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Horacio Salinas dirigiendo a la Orquesta Clásica Usach. (c) Gary Go. |
Candidato al Premio Nacional de Artes Musicales, el
compositor y guitarrista publicará cinco discos con obras que ha creado para
cine, teatro y otros proyectos, a través del sello discográfico de la Usach.Horacio Salinas (Lautaro, 1951) es el autor de algunas
de las canciones más emblemáticas de la Nueva Canción Chilena. Primero
como director de Inti-Illimani y luego en Inti-Illimani
Histórico, desde la segunda mitad del siglo XX ha firmado melodías capitales
del cancionero latinoamericano. Pero esa nutrida trayectoria, que lo ha llevado
además a hacer presentaciones, literalmente, alrededor del mundo, no ha agotado
su caudal creativo.
Desde los años 80 también ha construido un
repertorio de música para cine, teatro, televisión y danza, así como un
catálogo de canciones que dialogan con la poesía de autores latinoamericanos,
desde los chilenos Jorge Teillier y Patricio Manns al
venezolano Aquiles Nazoa y el cubano Nicolás Guillén. Son piezas
estampadas en viejos cassettes y discos compactos o registros que han
permanecido inéditos, pero ahora tendrán un nuevo aire.
Aula Records, el sello discográfico de la Universidad
de Santiago de Chile (Usach), publicará Música imaginada, una colección de
cinco discos que estará disponible en formato digital durante el último
trimestre de 2022 y luego circulará en CD y vinilo.
Específicamente, serán dos volúmenes con obras
para teatro, cine y televisión, compuestas entre Europa y Chile, desde 1980 a
1997; el disco Remos en el agua, lanzado originalmente en 2003; Río,
una música inédita creada en 2006, para una obra de videodanza de la
coreógrafa Mariela Cerda y El Húsar de la Muerte” (2020), banda
sonora para la película de Pedro Sienna, interpretada por la Orquesta
Clásica Usach y ya editada a través del mismo sello discográfico.
El anuncio se produce justo cuando Horacio
Salinas es postulado por la misma Usach para el Premio Nacional de Artes
Musicales 2022: “Me honra mucho que la universidad respalde esta nominación.
Creo que represento una parte de la música que ha sufrido cierta
distracción de parte de las autoridades que piensan en la música chilena.
La Nueva Canción Chilena ha tenido una difusión
bastante grande en el mundo y no ha tenido el mismo respaldo de parte de este
premio”, comenta.
En cuanto al proyecto de reeditar su repertorio
solista, el autor de “El Mercado de Testaccio” cree que “es
importante cumplir con algo que ya nos advertía el maestro Sergio Ortega en el
Conservatorio: hay que evitar componer música para el ropero, es decir, tener
las partituras guardadas en cajones. Ha sido bastante prolífica esta faceta de
mi composición que ha nacido para acompañar imágenes y es lo que recupera
este proyecto de Aula Records”.
El primer avance de la publicación es el single “El
valle”, ya disponible en servicios de streaming, junto a una segunda
composición titulada “La hostería”.
Ambas melodías fueron escritas precisamente para esa
obra de videodanza de Mariela Cerda, ambientada en la comuna de Río
Hurtado, en la región de Coquimbo.
“En ‘El
valle’ hay un pizzicato de las cuerdas para acompañar la imagen de los
campesinos que trabajan en la cosecha de la uva. ‘La hostería’ la
compuse imaginando estos viejos locales que se encuentran en poblados lejanos a
Santiago, donde se baila una especie de música valseada que ya es parte del
pasado”, comenta Salinas.
Aunque Música imaginada contempla composiciones creadas para
distintos contextos y abarca cuatro décadas de trabajo, Horacio Salinas cree
que hay un elemento inalterable a través del tiempo.
“Siempre he tenido una obsesión con algo que sentí
desde muy niño y dice relación con la energía de la música de raíz folclórica,
el gesto de la comunidad frente a su música. Eso me pasa con la música de
la Fiesta de La Tirana, la cueca de Los Chileneros, pero también con
música húngara, mexicana, griega o céltica. Vivir la música y el baile de esa
manera me emociona. Si se puede hablar de algo en común en lo que he hecho
desde el comienzo, desde ‘Tatatí’ o ‘Alturas’, es el pálpito de la música como
una manifestación ligada a la tradición y la vida de la comunidad”.
Junto con facilitar el acceso a la obra de Horacio
Salinas, Música imaginada revitalizará también un lazo histórico: la
colaboración con Vicente Larrea, uno de los responsables de la particular
iconografía asociada a la Nueva Canción Chilena. Junto a Luis Albornoz y
a su hermano, Antonio, dieron vida a las carátulas más emblemáticas del
movimiento, publicadas principalmente por el sello discográfico Dicap y
mantuvieron, un estrecho vínculo con Inti-Illimani. De Vicente Larrea
es, de hecho, el arte del primer álbum y el tradicional logotipo del grupo.
“Desde ahí viene una amistad que se ha mantenido a través de los años”,
recuerda el diseñador, quien ha apoyado la candidatura de Horacio Salinas
al Premio Nacional de ARTES Musicales y que creó, la portada de “El valle” y
también se hará cargo de la visualidad en la reedición de los cinco discos.
“Cuando vi que estaba postulado al premio, llamé al
‘Loro’ y le dije que a título personal iba a hacer la quijotada de
apoyarlo con algo de gráfica”.
Así, se desencadenó un proceso que recoge parte de esa
vasta historia: “Me puse a dibujar temas relacionados con la música de la
Unidad Popular y las piezas que compuso Horacio, su fineza y delicadeza en el
uso de los instrumentos.
Los colores fueron una consecuencia lógica: todo el
trabajo de Horacio está relacionado con la música chilena y latinoamericana y
representan bien a los que somos los latinoamericanos.
Son colores
alegres, muchos bastante básicos, que ocupan espacios que se forman entre la
intersección de las letras con la pauta musical. Es un concepto simple y dio un
resultado vistoso y alegre”, detalla.
Para Vicente Larrea, su labor es “un
complemento que identifica visualmente” a las composiciones de Horacio Salinas.
“Tienen ciertos
acordes, sonidos típicos de nuestra música, y esta gráfica tiene lo mismo en
forma visual. Las letras son un poco rústicas, están hechas a mano alzada,
y representan mucho de la cultura gráfica que hemos desarrollado en los
últimos 60 años”, concluye Larrea.