Durante la semana pasada, el séptimo arte ha estado de
fiesta en el Biobío, gracias a la realización de la vigésima versión del
Festival Internacional de Cine de Lebu, CINELEBU, único festival del Cono Sur
con la característica de ser calificador de cortometrajes para los premios
Oscar, posicionándolo como el certamen más importante de América Latina.
Noventa y dos cortometrajes se encuentran compitiendo
en 10 categorías, donde los ganadores de Ficción Internacional, Ficción
Regional y Animación Internacional tienen como uno de los premios, el ser presentados
ante el jurado calificador de los premios Oscar, entregados por la Academia de
Artes y Ciencias Cinematográficas de Estados Unidos, el premio más importante
en el orbe.
“Hace años que la competencia está siendo de un nivel
bien importante, donde nos están llegando los seleccionados de los Goya, los
seleccionados de los Oscar y otros grandes festivales, y el nivel de la
competencia es bien alto y muy complejo para decidir, porque hay muchos
cortometrajes buenísimos”, indicó la directora de CINELEBU, Claudia Pino.
En la categoría de Animación Internacional, son tres
cortometrajes chilenos que se encuentran en competencia de un total de 22.
Los títulos son “La Chica del Vestido Rojo y Sombrero
Amarillo”, del director Álvaro Rozas; “Américo y el Nuevo Mundo”, de Luis
Briceño y Laurent Crouzeix; y “Vi’e Moko & Vi’e Kena”, de Waitiare
Kaltenegger y Marcelo Varas.
Por su parte, en Ficción Internacional son tres
los trabajos chilenos que compiten contra otros 16 y son los cortometrajes son
“¿Te puedo llamar?”, de Leopoldo Muñoz; “Tez Morena”, de Iñaki Velásquez; y
“Aislamiento”, de Patricio Blanche”.
“¿Te puedo llamar?, Es un corto que trabaja con la
memoria, el recuerdo y los sueños”, comentó su director, Leopoldo Muñoz.
“En este trabajo, tenemos dos ideas narrativas que son
la idea de lo perecible del cine, del recuerdo de la memoria y por otro lado,
está la intriga amorosa de qué va a suceder con un matrimonio sin hijos que
tiene como problema, que la cotidianeidad se ha vuelto aburrida y los deseos
sexuales de él, no son los mismos deseos sexuales que tiene su mujer entonces,
ahí hay un problema que es el tedio cotidiano conyugal y que la sexualidad es
algo tan íntimo que a veces uno ni siquiera lo puede compartir con quien
comparte la cama”, agregó el realizador.
En cuanto a “Tez Morena”, Iñaki Velásquez, su
director, sostuvo que “al ver el cortometraje, los espectadores se encuentran
con una sorpresa grande, porque la trama es que se trata del abuso de Carabineros,
pero, el tema principal es algo que está debajo y que es algo que muy pocas
personas conocen pero es algo en relación a la raza, a la identidad y es algo
que va a dar mucho que hablar en los próximos años”.
Según Velásquez, la invitación a ver “Tez Morena” es
que “son siete minutos de su vida que probablemente lo va a dejar con ganas de
conversar, con ganas de debatir e investigar, y creo que ese es el valor que
tiene ese cortometraje: la post experiencia de haberlo visto”.
En tanto, en la categoría de Ficción Regional
son 12 los trabajos que están en competencia, los que van desde Coquimbo hasta
Coyhaique.
Uno de ellos, proveniente de Til Til es “La Mamita”,
de la directora Laura Donoso.
Francisca Durán, asistente de dirección, comenta que “
de este cortometraje, en el trabajo se habla de la impunidad, de cómo no se
hace nada respecto a aquellas personas que hicieron daño en el pasado y siguen
viviendo como si nada”.
La directora de arte de “La Mamita”, Dara Jadue, quien
también estuvo en Lebu, sostuvo que “la invitación a ver este corto es porque
es algo actual, que se basa en una historia real, de una enfemera que de verdad
trabajó para la DINA y que formó parte de muchas vulneraciones de los derechos
humanos, y que sigue viviendo como cualquier persona”.
Otro de los cortometrajes en la competencia es “Sed”,
de Coquimbo, de Mijael Milies, trabajo que, según su director “muestra la
historia de la última mujer en la tierra en un mundo apocalíptico, donde el
agua se ha acabado”.
Según Milies “es un drama de horror intenso y que al
verlo, nos deja pensando varias cosas sobre el futuro de la humanidad y la
importancia del agua, es un cortometraje que remueve la conciencia, que hace
pensar sobre nuestro futuro cercano”.
Junto a ellos se encuentra el cortometraje de
Valparaíso “Las Perras”, de la directora María Carolina Quintana.
Según la realizadora, el trabajo “encuentra un espacio
donde se hace realidad la fantasía de la venganza”. Esto, porque, a veces, uno
tiene rabia y quiere fantasear con eso y eso está bien y deberíamos aprovechar
estos espacios oníricos que nos entrega el cine para poder realizar estas
ficciones”.
La cineasta sostiene que “si vemos la fantasía de los
gringos masacrando a medio planeta, por qué no vamos a poder nosotras las
mujeres fantasear con la venganza a través de una superheroína urbana, que
puede ser tu vecina, tu hermana, tu misma y eso es lo que encontramos en Las
Perras”.
Los otros trabajos en competencia son “Love from
Santiago, de Inti Rowland y Derek Yau; “Ciruelas y Humo Verde”, de Amanda Mora;
“El Campo Sangriento”, de Vicente Campos; “La Densidad”, de Ignacio Bastías;
“Cabra Chica”, de María Jesús Sáiz; “Truco”, de Osvaldo Oyarce; “Sin Lugar para
el Descanso”, de Cristóbal López; “Un pájaro me lo susurró al oído”, de Yovanny
Fierro y “Héctor”, de Victoria Giesen.