El programa –que se exhibirá en www.culturallascondes.cl el 28, 29 y
30 de mayo- contempla las películas Andacollo (1958), San Pedro de Atacama
(1964) e Isla de Pascua (1965), que pertenecen a la colección patrimonial de la
Cineteca Nacional de Chile. Los documentales –que estuvieron por más de dos
décadas inalcanzables para el público general- fueron minuciosamente
restaurados por dicha institución, que se encarga de resguardar, preservar y
difundir el patrimonio cinematográfico y audiovisual del país.
Las tres películas son verdaderas obras
maestras del cine documental y en estos momentos que se está revalorizando ese
género en nuestro país, adquieren singular vigencia, ya que iluminan una época
y nos permiten entrar en nuestra memoria colectiva.
Andacollo es un registro de la celebración
de la fiesta nortina, desde la llegada de los peregrinos, la procesión y las
danzas, en tanto San Pedro de Atacama es un recorrido por el pueblo nortino,
enfocándose en la figura del sacerdote Gustavo Le Paige, el más importante
investigador de la cultura atacameña. Por su parte, Isla de Pascua es una
poética mirada a la historia y misterios de Rapa Nui, a través de sus paisajes,
míticas esculturas, así como también sus fiestas y ceremonias, con cantos y
bailes.
La historia del matrimonio de Nieves
Yankovic (1916-1985) y Giorgio di Lauro (1910-1990) corre a la par de una época
trascendental del cine chileno. Él, argentino, con estudios en la Escuela de
Cine de la Southern University en California, Estados Unidos, llega a nuestro
país en 1944 como sonidista del naciente proyecto Chile Films.
Aquí conoce a Nieves, joven actriz
nacional, con formación en Inglaterra y Yugoslavia, con quien se casa dos años
después, dando inicio así a una de las duplas creativas más importantes de
nuestra cinematografía.
No sólo se caracterizaron por hacer un
cine comprometido con sus convicciones, sino por haber sido pioneros en lo que
hoy conocemos como el ‘nuevo cine chileno’ de los años sesenta. “Yo creo que
(el cine documental) es el cine que tenemos que hacer los del Tercer Mundo. El
cine de nuestra realidad, de nuestra cultura, de nuestras raíces, de nuestro
ser, de nuestra verdad", señaló Giorgio di Lauro a la revista
"Enfoque" en 1984.
Su obra marca un verdadero hito en nuestro
cine. “Antes de ellos –señala el crítico David Vera-Meiggs- se filmaron
películas en Chile como en cualquier parte. Después de ellos, se filmó cine
chileno propiamente tal”.
A su vez, Mónica Villarroel, directora del
Cineteca Nacional de Chile, ha expresado que los cineastas buscaban “una
cinematografía en contacto con la cultura viva. En definitiva, ellos decidieron
hacer un cine que rescata la identidad nacional”.
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