martes, 15 de mayo de 2012

Presentan libro que relaciona la historia con la gastronomía

“Sabores de Cleopatra, los emperadores romanos, el Rey Sol de Francia, Truman Capote, Las Mil y una Noches, Leonardo da Vinci, los Papas, Ugo Tognazzi, Babette, Emma Bovary, Frida Kahlo y Diego Rivera, el Marqués de Sade, Pablo Neruda, los chinos, Ferrán Adriá. Y 116 recetas robadas con impunidad”.

De esa manera, la periodista María Teresa Diez presenta su nuevo libro, “Asalto a las cocinas”, un libro de crónicas al gusto sazonadas con humor editado por Hueders.

En 220 páginas se escriben crónicas al gusto muy bien sazonadas con humor en donde la prehistoria, el Imperio Romano, Cleopatra, Madame Bovary, Truman Capote, La fiesta de Babette, Neruda se relacionan al recoger sus citas relacionadas con la cocina incluye el libro y que se lanza en GAM este 15 de mayo a las 19.30 horas.

Ilustrado por Hervi -quien presentará el texto en la sala de Conferencias 1-, el libro muestra un original diálogo entra la autora y una amiga con la que comparte el sentido del humor y la pasión por la gastronomía.

Con una pizca de invención y amor por la cul­tura literaria y cinéfila, ambas cocineras eligen arbitrariamente épocas y personajes, sintiéndose libres de imposiciones culinarias y de cualquier tipo.

Ambas, dicen estar en la edad de las gallinas que no se cuecen al pri­mer hervor, ósea ni cuarentonas seductoras ni dulces ancianitas de pelo blanco. Soñaron con cambiar el mundo y ahora aplauden a los indignados.

Una le presenta a la otra un autor, una película, una receta y mientras cocinan juntas estas crónicas, esperan hacer pasar un buen rato a los lectores y, entre tanto, descubrir las gastronomías más clásicas, extrava­gantes e insospechadas de la historia.

Así, el libro pasea por la prehistoria, el imperio romano, Cleopatra, Madame Bovary, Truman Capote, la fiesta de Babette y Neruda, incluyendo recetas vinculadas a cada período histórico. En total más de 100, junto a citas de autores famosos relacionadas con la cocina.

María Teresa Diez es periodista y li­cenciada en Estética en la Universi­dad Católica de Chile. Fue comenta­rista de artes y espectáculos en radio, prensa escrita y televisión, y editora de cultura en revistas como Paula y Ya.

También escribió crítica de res­taurantes y columnas de gastronomía, que luego prosiguieron en Wikén del diario El Mercurio. Trabajó, además, como encargada de prensa en impor­tantes teatros de Santiago (Teatro UC, Centro Mori).

Publicó el best seller periodístico Profecías del fin de mundo, junto a Manuel San Martín, y un libro sobre los atacame­ños y la pintura, Viaje al país interior.

miércoles, 9 de mayo de 2012

Exposición de arte en cobre en el Museo Benjamín Vicuña Mackenna


La exposición “Belleza Milenaria: el cobre y su presencia en el arte” en la cual se puede apreciar los diferentes usos del cobre (decoración; uso personal, hogar, templos e instrumentos musicales) se inaugurará durante este mes y hasta el 7 de julio, en el Museo Benjamín Vicuña Mackenna.

En esta muestra, que se efectúa en conjunto con CODELCO, se enseña a conocer diferentes técnicas que el hombre ha desarrollado para hacer hermosos objetos decorativos, pasando por el repujado, incrustado, niello (originaria de la India), plateado y dorado, Chokín (Japonesa), cloisonne (esmaltado) hasta la técnica del bordado de hilo de oro y cada una de las técnicas, están explicadas de manera muy didáctica.

Se pueden observar junto a cuatro esculturas, 92 piezas en vitrina, de los cuales 4 son chilenos. Además, hay objetos de Japón, China e India desde grandes estatuas que representan a guerreros y dioses indios hasta pequeñas cigarreras y cuadros japoneses de gran belleza y trabajo artístico. 

Es una exposición pensada especialmente para presentar, gratuitamente a nuestro público, en el mes que se celebra el 27 de mayo, el Día del Patrimonio, la importancia y el uso artístico que se le ha dado al principal recurso natural de nuestro país.

Esta exhibición va a estar abierta hasta el jueves 7 de junio y la entrada es gratuita. Se puede visitar de lunes a viernes entre las 9:30 y las 17:30 horas. El lunes 21 de mayo, el museo estará abierto.

El alma en crisis: buscando el secreto de la vida.


Durante todo el mes de abril, la Cámara Chilena del Libro, realizó una serie de ferias para celebrar el “Día del Libro” y mostrar la producción editorial de Chile.

Entre ellas, la última fue la que se realizo el sábado 5 y domingo 6 de mayo del presente en la Plaza de Armas de Santiago como cierre de este mes. Es así como el domingo y como actividad de cierre de esta Feria, se presentó el libro “El alma en crisis”.

 
Este libro, publicado por Editorial Catalonia es una conversación entre el periodista Wilson Tapia, el teólogo Antonio Bentué y el astrólogo Pedro Engel, en un dialogo que envuelve la magia y la teología hacia el interior de las personas.
Esta conversación tiene como idea principal, la trascendencia como construcción de la existencia del ser humano, en la cual también se encuentra la búsqueda de la verdad y el coraje de tener y alcanzar la libertad.
Los seres humanos, sin importar tiempo o lugar siempre nos hemos hecho tres preguntas: ¿Quién soy? ¿Para qué estoy aquí? Y ¿Por qué estoy aquí? Y este libro intenta responder, sin dar recetas, hacer referencia a los seres humanos como un ser que busca soluciones, respuestas a sus interrogantes. Ya que el ser humano, siempre ha soñado con vivir mucho o vivir para siempre y ser inmortal.

