jueves, 1 de julio de 2021

Festival Internacional de Cine de Valdivia anuncia adelantos de su programación 2021

 La 28º edición del Festival Internacional de Cine de Valdivia se llevará a cabo entre el 11 y el 17 de octubre y Loise Weber, Kira Muratova, Jocelyne Saab, Carlos Álvarez y Julia Sabogal, Chantal Akerman, Eric Pauwels y Boris Lehman forman parte de los homenajes de esta edición 2021.

Raúl Camargo, director del Festival, destaca que “a partir de la experiencia de 2020, en donde realizamos un festival completamente online junto a una serie de actividades culturales, tenemos la ilusión de realizar, para esta nueva edición, un festival de modalidad mixta presencial y virtual, que nos permita comenzar a retomar las instancias de encuentro del público con las películas, por supuesto con la implementación de todas las medidas de seguridad y prevención, en coordinación con las autoridades correspondientes.

Somos conscientes que la contingencia sanitaria no ha sido superada, por lo que hacemos un fuerte llamado a cuidarnos entre todos. Como festival, tenemos una misión con nuestro público, pero también con la ciudad de Valdivia y con la Región de Los Ríos, queremos reactivar y promover la actividad cultural y artística, darle un impulso al territorio y a sus técnicos y profesionales que nos apoyan año a año”.

El Comité de Selección Oficial, integrado por los programadores Isabel Orellana, Vanja Munjin, Victor Guimarães y el director de FICValdivia, Raúl Camargo, han seleccionado las primeras cinco películas de un total de 15 obras que serán parte de nuestra Competencia Largometraje

One image, two acts, de Sanaz Sohrabi, estrenada mundialmente en Rencontres Internationales du Documentaire de Montréal 2020; Taming the garden, de Salomé Jashi, estrenada mundialmente en Sundance 2021; Que será del verano, de Ignacio Ceroi, estrenada mundialmente en Berlinale Forum 2021; Ste. Anne, de Rhayne Vermette, estrenada mundialmente en Berlinale Forum 2021 y finalmente, Summer, de Vadim Kostrov, estrenada mundialmente en Sheffield DocFest 2021;

Todas estas películas estarán disponibles de manera online para todo el territorio nacional, y si las condiciones sanitarias así lo permiten también serán exhibidas de manera presencial en Valdivia.

Por otra parte, FICValdivia se caracteriza por vincular lo mejor del cine contemporáneo con la propia historia del cine, honrando todos los años a una serie de películas y cineastas que a nuestro entender han sido fundamentales a nivel artístico y político en el devenir de esta hermosa disciplina.

Este año los homenajes del 28º FICValdivia 2021 partirán con la sección Miradas Cruzadas que busca, rescatar obras que en el momento de su realización permanecieron invisibilizadas por un statu quo estructural, ideológico o productivo.

En razón de ello, se ha programado dos cintas muy diferentes dirigidas por mujeres y que sufrieron a su modo formas distintas de invisibilización.

La primera de ellas es The blot, drama social dirigido por Loise Weber (1879-1939), la primera y única mujer realizadora en el contexto del cine mudo estadounidense. Weber construyó, entre 1911 y 1935, una carrera de más de ciento cincuenta películas, la mayoría de ellas cortometrajes y esta película, producida al margen de los estudios ya establecidos, corresponde al último tramo de su abundante y hoy desconocida obra.

A partir de un guión de la directora, The blot es la historia de un empobrecido profesor universitario que educa a los hijos de las familias más adineradas de la ciudad, entre ellos a un muchacho interesado afectivamente en la hija del maestro.

La precariedad de la familia y sus urgencias para subsistir a pesar del sacrificio del padre son abordadas por la directora con una clara vocación de denuncia.

La segunda es Larga despedida (1971), tercer largometraje de Kira Muratova (1934-2018), cineasta soviética contemporánea de Andrei Tarkovsky y que, más tempranamente que él, fue aplastada creativamente por el aparato represivo del régimen.

Muratova, quien ya había sufrido cuestionamientos y censura en su primera obra (Nuestro pan de cada día, codirigida en 1965 con Alexander Murátov) debió soportar la prohibición de Breves encuentros (1967) y también con su tercera obra.

Larga despedida, se estructura narrativamente de manera muy libre a partir de la relación entre una madre y su hijo. Las licencias expresivas que Muratova se tomó en esta película, fueron consideradas alejadas formal y temáticamente de la estética del realismo socialista y ello motivó, la prohibición de la cinta hasta 1987 cuando se libera y gana el premio Fipresci, en el Festival Internacional de Cine de Locarno.

Por otro lado, se exhibirá los trabajos de la libanesa Jocelyn Saab (1948-2019), que dedicó su vida a más de una expresión artística, pero fue con su trabajo cinematográfico, preferentemente documental, que abrió la puerta a la modernización del cine libanés a partir de los años setenta.

Su obra, está marcada por la vocación de registro y contingencia y desde ahí, observó el desarrollo de las tensiones internas en su país, marcadas por conflictos bélicos, especialmente, a partir de la guerra civil en 1975 y la posterior intervención de Israel.

Durante ese proceso, Saab registró vio como su propio hogar se transformaba en llamas y escombros. Ese mismo fulgor destructivo, la llevó a desarrollar desde el reportaje de guerra y el documental, desde la ficción y el video ensayo, una filmografía llena de fuerza, acción, desgarro y poesía.

