Mil máscaras de madera rodeadas de casi siete mil apellidos
mapuche que se proyectan y circulan en luces led en una sala oscura. Así es el
pabellón que representa a Chile en la 57º Bienal de Arte de Venecia, y
corresponde a la obra de Bernardo Oyarzún, bajo la curaduría del también
artista y ex ministro de Cultura paraguayo, Ticio Escobar.
Ernesto Ottone, ministro de Cultura de Chile, dijo:
"estamos muy contentos con la elección realizada y creo que Bernardo
y Ticio son fieles representantes de todo lo que está pasando en Chile en torno
a la valoración del arte contemporáneo y a la relación con los pueblos
originarios. Además, nos complace contar por primera vez con la curaduría de un
artista latinoamericano para nuestro pabellón, por lo que estamos seguros que
nuestra propuesta tendrá una gran recepción por parte del público de esta
Bienal”.
El proyecto de Oyarzún contará con una impresionante
instalación de 1000 máscaras mapuche, tradicionalmente utilizadas en
ceremonias, ubicadas en el centro de la sala y formando un área que ocupará
aproximadamente 10 x 11
metros. Las paredes de la sala contarán con señales de
desplazamiento LED rojas que mostrarán 6.907 apellidos Mapuche.
La obra de Oyarzún a menudo combina elementos
antropológicos, sociales e históricos para presentar una crítica de la cultura
y la sociedad chilenas, e instala la problemática indígena en la Bienal de Venecia, una
temática pocas veces abordada desde la interpelación del arte contemporáneo en
este tipo de eventos.
Ticio Escobar señaló, respecto a la elección del proyecto
que “me interesó proponer la obra de Bernardo Oyarzún, a quien considero uno de
los nombres más sólidos del arte contemporáneo de Chile, porque me permite
trabajar contenidos históricos y políticos potentes sin descuidar la dimensión
estética y poética de la obra. La cuestión indígena, que me preocupa y me ocupa
desde hace décadas me permite adentrarme en problemas centrales de la realidad de
América Latina desde la perspectiva del arte”.
Las máscaras fueron realizadas una a una por cuarenta
artesanos mapuches que habitan en distintas comunidades en el sur de Chile, a
partir de una relación directa que estableció el artista con cada uno de ellos.
Bernardo Oyarzún, sostuvo que “la máscara es un juego de
representación, y cada gesto es significativo. Estos son como las máscaras del
teatro griego: algunos tienen expresiones fuertes y otros más suaves. Son
teatrales. Este proyecto creará un diálogo que dependerá de cada espectador.
Los espectadores sentirán el peso del imaginario fantasmagórico".
La obra que pone en escena el trabajo de cerca de cuarenta
artesanos mapuches, se abrió al público hoy en el Arsenale de la Bienal de Venecia, lugar
hasta donde llegó el ministro de Cultura de Chile, Ernesto Ottone, el embajador
de Chile en Italia, Fernando Ayala, artistas, curadores y gestores
chilenos y de todas partes del mundo para inaugurar el pabellón chileno en la Bienal de Arquitectura de
Venecia y celebrar, el trabajo realizado por Oyarzún y Escobar.
“Estamos tremendamente orgullosos del resultado de este
proyecto. Es realmente sobrecogedor entrar, encontrarse con la obra que hace
unos meses vimos en papel y que hoy es una realidad. Werken es una
oportunidad de generar un espacio de encuentro entre visiones y
experiencias en torno al arte, desde la mirada indígena u originaria, en
diálogo con el arte contemporáneo, siendo ambas miradas y lógicas parte de lo
que nos constituye como sociedad. Es lo ancestral con lo contemporáneo en
diálogo e interacción”, añadió el Ministro Ottone
Además de Werken, Chile también está presente en
la curaduría general de “Viva Arte Viva”, con el trabajo de los
audiovisualistas Enrique Ramírez y la obra de Juan Downey (fallecido en 1993),
que fueron seleccionados por Christine Macel, curadora general de la Bienal,
Werken estará presente en la Bienal de Venecia hasta el
26 de noviembre, y luego viajará a Chile para presentarse en el Centro Nacional
de Arte Contemporáneo Cerrillos en el primer trimestre de 2018.
“Para nosotros es muy importante que la presencia chilena en
el exterior pueda tener una réplica en el país y que los ciudadanos puedan
entender cómo estas obras son seleccionadas para poder hacer un trabajo
de mediación”, dijo el ministro Ottone al anunciar el montaje de Werken en
el Centro Cerrillos.
En 2016 el Consejo de la Cultura realizó un llamado a curadores
latinoamericanos para presentar proyectos de artistas chilenos para la 57ª
Bienal de Venecia, proceso que culminó con la selección de Werken, de
entre cerca de 20 proyectos postulados por un jurado destacados artistas,
académicos chilenos y extranjeros.
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