Y en la búsqueda de esa verdad o de esas certezas o de esa trascendencia, las personas hacemos uso de algo que no tienen los animales. Como dicen los autores, “es la capacidad de tomar distancia de la mera necesidad y decidir libremente. En una línea u otra. Ese es el ámbito de la libertad, que es el ámbito de la ética o el ámbito de la moralidad, de la responsabilidad”
Entonces, las personas pueden trascender cuando salen de si mismos, y entran en relación con lo que existe más allá de su medio inmediato abriéndose a la compasión y al amor, lo que explicaría la capacidad de amar a otros y los intentos de cuidar y proteger a sus cercanos o incluso a extraños.

Las personas constantemente, estamos buscando cruzar las fronteras siguiendo a un objetivo que se desconoce y por abrir universos cerrados mostrando esa tan conocida tendencia de los humanos a seguir verdades que le entreguen esas certezas.

En su libro “La eternidad está escrita en lo cielos” Edward Young expresa que “la búsqueda de trascendencia del ser humano no es tanto un deseo de inmortalidad como el anhelo de que su vida haya servido para algo.
Todos nuestros actos son trascendentes; cada vez que abrimos la puerta de casa se despliega una espiral de causas y efectos de alcance universal. No hay acto ni decisión que caiga en saco roto; como las fichas de dominó, continuamente ponemos el mundo en movimiento. Si actuamos bien, estaremos generando armonía, esperanza y compasión. Ésa es nuestra trascendencia”.

Lo que plantean los autores chilenos, es que la trascendencia de las personas se da en relación a otros y esa alteridad es la que le da valor a nuestras decisiones.

Porque el atributo principal de esta relación de alteridad (con las personas o incluso con Dios), es la compasión es ese salir de yo para entrar en el tú. Y ello solo puede realizarse a través del amor. No del amor carnal, sino de la capacidad que tengamos de aceptar al otro con sus bajezas, sus defectos y a pesar del dolor que se nos cause.

No es fácil. Para nada. Pero una vez que hay una decisión por el otro, se renuncia al propio ser por otra persona. Esta renuncia tiene mil caras y solo es posible en la convivencia, en la conversación, en la vida en común, en la convicción profunda de que la decisión vale la pena, siempre basada en el libre albedrío del cual somos dueñas las personas. 

martes, 8 de mayo de 2012

Se realizará exposición sobre Nicanor Plaza



La mayor retrospectiva que se haya realizado sobre Nicanor Plaza, el primer gran escultor y maestro chileno de esta disciplina, se llevará a cabo en el Museo Nacional de Bellas Artes entre el 18 de mayo y el 29 de julio.

Esta retrospectiva sobre la obra del gran escultor chileno Nicanor Plaza, se inaugura el 17 de mayo en el Museo Nacional de Bellas Artes, destacando su significativo aporte como formador de los escultores más importantes del país que participaron en la Academia y Salones de fines del siglo XIX y principios del siglo XX.

Esta exhibición sobre el autor de la escultura de Caupolicán, emplazada en el Cerro Santa Lucía, permitirá poner en valor las obras del forjador de la escultura chilena que se encuentran en el espacio público y en importantes colecciones como las del mismo MNBA, el Museo Histórico Nacional, el Museo de Arte Contemporáneo, la Catedral de Santiago, el Teatro Municipal, Escuela de Carabineros, Museo O´Higginiano de Bellas Artes de Talca, Museo Bomberil de Talca y el Club Hípico en la cual se expondrán 30 obras del autor pertenecientes a las colecciones de las instituciones ya nombradas.

La muestra está asociada a la presentación del libro Gestación de la escultura en Chile y la figura de Nicanor Plaza y a la realización de un seminario dirigido a académicos y público general, que contará con destacados investigadores.

Roberto Farriol, director del MNBA, expresó que “esta exposición forma parte de una importante misión que tiene el Museo Nacional de Bellas Artes que es la de rendir un reconocimiento a todos aquellos artistas chilenos que nos han legado su obra, con el propósito de destacar el valor patrimonial que nos identifica como nación. Nicanor Plaza representa, además, la figura de un maestro que aportó generosamente a la formación de sobresalientes artistas nacionales, que se educaron y fueron guiados bajo su mirada“.

La exposición, que incluye obras de bulto, bustos, relieves, medallones y pinturas, permitirá saldar una deuda tanto con el autor como con la escultura y, a la vez, con las artes visuales chilenas, dando especial relevancia al legado del artista, a la formación de los escultores nacionales que participaron en los salones y ambientes académicos de fines del siglo XIX y principios del siglo XX, así como a las obras asociadas a los monumentos ubicados en el espacio público.

“Nicanor Plaza, maestro de escultores” es una iniciativa impulsada por el escultor Francisco Gazitúa, quien trabajó en conjunto con el historiador del arte Pedro Zamorano.

En el marco de la muestra, que cuenta con financiamiento de Fondart 2010, Línea Bicentenario, se presentará el libro Gestación de la escultura en Chile y la figura de Nicanor Plaza. El texto, de Ediciones Artespacio, difunde la investigación Fondecyt Escultura en Chile 1854 y 1960: el trasluz de su identidad, realizada por Zamorano y Gazitúa, junto al restaurador Claudio Cortés y el historiador Francisco Portela.

