El Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA) capturó nuevas imágenes del Sol donde se aprecian sorprendentes detalles, como el centro oscuro y retorcido de una mancha que tiene casi el doble de diámetro que la Tierra.
Estas imágenes se obtuvieron en el marco del proceso de prueba y verificación desarrollado por ALMA para poner la capacidad de observación solar a disposición de la comunidad astronómica internacional.
Pese a haber sido diseñado sobre todo para observar objetos particularmente tenues y muy lejanos del Universo, como las galaxias y los discos protoplanetarios que rodean estrellas jóvenes, ALMA también es capaz de estudiar astros de nuestro propio sistema solar como planetas, cometas e incluso el Sol.
Estas imágenes de una enorme mancha solar fueron obtenidas por ALMA el 18 de diciembre de 2015 con el receptor de Banda 6 en una longitud de onda de 1,25 milímetros y el receptor de Banda 3 en una longitud de onda de 3 milímetros.
Las manchas solares son fenómenos pasajeros que ocurren en partes del Sol donde el campo magnético es extremadamente intenso y concentrado. Estas zonas son menos calientes que su entorno, de ahí que parezcan relativamente oscuras.
Las imágenes son básicamente mapas de diferencias de temperatura en una capa de la atmósfera del Sol conocida como cromosfera, que se encuentra justo encima de la superficie visible del Sol llamada fotosfera al revés de la cromosfera que es considerablemente más caliente que ella.
ALMA permitirá investigar aspectos clave de la cromosfera como su calentamiento y sus dinámicas, puesto que las observaciones realizadas en longitudes de onda más cortas permiten estudiar la cromosfera con más detalle que las longitudes de onda más largas. De esa forma, las observaciones en longitudes de 1,25 mm (Banda 6) abarcan una capa de la cromosfera que se encuentra más cerca de la superficie visible del Sol que las observaciones realizadas en 3 mm
Durante un período de 30 meses entre 2014 y 2016, los astrónomos usaron ALMA en configuraciones de una sola antena y de múltiples antenas para detectar y obtener imágenes de la luz emitida en longitudes de onda milimétricas por la cromosfera del Sol, la zona que está inmediatamente encima de la fotosfera, superficie visible del Sol.
Estas nuevas imágenes, demuestran la capacidad de ALMA para estudiar la actividad solar en longitudes de onda más largas que las que se podrían ver con los típicos observatorios solares presentes en la Tierra y añaden, una importante capacidad al rango de observaciones que se pueden usar para estudiar la física de la estrella más cercana a nosotros.
Tim Bastian, astrónomo del Observatorio Radioastronómico Nacional de Estados Unidos, en Charlottesville (Virginia, EE. UU) expresó que “estamos acostumbrados a observar el Sol en luz visible, pero es poco lo que nos dice sobre la superficie dinámica y la atmósfera energética de nuestra estrella más cercana. Para entender bien el Sol, tenemos que estudiar todo el espectro electromagnético, incluidas las emisiones milimétricas y submilimétricas que ALMA puede observar”.
Como nuestro Sol es miles de millones de veces más luminoso que los tenues objetos normalmente observados por ALMA, el equipo de puesta en marcha de las operaciones solares tuvo que desarrollar métodos especiales para que este radiotelescopio fuera capaz de obtener imágenes del Sol sin riesgos para su delicada electrónica.
El resultado de este trabajo se plasma en una serie de imágenes que reflejan la visión única de ALMA y su capacidad para estudiar nuestro Sol en distintas escalas.
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