"El interés por el crimen y los asesinos en serie
se ha convertido en algo muy difundido en la cultura popular
actual", señala el psicólogo madrileño Miguel Ángel Rizaldos.
En opinión de este experto, lo que nos fascina es
la combinación de crueldad con su aparente humanidad: "un estudio
sobre los asesinos en serie realizado en 2005 por la Unidad de Análisis de
Conducta del FBI, concluyó que no son monstruos y pueden no
parecer extraños. Los asesinos en serie a menudo tienen familias y hogares,
empleos y aparentan ser miembros normales de la comunidad. Son expertos en
interpretar roles y muy partidarios de parecer normales".
La novela negra surge en Estados Unidos en los años 20
y tiene como característica principal, la comisión de un delito y el
subsecuente enfrentamiento entre criminales y agentes de la justicia y aunque
suele contener algún tipo de crítica social, no intenta proponer ningún tipo de
solución a las situaciones descritas, sino únicamente retratarlas.
Este tipo de novelas, al igual que cualquier otra,
entretienen, te desconectan de las preocupaciones del día a día y pueden
responder cuestiones vitales o canalizar pensamientos y emociones
negativas.
El cuarto mono' de J.D Barker, 'La sospecha' de Fiona
Burton, la Trilogía del Baztan, de Dolores Redondo o la de La ciudad
Blanca, de Eva García Sáenz de Urturi; las historias del comisario Montalbano,
del comisario Brunetti, sin dejar de lado a Ágata Christie, Georges Simenon, G.
K. Chesterton, al comisario Rex ni a Conan Doyle o a Perry Mason son algunas de
las historias o novelas negras que en algún momento de la vida que todo lector
ha visto o leído sumergiéndose en sus páginas o imágenes y es que los
asesinatos acostumbran a estar motivados por odio, sexo, pasión, dinero, poder
aspectos muy relacionados con la vida de todo el mundo.
Ahora bien, se tiende a confundir la novela negra con
la policíaca que, a pesar de tocar los mismos temas, tienen una sutil
diferencia ya que mientras la novela policíaca plantea un juego enigmático, la
novela negra otorga al lector el privilegio de ser testigo de los hechos.
A comienzos de este año, Editorial Catalonia publicó
el libro “Macabros. Historias de asesinos despiadados que intentaron el crimen
perfecto”, libro escrito por César Biernay Arriagada en el cual se recogen
siete hechos delictuales y violentos que tuvieron una amplia repercusión social
tanto en Santiago como en Valparaíso y que fueron recogidos de expedientes
desclasificados de las investigaciones realizadas por la Policía de
Investigaciones de Chile,
El crimen de los tarros lecheros, el caso del canino
rastreador; el enano maldito; el caso Yuraszeck; el caso de los hermanos Rojo;
el incendio de la cárcel de San Miguel y el caso de la balacera en la Plaza de
Maipú son los casos explicado por César desde cómo se produjeron la
investigación realizad por Investigaciones y su posterior resolución con el
arresto de los culpables.
Según el autor, “escribo para rescatar aquellos sucesos,
crímenes y homicidios, que, a pesar de ser espeluznantes, se olvidan. Con este
libro, rescato aquellos crímenes donde no solo hubo una víctima y un
victimario, sino que muestran la labor policiaca y busco rescatar el lado
humano tanto de los victimarios como de las víctimas.
Un ejemplo de ello son los 81 reos que murieron
calcinados en la cárcel de San Miguel. Sus historias de vida, de abandono, de
carencias, da cuenta de un Chile profundo, donde estigmatizamos sin reflexionar
en torno a remas tan sensibles como la rehabilitación de un criminal y su
reinserción”.
César Biernay, trabaja con la PDI y por lo tanto tiene
la posibilidad de acceder a la documentación de los casos policiales más
emblemáticos, con información de primera mano y que no ha sido reporteado o no
fue considerada en la información de prensa lo que le permite conocer el lado
oscuro de los criminales, captando por qué muchas víctimas cayeron en la trampa
del asesino.
Aleksander Solzhenitsyn, escritor que sobrevivió a las
horrendas condiciones del gulag soviético, sobre los guardias de la prisión que
trabajaban en los campos dijo que “la línea que divide el bien y el mal
atraviesa el corazón de cada ser humano. ¿Y quién está dispuesto a destruir un
pedazo de su propio corazón?".
Al leer Macabros, el lector empieza a hacerse algunas
preguntas como por ejemplo ¿tenemos todas las personas un asesino dentro?
¿Somos todos capaces de matar en un determinado momento? ¿Vivimos rodeados de
un montón de asesinos potenciales?
Al respecto, la psicóloga criminalística Julia Shaw,
en una entrevista para BBC Mundo, explica que "nuestras mentes están
diseñadas para poder disfrutar del sufrimiento de los demás. Cuando se habla de
asesinos con frecuencia se recurre a las palabras "monstruos" o
"perversos" para calificarlos, como si fueran seres de otra especie
aparte, absolutamente diferentes a nosotros. Sin embargo, todos somos capaces
de matar.
Por raro que pueda sonar, matar es esencial para
la condición humana ya que los humanos siempre hemos tenido que matar para
sobrevivir: nuestros cuerpos matan bacterias que amenazan nuestras vidas,
siempre hemos matado plantas y animales para comerlos y, ciertamente, desde
tiempos ancestrales nos matamos los unos a los otros cuando nos sentimos
amenazados o tenemos algo que ganar.
La mayoría de las veces, el asesinato no es el
resultado de la planificación meticulosa de un sádico o psicópata, es mucho más
probable que sea una mala decisión de la que la persona se arrepiente
inmediatamente y que la persigue para el resto de sus vidas.
¿Bien y mal son categorías absolutas? ¿Hay maldad y
bondad dentro de todos nosotros?
Yo creo que el mal solo existe en nuestros miedos.
Considero que no deberíamos usar el término "malvado" para
describir a seres humanos o sus actos, porque eso hace que parezca que nunca se
pueden entender, que son casi sobrenaturales”.
Para César, “un país que anhela no cometer los
mismos errores y horrores del pasado, debe conocer su historia, sacar
lecciones. "Macabros" busca contribuir a reflexionar en torno al
delito, la pena y las causas que inciden en que el criminal actúe de una manera
particular”.
En las personas conviven ángeles y en una lucha constante por triunfar sobre el otro y a veces, cuando los demonios logran deshumanizar a los demás las personas podemos convertirnos, fácilmente, en los monstruos que tememos dentro.
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