Pedro Zamorano, respecto al libro y a la exposición, explica que “tanto la exhibición como el libro permitirán saldar una deuda con la escultura chilena. Durante la investigación advertimos una profunda ausencia de información acerca de autores, obras e institucionalidad del arte escultórico en nuestro país. Por otro lado, la difusión de las obras de Plaza no sólo permitirá la identificación y valoración de este autor fundacional, sino que también permitirá poner en valor un patrimonio emplazado en el espacio público que está en gran parte en riesgo de deterioro o desaparición”.

“Es increíble que no haya ni siquiera una monografía dedicada a él. Es el primer gran escultor chileno. Además de los méritos de su obra escultórica, destaca también por su labor docente", agrega el escultor Francisco Gazitúa.

La curatoría de Francisco Gacitúa y Pedro Zamorano, y la museografía del arquitecto José Pérez de Arce, contemplan la exhibición de abundante material bibliográfico, documentos, objetos y fotografías ordenados en seis secciones o salas que permitirán conocer más sobre la obra y figura del autor.

La sala central está dedicada a la identidad del escultor a través de su obra. Aquí destaca el conjunto dedicado a la obra Caupolicán (1863), ubicada actualmente en el cerro Santa Lucía. Con el fin de explicar el proceso de su realización, Gazitúa realizó moldes y réplicas de la obra para mostrar ocho facetas de su ejecución, las que se exhiben junto a herramientas ocupadas para la realización de este tipo de piezas.

“Es un trabajo didáctico, que muestra cómo se formó el escultor decimonónico, las etapas por las que pasó, los conceptos artísticos que profesaba, su vida y experiencia de estudio. Así se revelan las prácticas que subsistieron hasta mi generación y se entiende el trabajo que Plaza realizó con esta pieza, a mi juicio una de las mejores obras que un escultor chileno haya realizado”, explica Gazitúa.

Caupolicán fue presentada en yeso en 1868 y en bronce en 1969 en Francia. Ese mismo año se fundieron varios ejemplares en el mismo material. Uno de ellos fue traído a Chile por Plaza y presentado en la Exposición Nacional de Artes e Industrias de Santiago en1872. En 1910 el Museo la donó a la ciudad de Santiago, siendo instalada en el cerro Santa Lucía. Una pieza del mismo tamaño, perteneciente al Club Hípico, se exhibe en la sala. Según Rubén Darío la pieza se reprodujo industrialmente y se vendió en Estados Unidos y Europa sin darle ni un centavo a Plaza, con el nombre de “El último de los mohicanos”. La figura como paradigma del “araucano”, como se le definió en su época, no estuvo exenta de debate. En la Revista Zig Zag del 5 de octubre de 1939, el articulista Juan de Ulloa afirmaba que Caupolicán no representaba nada chileno. Luego, se puso en duda la veracidad de la indumentaria y de la anatomía del personaje.

También se exhibe La Quimera (1897), pieza perteneciente a la Colección del Museo, que es iluminada con distintas intensidades y a diferentes alturas con el fin de resaltar el carácter tridimensional de la disciplina escultórica y reproducir el efecto de una vela al iluminar una obra. Este mármol representa una mítica criatura que vagaba por los campos aterrorizando a las poblaciones y engullendo rebaños.
Plaza muestra esta alegoría a través de una joven cubierta desde la cintura hacia abajo por paños que caen en múltiples pliegues, semi sentada sobre la bestia, que es representada como un león con alas y con cola de dragón. En el suelo, una guirnalda de rosas une a las dos figuras. Con esta obra Plaza obtuvo el Premio de Honor en el Salón de 1897 y la tercera medalla en la Exposición Internacional de Búffalo en 1901.

En la sala poniente se alude a la sociedad en la que vivió Nicanor Plaza, explicando su relación con la elite ilustrada de la época.

Las esculturas Prólogo (1911) y Epílogo (1911), fueron realizadas por Plaza estando en Europa y llegaron a Chile en 1926. Habían sido adquiridas al autor por el Teatro Municipal de Santiago, encontrándose actualmente ubicadas en el foyer de la entidad. En la Embajada de Chile en Francia hay dos obras que reproducen, en forma casi idéntica, los dos mármoles. Se trata de Prólogo de Amor y Epílogo de Amor, dos esculturas, también ejecutadas en mármol, firmadas en la base por el artista con la fecha 1907.

En la sala oriente se hará énfasis en la simbología y las ideas presentes en la obra de Nicanor Plaza. Se presentan esculturas y bajorrelieves relativos a temas mitológicos, históricos y religiosos, destacando El Jugador de Chueca (1880), de un gran naturalismo descriptivo y perteneciente a la Colección del MNBA.

Finalmente, se destacarán las obras realizadas por los discípulos de Nicanor Plaza, quien dedicó casi 20 años a la formación de la primera promoción de grandes escultores chilenos. Entre ellos figuran Virginio Arias, Arturo Blanco, Carlos Lagarrigue, Ernesto Concha, Guillermo Córdova y Simón González (hermano de Juan Francisco, el pintor).

De esta forma, la muestra releva las dos direcciones de las temáticas que abordó el artista tanto en Chile como en Europa durante su productiva trayectoria. Por una parte, la mitológica, que vehicula la obra desde un riguroso estudio anatómico, bajo conceptos formales e iconográficos clasicistas; de otra, el tema histórico, que se expresa a través de bustos, conjuntos escultóricos y monumentos públicos, en consonancia con episodios de nuestra historia.  Gran parte de su producción artística se concentra en el último cuarto del siglo XIX, momento en que recibe la mayor cantidad de encargos.

