Afortunadamente, en el comercio existe una gran oferta
de textos para todas las edades y temáticas, hasta hace poco impensadas, por lo
que no hay excusas para darle un nuevo sentido a esta festividad y regalar
libros.
“El hábito lector puede desarrollarse incluso desde
los primeros meses de vida, por eso es importante que los adultos se involucren
en este proceso”, comenta Carla Saldívar, asesora pedagógica de la Editorial
Ziemax.
En esta línea, la profesional aconseja para esta
Navidad, “aprovechar los intereses propios de las niñas, niños y adolescentes,
para que estos sean una plataforma que los inspire a acercarse a un libro y al
conocimiento”.
Para los más pequeños, los libros con imágenes grandes
son ideales, al igual que aquellos que son interactivos, con sonidos y
texturas.
Desde pre kínder, en tanto, Carla Saldívar señala que
“los niños y adolescentes son más audiovisuales, por lo que podemos aportar
regalando un libro que vaya más allá de la película, serie de televisión o
videojuego, por ejemplo, en el caso de una saga, acercarse al contexto
histórico o a los valores de sus personajes”, explica.
Asimismo, la asesora pedagógica de la Editorial Ziemax
indica que las historietas, comic y mangas son totalmente válidos, ya que
de todas formas están acercando al proceso lector, “hoy en día es todo tan
visual, se han criado en ese contexto, por lo que pensar en no incorporarlo
como un aliado, podría ser una mala estrategia”.
Por otro lado, en este mes también comienzan las
vacaciones, por lo que Carla Saldívar hace un llamado a mantener el hábito
lector, ya que la lectura es un vínculo con el mundo que nos rodea, con la
curiosidad y con el aprendizaje. “Cuando los niños salen del colegio esta
obligación lectora desaparece y con ella la oportunidad de seguir activando el
pensamiento”.
Tips para desarrollar y/o fortalecer el hábito lector
Para Carla Saldívar lo primordial para incentivar el
interés por la lectura es que los niños vean a sus padres leyendo ya que ellos
van a ejecutar la misma acción, “es importante que nos puedan ver como un
ejemplo, en una casa donde no hay libros y donde los adultos no leen es más
difícil motivar la lectura, debemos incorporar la acción de leer para que
nuestros niños lo puedan observar”, declara.
Dentro de los consejos que la profesional entrega,
están:
- Buscar lecturas interesantes para nuestros hijos,
llevarlos bibliotecas o lugares donde puedan tener contacto con los libros.
- Diversificar los momentos de lectura, leer durante
el día o ir a un parque, porque si lo dejamos como una rutina sólo antes de
dormir se puede asociar a que leer los hace dormir.
- Involucrarse en los intereses de nuestros hijos y
buscar aquellos textos que profundicen en las historias que siguen a través de
las pantallas.
- No forzar la lectura, ya que en la obligación no nace el interés. Debemos hacer que surja desde nuestros propios hijos, niños y adolescente, instalarla en el hogar y generar los momentos para ojear y leer libros.
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