En el camino, esa misma imaginación, que habita los dos lados de la frontera entre el conocimiento y la fantasía, ha creado bestias de todos los tamaños y colores. El Unicornio, la Mantícora, el Ave Fénix, el Centauro, las Sirenas, el Cíclope o el Dragón son algunos ejemplos.
Toda la literatura se podría entender como un compendio de bestias (nos referimos a los seres imaginarios, no a los escritores). No es casual que el primer libro de Borges sea el «Bestiario» y años después haya concebido «El libro de los seres imaginarios».
El sur del
continente americano es un fértil terreno para el afán de sincretismo bestial
del mono más adelantado. En una dimensión paralela está Suralia, territorio
poblado de bichos conmensurados y de paisajes sobrecogedores.
Árboles Nube |
Yuri Soria Galvarro, narrador y poeta y Marcelo Paredes, artista plástico, ambos
radicados en Puerto Montt, publican este libro que reúne a 75 seres originarios
de Suralia, una dimensión paralela del sur de nuestro país, “una especie de
espejo distorsionado, creemos qué mejor, del mundo en que vivimos” explica
Paredes, que lleva más de treinta años dibujando Suralia,
En Suralia se reúnen personajes,
ilustrados por Marcelo Paredes e historias relatadas por Yuri Soria Galvarro.
“Creemos que Suralia es un mundo mejor, porque
sus seres llevan la vida con más humor que nosotros, aunque también porta buena
parte de nuestras desgracias, tonos menores y prejuicios” dice el escritor.
“¿Qué nos inspira?”, reflexiona Paredes…”
La madera, follaje, viento, humedad, ventanas, viajes, aire, frío, leña, hogar,
tejuelas, escamas, peces voladores, etc. Todo el sur que se nos impregna desde
niños se ha colado en Suralia”.
“Esta es una vieja saga que me acompaña desde hace 30 años”, dice Paredes y en ella, podremos conocer algunos de estos personajes; la isla del Picoroco Dormido, al Volcán Isla Volador, a la Tetera Móvil Special, a la Menina del Bosque, al Submarino Portátil de Fierro, al Caballo Marino Familiar, a los Hombres Pájaro, a los Árboles Nube, al Tren Repartidor de Paisajes, al Chorlo Rayado de Manta Corta, al ISFAP de la Iglesia Primitiva y al Caracol Monte, entre otros.
“Los dibujos fueron primero y en algunos
casos, fue complejo tratar de traducir a nuestro idioma la realidad de Suralia,
pero gracias extensas jornadas de conversación, aderezadas de cenas opíparas y
buen vino, el proyecto salió adelante.
El libro está dedicado a Luis Sepúlveda”, recalca Soria Galvarro, quien explica “que como en el hemisferio sur vive sólo el 10 % de la población mundial, tenemos más espacios vacíos, naturaleza y libertad. Por eso el portal para cruzar a Suralia está acá”.
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