Nicanor Plaza nació en Renca, Santiago, en 1840. Por su habilidad manual y artística, a los 10 años fue empleado en una sombrerería de un inmigrante francés. Ahí habría conocido al artista Auguste François, quien impartía la primera cátedra de Escultura en Chile y decidió apadrinar al muchacho junto al empresario Luis Cousiño. Así, a los 20 años ingresó a la clase de escultura del maestro francés, que funcionaba anexa a la Academia de Pintura en la Universidad. En 1863 fue becado por el Gobierno para continuar sus estudios en París, donde recibió las enseñanzas del escultor François Jouffroy en la École Nationale des Beaux-Arts, lugar de formación de los escultores más reputados en los salones y ambientes académicos de la época. En 1871 comienza su labor docente dirigiendo la cátedra de Escultura en la Escuela de Bellas Artes, la que finaliza en 1883, estableciendo las bases para la formación escultórica en Chile.

Marcado por la amargura, al sentirse incomprendido y solitario en el cultivo de su arte, se instaló por 18 años en Florencia, Italia, donde compartió con Julio Monteverde y la escultora Rebeca Matte. Falleció el 7 de diciembre de 1918 en esta ciudad.

Se presenta libro de Glauber Rocha

El libro “La Revolución es una EZTETYKA. Por un cine tropicalista”, una antología de textos, ensayos y entrevistas de Glauber Rocha, uno de los fundadores del Cinema Novo, cine de oposición -políticamente radicalizado y formalmente experimental- surgido en Brasil a mediados del siglo XX será presentado el próximo martes 24 de abril a las 19:30 horas y distribuido en Chile por Editorial Cuarto Propio.

El libro será presentado por Pablo Corro, Académico Instituto de Estética UC, Director del Diplomado en Teoría y crítica del cine UC, y comentado por Raúl Camargo (Programador Festival de Cine de Valdivia y académico) e Iván Pinto Veas (Editor laFuga.cl, crítico de cine). Además, durante la presentación se proyectará el cortometraje "O patio" (1959) de Rocha.

Glauber Rocha (1938-1981) fue uno de los más importantes directores del cine latinoamericano y uno de los fundadores del Cinema Novo, cine de oposición -políticamente radicalizado y formalmente experimental- surgido en Brasil a mediados del siglo XX, en abierto enfrentamiento a la colonización estética de Hollywood y al “falso populismo” de los estudios nacionales.

El presente volumen, recoge una serie de ensayos, manifiestos, artículos críticos y entrevistas publicados en su mayoría por primera vez en español y tomados de sus dos libros más importantes como fueron “La revolución del Cinema Novo”, donde Rocha define la estética y la economía-política implicadas en este movimiento latinoamericano de vanguardia y “El siglo del cine”, que documenta su labor como crítico cinematográfico.

En él, evidencia el sistema de afinidades, alianzas y confrontaciones que caracterizó su vínculo con el neorrealismo Italiano, la nouvelle vague, el cine soviético y el western norteamericano, entre otras corrientes cinematográficas.

Posicionándose contra el cine clásico y el realismo estético (para Glauber Rocha, ambas expresiones de la razón burguesa), lo que predomina en estos textos es la afirmación del arte revolucionario como ritual de la anti-razón, como aproximación al imaginario popular y a su dimensión mágica con el fin de liberar el inconsciente cultural cristalizado en el mito.

La consigna siempre reiterada, nace de la constitución de un cine épico-didáctico que articula el análisis crítico de la cultura con los desafíos del arte entendido como ritual agresivo, visceral, experiencia de choque y de contagio de pasiones que provoquen el impulso revolucionario.

Realizarán registro arqueológico de los restos del Fundo Vaitea, en Isla de Pascua

Dos académicos y un equipo de antropólogos licenciados de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Chile realizarán un registro arqueológico de los restos del Fundo Vaitea, en Isla de Pascua, a través de la investigación "El Fundo Vaitea. Patrimonio y Memoria en Rapa Nui durante el periodo de la Compañía Explotadora", gracias a la adjudicación de un proyecto FONDART, patrocinado por FLACSO.

 El estudio permitirá rescatar parte de la historia social y cultural que vivió la isla a fines del siglo XIX y comienzos del XX, cuando una de sus principales fuentes económicas se basó en el comercio ovejero, instalado por inmigrantes europeos en el lugar, causando serias transformaciones a las prácticas sociales de los isleños.

Miguel Fuentes, Licenciado en Arqueología y responsable del proyecto explicó que “a fines del siglo XIX se implantó en Isla de Pascua un sistema de explotación económica permanente basado en la industria ovejera, lo que significaría un radical cambio en el modo de subsistencia y las prácticas sociales de los isleños. Uno de los íconos en el desarrollo de este proceso fue la creación del llamado Fundo Vaitea", comentó.
 En ese lugar, ubicado al centro de la isla a hacia comienzos del siglo XX, se levantaron un galpón de esquila, obras de infraestructura ganadera y las casas de quienes lideraban el negocio de la lana.

 "El legado de los fenómenos históricos ligados a la construcción y funcionamiento de ese Fundo, sus lógicas de ocupación del espacio y las complejas relaciones sociales entre pascuenses -que actuaban en su interior como trabajadores y capataces-, y sus superiores administrativos, chilenos y extranjeros, son una importante ventana al estudio de las diversas prácticas sociales de vida, trabajo e identidad que ha caracterizado a Rapa Nui desde inicios del siglo XX hasta la actualidad", agregó el investigador respecto a las razones que movilizaron al equipo a interesarse en el tema.

