Quienes no han recorrido el museo desde el
verano pasado se encontrarán con nuevas y contingentes temáticas, que van desde
los secretos de la comunicación hasta los microorganismos.
“Este año el MIM se ha renovado en forma
importante y ha ganado en diversidad de contenidos, por eso nos parece que es
un momento ideal para disfrutar de este lugar único en Chile y acercarse a
temas muy actuales, como los virus, las claves de la comunicación o darse cuenta
de que las matemáticas están en nuestro entorno; todo ello desde la
entretención y el juego”, cuenta Dalia Haymann, directora ejecutiva del MIM.
MicroVida es la última sala inaugurada por
el museo, hace solo algunos días atrás, y fue ideada en plena pandemia de
COVID-19 para abordar contenidos tan presentes en el último tiempo, como virus,
bacterias, vacunas y sistema inmune, entre otros relacionados a la diversidad
microbiana.
En este espacio del MIM, que es parte de
la Red de Fundaciones de la Presidencia, presidida por la primera dama, Cecilia
Morel, los visitantes podrán ser parte de una experiencia de realidad aumentada
en la que el público se puede observar en una gran pantalla rodeado de curiosos
seres unicelulares, explorar el cuerpo humano para ver las bacterias y hongos
que viven permanentemente con nosotros o moverse ágilmente para derrotar virus
en una pantalla gigante.
Otro nuevo espacio que ha llamado la atención es la sala Comunica-T, que se dedica por completo a algo que está presente en el día a día de las personas: la comunicación, y donde encontrarán 13 módulos que invitan a repasar su historia y conocer sus secretos.
Por ejemplo, descubrirán a través de un
software que simula el planeta Tierra, cómo se dicen algunas palabras en
diferentes idiomas o deberán armar refranes con frases sueltas, entre otras
experiencias que también abarcan la lengua de señas o el sistema Braille.
Finalmente, en la sala Matemática podrán
encontrar 17 atracciones dedicadas completamente a esta disciplina, pero no
hallarán ningún número en ella. Esto, porque este espacio busca justamente
demostrar que está en todos lados: en la naturaleza, en la arquitectura o en el
cuerpo humano.
Otra novedad para este verano es que después de casi dos años se realizará un taller presencial. Se trata de “Levaduras, las expertas cocineras”, cuya finalidad es demostrar que la cocina es en esencia un laboratorio, donde algunos microbios se transforman en chefs expertos que son capaces de producir deliciosos alimentos a través de la fermentación.
En este taller se asombrarán con el enigmático mundo de los microbios y su impacto en nuestras vidas. Además, podrán conocer más sobre la fermentación y aprenderán a producir su propia y refrescante bebida fermentada para el verano.
También se realizarán intervenciones científicas en sala, que nos acercarán a los inicios de la microscopía y otra experiencia muy gráfica acerca del contagio de enfermedades, con la cual nunca más olvidarán lavar sus manos.
A esto se suman las demostraciones del Generador de Van De Graaff, Cama de clavos y Péndulo electromagnético.Desde el martes 4 de enero el MIM comenzará a solicitar el Pase de Movilidad en forma obligatoria a los visitantes mayores de 12 años, que es la exigencia de la autoridad sanitaria en este tipo de recintos.
Además, deberán usar mascarilla durante todo el recorrido, alcohol gel y mantener el distanciamiento físico.
Cabe destacar que el museo fue distinguido con el Sello Covid-19, que entrega la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS), que reconoce las iniciativas, protocolos y buenas prácticas para enfrentar la crisis sanitaria y velar por la salud de sus visitantes y trabajadores.
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