martes, 16 de febrero de 2021

Libro invita a los hombres a romper modelos de crianza y a reconocer su “analfabetismo emocional”

 En tiempos en que un gran número de voces se alza por el feminismo y la igualdad de género, en que las cifras de violencia intrafamiliar y femicidios se alzan de manera preocupante, se agradece que surjan iniciativas como la del libro “Los hombres y sus emociones: Analfabetos emocionales”, recientemente lanzado por el director ejecutivo de la Fundación Liderazgo Chile (Flich.org), Arnaldo Canales y editado por esta organización.

La obra da cuenta -con una honestidad extrema- de las carencias emocionales que tiene el mal llamado “sexo fuerte”, en todo el ámbito de sus relaciones: ya sea como hijos, padres y, claro, como parejas. También trata en sus páginas las secuelas que traen para sí los estereotipos y estilos de crianza.

“Este libro nunca pensé sacarlo desde una mirada teórica, sino desde mis propias carencias. Porque es fácil construir libros de relatos donde hablemos de los hechos de la vida, con frases mágicas que uno cree que, de la noche a la mañana, se pueden hacer realidad.

Pero lo complejo es cuando uno empieza a mirarse hacia adentro, que es -efectivamente- cuando despertamos”, relató el autor de esta obra en la que la educación emocional resuena en todas sus letras.

“Nosotros hemos crecido con patrones arraigados desde la infancia, con ciertos comportamientos que están naturalizados… Ahora, con 47 años, creo que era el momento de reflexionar, analizar y comenzar la transformación, desde esa mirada emocional que tiene que ver con la búsqueda de bienestar”, añadió Canales.

“A través de esta narrativa, uno, va generando puntos de conexión con lo que viven todos: lo que vive una mujer con su pareja, cuando nosotros los hombres no verbalizamos nada. Llegamos del trabajo y nos quedamos callados. No logramos empatizar nada. Sí podemos gritar, sí podemos enojarnos, pero si estamos tristes o llorando, no nos puede ver nadie.

Y, por otro lado, si vemos a nuestros hijos llorando, les decimos que se sequen esas lágrimas y que nadie los vea. Entonces empezamos a normalizar este constructo social, con un niño que -de seguro- terminará siendo una copia de ese adulto carente para expresar sus emociones”.

“Creo que los hombres estamos siempre en reflexión, pero nunca verbalizamos y nos mostramos duros para no mostrar ningún tipo de emoción. Entonces, este trabajo y el contexto en el que estamos, es una invitación a que cada uno pueda mirar todos sus procesos internos, haciendo uso de la educación emocional.

Tenemos que ir sanando nuestras heridas de infancia, aprender a aceptar, entender y perdonar a nuestros padres y, también, debemos romper este hilo que muchas veces nos arraiga tanto con respecto a la forma en que nos criaron”, señala el autor.

El lanzamiento -realizado de manera online- contó con centenares de participantes de Chile y de toda América Latina, y fue conducido por el periodista y conductor de televisión, Ignacio “Nacho Gutiérrez”.

Además, estuvieron como invitados como el experto en Educación Emocional, Lucas Malaisi (Argentina) y la especialista en Neurociencia y Desarrollo Integral, Kanelma Rivas (Venezuela), quienes realizaron, una interesante intervención vinculada a sus áreas de experticia.

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