 El proyecto "El Fundo Vaitea. Patrimonio y Memoria en Rapa Nui durante el periodo de la Compañía Explotadora" es el segundo de esta temática que se aprueba por año consecutivo y en él participarán Felipe Rovano (Arquitecto) y Francisco Rivera (Arqueólogo), además de los historiadores y académicos del Departamento de Antropología de la Universidad de Chile, Claudio Cristino y Flora Vilches.
 
Es, además, una continuación del exitoso proyecto "La Compañía Explotadora de Isla de Pascua. Patrimonio, Memoria e Identidad en Rapa Nui", realizado hace un par de años por el mismo equipo de trabajo.

Según los investigadores, el estudio buscará "investigar el surgimiento, auge y desarrollo de los procesos históricos asociados a la creación del Fundo Vaitea, a partir del análisis de su contexto patrimonial-arqueológico, socio-histórico y su especialidad industrial, así como estudiar la percepción de los actores sociales involucrados acerca del proceso industrial ligado a este fundo, en su dimensión organizacional y temporal pasado, presente y futuro, a partir de una visión antropológica-arqueológica, arquitectónica e histórica de esta".

Los investigadores difundirán, en la comunidad general, los resultados de esta investigación mediante la creación del libro "El Fundo Vaitea. Patrimonio y Memoria en Rapa Nui durante el periodo de la Compañía Explotadora", para contribuir a la puesta en valor del patrimonio cultural, memoria e identidad de este territorio chileno.

lunes, 7 de mayo de 2012

Las letras del horror: cuando las víctimas se toman la palabra


Desde la aparición del hombre sobre la tierra, el miedo ha sido la forma más eficaz para dominar a las personas. Con el paso del tiempo el miedo se ha visualizado en la brujería, el demonio, la tortura, la desaparición forzada de personas, en los aviones, en las mochilas e incluso, en los lugares más inocentes. 

 A partir del 11 de septiembre de 1973, los chilenos vivimos una de las maneras más eficaces de dominación a través del terror como fue la eliminación sistemática por medio de agentes del Estado de seres humanos y la destrucción de la vida de sus familias. 

Para ello, se construyó todo un aparato represivo que tuvo su expresión concreta en la Dirección Nacional de Inteligencia (DINA) y más tarde, en la Central Nacional de Inteligencia (CNI) que continuó con su herencia de muerte y destrucción. 

Recientemente, LOM ediciones, publicó el libro “Las letras del horror” escrito por el periodista de la Universidad de Chile, Manuel Salazar. 

En sus más de treinta años de ejercicio profesional, Manuel Salazar ha trabajado para diversos medios chilenos y extranjeros y ha escrito los libros “La Historia Oculta del Régimen Militar”, junto a Ascanio Cavallo y Óscar Sepúlveda; “Contreras. Historia de un intocable”; “Guzmán: quién, cómo y por qué”; “Bajo sospecha; “Cómo entender al Decano”; “Traficantes & Lavadores”; “Chile 1970-1973″; “El rebelde de Patria y Libertad”; “El crimen organizado a las puertas de Chile”; y “Piñera”. 

Letras, es una investigación acuciosa de las primeras actuaciones de los aparatos de seguridad y la aparición de los cuarteles secretos, donde a los detenidos se les sometía a torturas indecibles que frecuentemente terminaban con su muerte y eliminación de los cuerpos. 

El libro, tiene una lectura que deja que el lector saque sus propias conclusiones siendo, este libro un gran aporte a la historia de nuestro país. 

Esta serie de dos volúmenes, tiene como objetivo dar a conocer como se gestaron estas instituciones de represión, los métodos de aniquilamiento y represión; los cuarteles secretos de detención y tortura; su estructura orgánica; el personal que actuaba para establecer y dar a conocer las circunstancias de las detenciones, torturas y muertes de muchos chilenos para impedir el olvido en nuestra sociedad, con todo su entramado de odio, horror y miedo. 

Durante la lectura del primer volumen, que esta enfocado en la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), se me venía a la mente insistentemente una pregunta que condensa a todas las demás: ¿por qué?. 

En este libro, se advierte como la doctrina de la seguridad nacional había infiltrado a la sociedad chilena permitiendo, más tarde, que muchos de los colaboradores civiles de la represión facilitaran y colaboraran en la delación, detención, tortura y muerte de chilenos. Y son esas personas y grupos sociales y políticos, los que no han querido encarar, hasta ahora, sus responsabilidades frente al horror que vivieron compatriotas suyos, siendo severos con quienes estaban en contra de sus intereses y preferencias pero, siendo comprensivos con la maldad que los beneficio. 

En su investigación, Manuel Salazar, da a conocer nombres, “chapas” y apodos de las víctimas y de sus victimarios; recoge, confesiones y testimonios que algunos de los agentes y colaboradores de la violencia institucionalizada entregaron años después ante los tribunales de justicia; los nexos con el anticastrismo y el neofascismo italiano que prepararon los crímenes del general Prats y de Orlando Letelier como también, el atentado en Roma en contra de Bernardo Leighton y su señora, Anita Fresno. 

El libro, muestra como iban cayendo los opositores; sus tormentos; la impunidad de sus detenciones, el desamparo en que se encontraban, la aplicación de la Doctrina de Seguridad Social para liquidar al “enemigo interno” y los intentos por borrar su memoria, haciendo desparecer sus cuerpos y sus pertenencias sin advertir, que la memoria estaba presente en los recuerdos de las familias de las víctimas de esta represión. 

