llega una gris visita
nos trae mucho frío
y desde el
cielo, gotitas".
Las adivinanzas suelen estar dirigidas a los niños y
niñas para que deduzcan los nombres de animales, frutas, objetos... Más allá
del componente lúdico que tienen sus rimas, son una rica fuente de
aprendizaje y desarrollo mental de los pequeños y pequeñas. Ante una
adivinanza, deben estar atentos al enunciado, analizar y razonar para encontrar
la respuesta.
Como los refranes, las adivinanzas son milenarias y
forman parte de la cultura popular. Abarcan aspectos sociales, históricos
y culturales de cada país, ciudad o lugar y refieren a elementos muy presentes
en la vida diaria.
Suelen ser anónimas, se transmiten de generación en
generación, adaptándose a los modismos y a los rasgos propios de cada época,
pero siempre a través de la comunicación oral. Por ello constituyen una parte
insoslayable del acervo cultural.
Compilado por Enrique Marchant e ilustrado por Sandra
Conejeros, 101 adivinanzas chilenas para niños y niñas es un libro
que aporta al desarrollo del razonamiento deductivo a través de juegos verbales
que conjugan la lírica y el ingenio.
Acertijos que recorren la flora y fauna de Chile, comidas
típicas, instrumentos musicales, juegos, fenómenos atmosféricos y de la
naturaleza, entre muchos otros.
Con dos ediciones en menos de seis meses, este libro se
ha convertido en una herramienta de diversión y aprendizaje de niños y niñas.
Enrique Marchant Díaz (Santiago de Chile, 1960).
Estudió Pedagogía en Castellano y se tituló de profesor en 1982. Además de la
docencia, ha trabajado como editor y corrector de textos para diversos sellos.
Ha escrito numerosos cuentos y poemas los que han sido reconocidos con premios
en Chile, Argentina y Perú.
Está disponible en librerías de todo Chile, y también en formato digital en plataformas como Amazon, Google Play y Patagonia Ebooks.
No hay comentarios:
Publicar un comentario