas, pasillos y en patio de esa facultad.
En su libro “El patio del poder” el
abogado y político Renato Garín, publicado por Editorial Planeta, trae una
completa revisión histórica de los cambios sociopolíticos que ha vivido nuestro
país desde inicios del siglo pasado hasta hoy.
Todo ello visto desde un punto de referencia tan icónico como reservado.
A través de la lupa del autor, se expone
una academia que contiene su propia cultura, que ha modificado los caminos de
Chile en cuanto a su filosofía legislativa y, consecuentemente, su evolución
como nación., al igual que en los matrimonios, una red de lazos da cuenta de la
existencia extensas redes que posibilitan la representación de ciertos valores,
de puntos de vista similares donde coinciden distintas personas de distintas
generaciones
De alguna manera, estos alumnos fueron
tejiendo redes que, con el paso del tiempo, los fueron transformando en parte
de las elites gobernantes del país y no solo con la transmisión del
conocimiento legal, sino que también con otros elementos de carácter simbólico.
La facultad de Derecho de la Universidad
de Chile ha tenido un rol fundamental en la sociedad chilena. No solo porque ha
servido de refugio a los valores que corresponden a una sociedad tradicional,
sino que también ha sido un semillero que ha ayudado a la transformación social.
Además, sus redes se hacen presente en todos los ámbitos lo que permite
mantener la influencia sobre la sociedad y que los partidos políticos los vean
como elementos imprescindibles para fortalecen las organizaciones políticas y
jurídicas.
Por último, los estudiantes de esta facultad han formado parte de un proyecto país afincado en la democratización y el progreso social, construyendo un sector social dueño de una identidad presente aún hoy en el imaginario social que ha reforzado así su posición social y económica.
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