La palabra horror tiene sílabas que despiertan en nuestra imaginación una incógnita sobre lo que más tememos y este libro, aborda el horror vivido no solo en Chile, sino que en todo el continente. 

Es por eso, que el escritor venezolano Salvador Garmendia diría sobre el horror: "esta imagen espectral del tiempo no es ajena al tiempo llamado universal en el siglo XX; tiempo que se desvanece en sus manos esperando que llegue la eterna noche para salir de las sombras y entrar al mundo de los sueños de los mortales. El horror anida en cada uno de nosotros, es esa parte oscura del ser humano que nunca se verá reflejada en el espejo”. 

En esos años de represión, miedo, suspicacias y horror el lado oscuro de los hombres caminó por un mundo de sombras, de dolor y muerte. Se van a cumplir 39 años  del Golpe Militar y al leer esas páginas, entendí que nos toco un tiempo muy duro, de muchas penas para muchos y entendí las desconfianzas, la forma extraña en que se comportaban algunas familias. 

Este libro nos sirve para rescatar la memoria colectiva e impide, que nos invada el olvido y no recordemos nada de los que nos pasó para no echar en saco roto, los errores cometidos. Estos libros, impedirán que nuestra memoria se convierta en algo vencida y olvidada de si misma, sin que nos sirva de mucho. 

Tal como expresara en un comentario anterior, las voces de quienes se quiso silenciar están sonando cada día más fuerte, porque nada hará callar su dolor ni el dolor de quienes les recuerdan todos los días de la vida, porque mientras estén en nuestra memoria, siempre serán parte de nuestra historia .

SANTIAGO OFF revitaliza la actividad artística durante el verano

Para los organizadores del evento, el festival Santiago Off nació con la finalidad de crear una plataforma para el fomento, promoción y valoración del arte nacional, ofreciendo a la audiencia una gran gama de instancias artísticas bajo una convocatoria popular, masiva y completamente gratuita.


Santiago OFF, durante sus cuatro días (26 al 29 de enero) logró revitalizar la actividad artística durante el verano de 2012 en el Centro Cultural Estación Mapocho.

Claudio Fuentes, Director general del Festival Santiago Off, dijo que la primera edición del Festival Santiago OFF, puso a disposición de la comunidad, una nutrida cartelera teatral, música en vivo, talleres de diversas disciplinas artísticas y foros de discusión sobre la actividad cultural en Chile. Estas actividades se realizaron de manera absolutamente gratuita abogando por conformar una nueva alternativa de fomento a la actividad cultural de nuestro país al potenciarla como una instancia de encuentro y participación ciudadana.

Santiago OFF es un proyecto del departamento de gestión y producción de las compañías “La Fulana Teatro” y “LaFamiliateatro”, quienes además de estar presentes desde la organización del encuentro participaron de este a través de algunos de sus montajes emblemáticos: La Fulana Teatro con “Rimboy” montaje pre estrenado con gran éxito durante el 2010 en Roma, París y Barcelona; y Lafamiliateatro con su premiada pieza teatral “Cuando Juana conoció a Robert Wilson” galardonada  en el Festival de Dirección Teatral  de la Universidad de Chile 2011.

Un total de seis espectáculos teatrales fué completado por la compañía TO2 de Mónica Carrasco y Jorge Gajardo con su obra “Cuestión de principios”. El Centro Experimental de Arte LaCasaRodante, exhibió la obra “Esta difícil condición”. De la mano de la compañía Dies Irae, se mostró el trabajo “KOR. Post teatro” y finalmente Teatro Errante participó con su espectáculo “Huacho Style”.

Los cuatro talleres gratuitos que se impartieron en Santiago OFF (Todos dictados  por profesores expertos en sus temáticas), fueron los siguientes: Danza contemporánea y lenguaje interpretativo, Kalarippayattu (arte marcial de la India), Mimo corporal dramático y Canto teatral.

Las mesas de conversación en Santiago OFF pretendieron generar un espacio de debate sobre diversos temas relacionados con el teatro. Las temáticas fueron “El espacio de la crítica en la escena nacional actual”,  “Un estado de la cuestión: Reflexiones en torno a las nuevas dramaturgias de la última década”, “Liminalidad desde la escena: Performance y política” y “Teatralidades en la obra de Pedro Lemebel”.

La música en Santiago OFF también tuvo un espacio. Los espectáculos fueron los siguientes: Poesía y rock con “Mauricio Redolés”, Caribe colombiano con “Mákina Kandela”, Rap Gourmet con “Ají pa`tu caldo”, Blues y música popular latinoamericana con “Tito Escárate & los Galanes Suplentes”, Fiesta popular con “Sonido Huaico”, Canción popular melodramática con “Me llamo Sebastián” y Performance y sabor con “Banda La Deuda”.

Eduardo Luna, Director de Desarrollo y Asociatividad del Festival Santiago Off, afirmó que durante los meses previos a la realización del festival, recibimos una importante cantidad de propuestas desde Buenos Aires y Paris, sin embargo se nos hacía imposible traerlos, puesto que no contábamos con los fondos suficientes para ello. Para el 2013 prometemos el doble de actividades y también una cartelera Internacional atractiva para nuestro público.