Jocelyne Saab es una artista esencial de la cual ofreceremos una selección representativa de sus más de 40 años de militancia cinematográfica:     

Los títulos que se exhibirán son Les femmes palestiniennes. Francia, 1974, 16 minutos; Les enfants de la guerre. Francia, 1976, 10 minutos; Beyrouth, jamais plus. Líbano, 1976, 35 minutos; Lettre de Beyrouth. Líbano, 1978, 52 minutos; Beyrouth, ma ville. Líbano, 1982, 37 minutos; Il était une fois Beyrouth, histoire d'une star. Líbano-Francia, 1994, 100 minutos; Imaginary postcard. Turquía, 2016, 6 minutos.

Este tercer foco, está dedicado a la obra de dos cineastas colombianos que confluyeron en la manera de entender el cine tanto en la urgencia identitaria de su formato (8mm o 16mm) como en el sentido político de su discurso.

Carlos Álvarez (1943-2019) fue una pluma temprana de la crítica de cine a comienzos de los sesenta y a lo largo de esa década su vocación se fue ampliando hacia la reflexión en torno a la identidad del nuevo cine en su país como también hacia la realización de largos y cortos documentales junto a su compañera Julia Sabogal, quien también está presente en este foco con su único trabajo como directora.

Tanto Álvarez como Sabogal, fueron parte de una generación de realizadores que apostaron por la marginalidad como identificación estética y como especificación de su propia concepción política compromiso, que les significaría a ambos detención y tortura a mediados de los años setenta, en medio de la aceleración del conflicto entre las guerrillas y el Estado durante esa década.

Carlos Álvarez y Julia Sabogal ejemplifican el compromiso artístico-cinematográfico con la justicia social y la generosidad, de compartir una obra que hoy no sólo es urgente rescatar, sino que también restaurar para su preservación futura.

Las obras a exhibir son Asalto, de Carlos Álvarez. Colombia, 1967, 8 minutos; Colombia 70, de Carlos Álvarez. Colombia, 1970, 5 minutos; Un día yo pregunté, de Julia Sabogal. Colombia, 1970, 8 minutos; ¿Qué es la democracia? de Carlos Álvarez. Colombia, 1971, 45 minutos; Los hijos del subdesarrollo, de Carlos Álvarez. Colombia, 1975, 42 minutos.

La cuarta sección trata de cine belga en primera persona

Aquí se podrán conocer tres cineastas fundamentales en la historia del cine de ensayo, que son reunidos aquí con dos obras representativas de cada uno, gracias al apoyo de la Delegación Valonia-Bruselas en Chile, mostrando tres miradas desde la intimidad de un yo en donde el desplazamiento es clave, desde el documental a la ficción en el cine de una veinteañera Chantal Akerman;  del lugar del padre al del hijo en las obras de un Eric Pauwels en plena adultez hasta las vitales caminatas, las reflexiones y encuentros que allí surgen en la filmografía de un casi octogenario Boris Lehman.

Chantal Akerman (1950-2015) construyó desde la constitución identitaria de la mujer, una reflexión sobre la modernidad femenina en donde la presencia en espacios físicos concretos -muchas veces desolados y fantasmales- define, también, una voluntad por dar cuenta de una toma de control al mismo tiempo corporal y sexual.

De Akerman se exhibirán dos de sus primeros largometrajes, el seminal Je, tu, il, elle, donde la propia directora, encarna a una mujer que habita un desolado apartamento y los encuentros ocasionales con parejas fugaces, en los que la directora aborda una manera específica de abordar el tiempo cinematográfico y su despliegue, en la concepción del plano y de las escenas.

Esta misma concepción, es llevada sin contemplaciones en Jeanne Dielman, 23 Quai du Commerce, 1080 Bruxelles (1975) -relato minucioso sobre la cotidianidad de una mujer de clase media que, para financiar su supervivencia se prostituye ocasionalmente-, que se convertirá en una de las películas más importantes del cine belga.

En un foco diferente, Eric Pauwels (1953) desarrolló su acercamiento al audiovisual de la mano del documentalista francés Jean Rouch, quien lo acercó hacia el cine etnográfico desde donde derivó en su propia obra, hacia un registro subjetivado donde es su propia mirada, en primera persona, la que da cuenta de sus observaciones.

Destacan en ese contexto, las dos películas que serán parte de esta muestra: Lettre d’un cineaste à sa fille (2002), en la que la hija del realizador lo insta a reflexionar en torno al papel del cineasta como contador de historias y La deuxième nuit (2016), en donde la agonía de su madre moribunda hace a Pauwels evocar la relación entre nacimiento y muerte.

En el ámbito netamente experimental, el cine de Boris Lehman (1944) derivó de la crítica hacia la experimentación en el formato documental y en él, ha realizado cerca de 40 obras entre cortos y largometrajes.

De su extensa obra, FICValdivia ha seleccionado dos de sus películas más recientes para incluir en este foco. En Oublis, regrets et repentirs, que fue estrenada mundialmente en FICValdivia 2016, el director registra su propia cotidianidad a lo largo de 24 horas.

En tanto en Une histoire de cheveux (Sibérie) (2020), Lehman entrecruza la idea de la fragilidad del cuerpo con experiencias límites como, la de quienes pasaron por los campos de concentración, en una película que también tendrá a FICValdivia como su primer festival en el mundo, lo cual nos enorgullece enormemente.

Todas estas películas, estarán disponibles de manera online para todo el territorio latinoamericano y si las condiciones sanitarias así lo permiten, también serán exhibidas de manera presencial en Valdivia.

 El Festival Internacional de Cine de Valdivia es fundado y organizado por la Universidad Austral de Chile; producido por el Centro Cultural de Promoción Cinematográfica de Valdivia; invita la Ilustre Municipalidad de Valdivia, el Gobierno Regional de Los Ríos y Codeproval.

Este festival es financiado por el Fondo de Fomento Audiovisual y el Programa Otras Instituciones Colaboradoras del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio y el aliado principal Direct TV y el auspiciador oficial es BancoEstado.

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