La vida creativa de Horacio Salinas (Lautaro, 1951) ha estado siempre asociada a la historia de Inti-Illimani, primero, y luego de Inti-Illimani Histórico.
Ha sido director y guitarrista de
ambos grupos, pero su música ha sobrepasado esos márgenes desde
inicios de los ‘80.
Repartido en grabaciones descatalogadas y registros que han permanecido
ocultos, ese repertorio ha sido recuperado en el más ambicioso de los
lanzamientos que el sello Aula Records ha emprendido en sus cinco años de
existencia: Música imaginada, una serie de seis discos ya disponible en
formato digital, que próximamente será editada también en vinilo.
La recopilación también tiene una edición en CD que se podrá encontrar
este fin de semana en la Feria Pulsar, donde Aula Records tendrá
un stand con todo su catálogo. Además, Salinas ofrecerá un concierto
durante el evento: será el viernes 8 de diciembre (18:30 hrs.) junto
al guitarrista Romilio Orellana, con quien abordarán parte del
repertorio que estamparon en el disco Sinfonía democrática (2022),
que también se podrá encontrar en Pulsar.
Concebida como una antología, Música
imaginada comienza con reediciones de tres discos que se encontraban
prácticamente perdidos. Primero, dos álbumes editados originalmente por el
sello Alerce: La música de Horacio Salinas (1986) y Trazos
de cielo sur (1991), con música creada para producciones de cine, teatro y
televisión, realizadas en Italia, Alemania, Finlandia, Canadá y Chile.
Luego, Remos en el agua (2003),
oficialmente su único trabajo como solista, dedicado a la poesía de Patricio
Manns, Jorge Teillier y Aquiles Nazoa y publicado justo antes
del surgimiento de Inti-Illimani Histórico.
El cuarto volumen ya contiene una
creación inédita: diez piezas que Salinas escribió en 2006 para Río, una
obra de videodanza de la coreógrafa Mariela Cerda. De este trabajo ya
se habían anticipado los singles “El río” y “La hostería”.
El
quinto título de la serie es una reedición de El Húsar de la Muerte, banda
sonora para la película muda de Pedro Sienna que relata las
aventuras de Manuel Rodríguez. Publicado originalmente en 2020, es el
único disco que formaba parte del catálogo de Aula Records.
Finalmente, el sexto volumen de Música imaginada está cargado de
actualidad: su primera parte está dedicada a Suite Patagonia, una obra
estrenada en el Teatro Municipal de Santiago, durante el Festival Santiago
a Mil 2022, que ahora fue grabada por la Orquesta Usach, dirigida
por David del Pino Klinge y Francisco Núñez.
De
las sesiones participaron también tres integrantes de Inti-Illimani
Histórico: Camilo Salinas (piano), Danilo Donoso (percusión)
y Hermes Villalobos (sikus y percusión). El mismo disco contiene más
novedades, con una decena de registros inéditos y tomas en vivo de la etapa
solista de Salinas, que hasta ahora eran desconocidos y fueron agrupados
bajo el título Demos en el agua.
“Suite Patagonia es una obra que podría tener un carácter descriptivo y
nace de la emoción de esos parajes, pero también de la trágica historia humana
que se vivió allá. Como toda la música que hago, es susceptible de ser danzada,
por eso es una suite”, comenta Horacio Salinas.
“Me honra que sea la Orquesta Usach la
interesada en este trabajo y que sea su sonido el de la grabación. Es
inteligente, y va con la necesidad de los tiempos, la atención que ha puesto
la Usach en músicas de diversos autores de hoy y de ayer”.
¿Hay un elemento común a esta música
desarrollada por más de cuatro décadas? “Podría ser el modo en que
emocionalmente me dispongo hacia la música, que es un misterio para mí. Cuando
me dicen que una melodía es inconfundiblemente mía, no sé de qué se trata
verdaderamente”, responde el director de Inti-Illimani Histórico.
“Hay cosas muy diversas en esta recopilación,
pero lo común es aquello que me interesa decir con la música: comunicar una
fuerte emoción, que es una profunda y melancólica felicidad con la que vivo”.
Acuarela sudamericana
El arte de Música imaginada fue
encargado al pintor Pablo Echaurren (Roma, 1951), quien ha
desarrollado la mayor parte de su trabajo en Italia y ha expuesto su trabajo en
ciudades como Berlín, Zúrich, París, Londres, Nueva York y Filadelfia. Hijo del
artista chileno Roberto Matta y la actriz italiana Ángela Faranda,
su obra recién se pudo ver en Chile en 2016, cuando el Museo de Bellas Artes
acogió la exposición Make art not money.
Pablo Echaurren ya había creado la carátula de Fiesta (2017),
un disco de Inti-Illimani Histórico, y ahora trabajó una acuarela sobre
papel que se transformó en la carátula de Música imaginada.
“Para mí, Horacio Salinas representa
el espíritu sudamericano más sincero y original, el espíritu de una tierra a la
que de alguna manera pertenezco, aunque solo haya estado allí una vez y no
hablo español”, explica. “Cuando escucho su música, inmediatamente empiezo a
‘hablar’ español y a escuchar sudamericano. Es una transfusión de notas que se
transforman en color y signos”.
“Quiero subrayar el inmenso poder de sugerencia y emoción que la música
de Horacio representa para mí, para Italia y para todo el mundo no
comprometido por la industria cultural. Ser parte de su flujo creativo, aunque
sea por un detalle y un instante, me llena de orgullo. Me devuelve un poco de
esa sangre chilena que también corre por mis venas”, agrega.