Escritores chilenos en la Feria del Libro de Buenos Aires

Alejandro Zambra, Alejandra Costamagna, Álvaro Bisama, Rafael Gumucio y Cynthia Rimsky serán los autores que representarán a Chile en la Feria del Libro de Buenos Aires 2012, que en su 38ª versión replica el diálogo narrativo latinoamericano efectuado en FILSA 2011


Así lo explica su directora, Gabriela Adamo: “vamos a hacer el diálogo con escritores latinoamericanos durante una semana. Vendrá una delegación cercana a 20 autores, algunos conocidos y otros no tanto, que son los que más nos importa hacer conocer”.

La idea surgió de una charla con Arturo Infante, presidente de la Cámara del Libro chilena, “sobre las dificultades de la literatura latinoamericana para circular entre los distintos países del continente y una posibilidad era poner las ferias al servicio de esta circulación” agregó.

Uno de los principales atractivos que tuvo la 31ª Feria Internacional del Libro de Santiago 2011, fue el 1er Encuentro Diálogo Narrativo Latinoamericano, donde 15 escritores consagrados y emergentes se dieron cita para reflexionar en torno a las barreras que imposibilitan la llegada de sus voces literarias a la gran comunidad de lectores hispanohablantes.

La iniciativa surgida desde el nuevo Directorio de la Cámara Chilena del Libro que contó con el apoyo del Consejo Nacional del Libro y la Lectura, este año será replicada en la 38ª Feria del Libro de Buenos Aires.

Para la escritora Cynthia Rimsky, “en los diálogos encontré a escritores latinoamericanos con los que descubrí afinidades y cruces literarios, amistades que continúan hasta hoy y de las que han resultado interesantes intercambios y volvió a despertar mi interés por leer escritores latinoamericanos y, como una cosa lleva a la otra, fui encontrando por azar libros de otros escritores latinoamericanos no necesariamente actuales”.

Rimsky asegura que replicar la experiencia, ahora en la 38ª Feria del Libro de Buenos Aires, “representa una posibilidad de abrirnos a sostener un diálogo intelectual sobre más temas que nuestros respectivos libros para que se abran posibilidades reales de coedición, distribución, encuentros con universidades, residencias para escritores, y otras instancias que permitan un cruce constante de las ideas y de los libros a través de la Cordillera, no solo de los autores actuales, sino de las tradiciones literarias de ambos países”.

Para el venezolano Juan Carlos Méndez, la oportunidad de conocer y dialogar con sus pares chilenos en FILSA 2011 fue estimulante y enriquecedora: “cuando yo estudiaba en la universidad se pensaba que de Chile como un país eminentemente de poetas y se hablaba de Donoso. Ahora me doy cuenta que está cambiando el panorama y la percepción de Chile como país literario. Ya se empieza a hablar con cierta fluidez de narradores chilenos. No obstante, en mi caso soy de aquellas personas que no establezco relaciones con las literaturas de los países sino que con sus autores, con voces, con temas”.

Paz Balmaceda, Secretaria Ejecutiva del Consejo Nacional del Libro y la Lectura, expresa que “las Ferias del Libro, son una instancia de fomento de la lectura importantísimas. Ponen a la lectura y al libro en un lugar mucho más visible y mediático del que tienen habitualmente. No solo por la posibilidad de estar en contacto con novedades y catálogos diversos en un mismo lugar y espacio, sino porque se constituyen como la única instancia de encuentro entre personas y los libros”.

El primer diálogo latinoamericano generó un debate entre los escritores de la región y un trabajo en conjunto, lo que contribuye a la  difusión de la literatura latinoamericana de manera más efectiva, a la posibilidad de una comercialización más directa sin la mediación española generando intereses más estrechos entre los países de la región.

En la 38ª Feria del Libro de Buenos Aires, ya está confirmada la presencia de escritores provenientes de Paraguay, Bolivia, Uruguay, Ecuador, Puerto Rico, Costa Rica, México, Colombia y Chile, mientras siguen los ajustes de agenda para que concurran otros escritores regionales.

Publicada Claraboya, novela póstuma de José Samarago

El libro póstumo de José Saramago “Claraboya” fue presentado el mediodía de este jueves a través de una video conferencia por Pilar del Río, presidenta de la fundación que lleva el nombre del Nobel de Literatura de 1998.

“En este libro está contenido José Saramago” afirmó Pilar del Río al referirse a esta edición póstuma. Pero, ¿por qué ahora esta publicación?, ¿cómo es posible que Claraboya siguiera inédita 60 años después? 

La historia resulta tan conmovedora y asombrosa que bien podría haber sido argumento de una de las novelas que el Nobel portugués regaló a los lectores a lo largo de su vida. 

Se convierte en un conmovedor microcosmos que tiene como telón de fondo la dictadura portuguesa de Salazar, la más longeva de Europa; como música ambiental la Tercera Sinfonía de Beethoven, la Marcha Fúnebre de Chopin, La danza de los muertos de Honeggerm y el fado portugués; como autores de cabecera a Shakespeare, Diderot, Eça de Queirós y  una pregunta de Fernando Pessoa que flota en el denso, tantas veces enrarecido ambiente que lo envuelve: « ¿Deberemos ser todos casados, fútiles, tributables?» 

Esto es, en esencia, Claraboya, la obra que José Saramago escribió hace más de sesenta años, entre los cuarenta y cincuenta del pasado siglo, y cuyo manuscrito entregó a una editorial portuguesa en 1953. 

Pilar del Río, presidenta de la Fundación José Saramago y traductora de su obra, cuenta en el prólogo de Claraboya –titulado El libro perdido y hallado en el tiempo– que una mañana de 1989, Saramago recibió una llamada de la editorial para informarle de que el manuscrito había sido encontrado en una mudanza de sus instalaciones y que considerarían un honor publicarlo entonces. “Obrigado, ahora no”, respondió el autor.

Ese mismo día recuperó su novela y tuvo, por fin, una respuesta por parte de la editorial a la que le había confiado el original de Claraboya, “la que le fue negada cuarenta y siete años atrás, cuando tenía treinta y uno y todos los sueños a punto. Aquella actitud de la editorial del Diario de Noticias le sumió en un silencio doloroso, imborrable y de décadas”, explica del Río. No en vano, Saramago no volvió a escribir hasta veinte años después. 

Aunque sus más cercanos intentaron convencerlo de que publicara Claraboya, “donde ya se observaba lo que después acabaría desarrollando plenamente: su propia narrativa”, una vez recuperada, el autor decidió que no se editaría mientras viviera. 

Ahora, se publica Claraboya, para sus lectores en castellano, quienes también podrán constatar lo que el mismo autor señaló: que muchos aspectos de este libro, el segundo que escribió después de la publicación en 1947 de Tierra de pecado, están relacionados con su modo de ser. 

“¿Cómo es posible que el jovencito de veintitantos años escribiera con tanta madurez, tan seguro, que ya enunciara obsesiones literarias y dejara ver su mapa de trabajo y sentimental de una forma tan explícita? ¿De dónde sacó Saramago la sabiduría, la capacidad de retratar personajes con tanta sutileza y economía narrativa, de proponer situaciones anodinas y sin embargo tan profundas como universales, de introducción? 

Esta es, sin duda, una novela de personajes. En ella están contenidos los personajes masculinos de Saramago, “hombres de pocas palabras, solitarios, libres, que necesitan el encuentro amoroso para romper, siempre momentáneamente, su forma concentrada e introvertida de estar en el mundo”, explica su traductora. 

“También están las mujeres fuertes de Saramago, donde su capacidad transgresora se hace más evidente y descarnada” agrega del Río. 

En Claraboya, hay una mirada lúcida, compasiva, con humor y en el cual experimenta la hipertextualidad, ya que intercala los diálogos de seis familias en igual número de departamentos. Para la época en que fue escrito, sin ser un libro político, rompía los esquemas de la época lo que pudo haber influido para no ser publicado.

Pilar del Río explicó que para quienes recibieron el manuscrito de un escritor desconocido, “era una situación muy fuerte, muy arriesgada el defenderlo ante la censura y la sociedad, para el poco provecho que aportaría. De ahí que el libro se quedara relegado, sin un sí comprometido, sin un no que pudiera comprometer en el futuro”.  La publicación que ahora ve la luz, es por expreso deseo de su autor, que dejó en manos de sus herederos la decisión de su publicación. 

Claraboya es la historia de un edificio en el que viven seis humildes familias cuyos miembros “se ven sucesivamente envueltos en un enredo”, según palabras del propio autor. 

La rutina, el vivir cotidiano, teje hilos invisibles que atrapan y relacionan a los distintos personajes en una trama, que no es otra cosa que la misma vida, donde  –en palabras de Pilar del Río–  “la familia no es sinónimo de hogar, sino de infierno, las apariencias tienen más fuerza que la realidad, ciertas utopías que aparecen como objetivos loables son, páginas después, descritos como relativos, donde se condenan de forma explícita los malos tratos a las mujeres o se narra con naturalidad el amor entre personas del mismo sexo, expresado con angustia personal aunque sin condena por la mirada del autor”. 

Es a través de una claraboya y de manera queda, es que el lector se introduce en cada casa, en cada vida y espía las frustraciones, anhelos, nostalgias, miedos, alegrías y tristezas que por corrientes terminan siendo universales. 

Sin embargo, y a pesar de los años transcurridos entre la escritura del libro y su publicación, la realidad que retrata sigue vigente en Lisboa y en todo el mundo, donde hay miles de personas que día a día se levantan a trabajar, a vivir una dura realidad, pero, que a pesar de la pobreza logran encontrar momentos de belleza en sus vidas. 

José Saramago (Azinhaga, 1922-Tías, Lanzarote, 2010) Premio Nobel de Literatura 1998, es uno de los escritores portugueses más conocidos y apreciados en el mundo entero. En España, a partir de la primera publicación de El año de la muerte de Ricardo Reis, en 1985, su trabajo literario recibió la mejor acogida de los lectores y de la crítica. 

Otros títulos importantes son Manual de pintura y caligrafía, Levantado del suelo, Memorial del convento, Casi un objeto, La balsa de piedra, Historia del cerco de Lisboa, El Evangelio según Jesucristo, Ensayo sobre la ceguera, Todos los nombres, La caverna, El hombre duplicado, Ensayo sobre la lucidez, Las intermitencias de la muerte, El viaje del elefante y Caín. 

También se ha publicado Poesía completa, Cuadernos de Lanzarote I y II, Viaje a Portugal, el relato breve El cuento de la isla desconocida, el cuento infantil “La flor más grande del mundo”, el libro autobiográfico Las pequeñas memorias, El Cuaderno, Saramago en sus palabras y El último cuaderno, un repertorio de declaraciones del autor recogidas en su blog personal y en la prensa escrita. 

Además del Premio Nobel de Literatura 1998, Saramago fue distinguido por su labor con numerosos galardones y doctorados honoris causa. 

Se lanzó el libro "Nuevas Plumas" 2024

  El nuevo libro de Berrinche Ediciones, que recoge las 15 mejores crónicas del I Premio Nuevas, por fin verá la luz en una nueva versión de...