sábado, 23 de diciembre de 2023

Cinco figuras históricas de la música nacional, son distinguidas por SCD

 Uno de los reconocimientos más altos que entrega la Sociedad Chilena de Autores e Intérpretes Musicales (SCD) tiene a cinco nuevos destinatarios. Se trata de la distinción “Socio Benemérito”, nombramiento que no sólo contempla un título, sino también la ubicación del galardonado en la categoría societaria más alta que contempla la organización.

Los distinguidos con esa condición son los músicos Mario Mutis, fundador y bajista de Los Jaivas; el emblemático director orquestal Horacio Saavedra; la reconocida cantante nacional, campeona mundial de Tango, Nelly Sanders; el guitarrista, gestor y productor Andrés Godoy y el compositor y médico Alejandro Afani.

La ceremonia de entrega de este reconocimiento tendrá lugar el miércoles 27 de diciembre en la Sala SCD Egaña, oportunidad en que, junto con la entrega del galvano, se realizarán presentaciones musicales en honor a cada homenajeado.

Tras enterarse de esta distinción por parte de sus pares en la música, Horacio Saavedra expresó que “me sorprende y me alegra mucho que hagan este tipo de reconocimiento a la trayectoria, porque en general aquí en Chile todo se hace cuando la gente ya no está, lo que no tiene ningún valor. Estoy muy agradecido de SCD”.

Andrés Godoy, Nelly Sanders y Alejandro Afani
Por su parte, Andrés Godoy, destacó que “uno hace esto porque quiere hacerlo y no porque quiere ganar un premio, pero si en el tiempo van sucediéndose, son bienvenidos”. 

En su dilatada trayectoria, Godoy no sólo ha destacado por idear la célebre técnica “tatap” para interpretación de guitarra, sino además por su rol de productor musical para numerosos artistas locales, y también como gestor cultural, ámbito en el que impulsó proyectos como las Escuelas de Rock y el festival Rockódromo, hoy devenidos en política pública.

En tanto, Alejandro Afani ha desempeñado paralelamente sus labores como inmunólogo y como compositor, que lo llevó a crear diversos temas para distintos intérpretes locales, los que han sido grabados y defendidos en festivales como OTI, Viña del Mar, Miami y Egipto.

En el año 2021, el director del Centro de VIH del Hospital Clínico de la Universidad de Chile logró combinar ambas pasiones, al liderar científicamente el proyecto de ensayos clínicos de SCD, para un retorno seguro de la música en vivo. “Estoy muy agradecido de este reconocimiento, para mí tiene un significado muy importante, lo valoro y lo atesoro mucho”, expresó el médico.

Mario Matus y Horacio Saavedra
La categoría de Socio Benemérito es decidida por el Consejo Directivo de SCD entre socios y socias mayores de 60 años, que tengan desde tres décadas de pertenencia a la institución, cuenten con el patrocinio de al menos otros cinco socios beneméritos y luzcan antecedentes profesionales que acrediten un aporte relevante a la música chilena.

Con estos cinco nombramientos, la nómina de socios beneméritos vivos de SCD se eleva a 46, entre los cuales se encuentran figuras como Palmenia Pizarro, Claudio Parra, Juan Pablo Izquierdo, María Esther Zamora, Valentín Trujillo y Horacio Salinas.

viernes, 22 de diciembre de 2023

Cultores del pueblo atacameño reciben Sello Artesanía Indígena

Con la obra “Jarrito Antropomorfo Topater”, Floridor Ayavire (78) y su hija Carolina Alma (44) –él, alfarero y agricultor, y ella, arquitecta y hoy también dedicada al trabajo en greda– se convirtieron en los primeros representantes del pueblo atacameño-lickanantay en obtener el Sello Artesanía Indígena que desde hace ocho años entrega la Subdirección Nacional de Pueblos Originarios del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio. 

Padre e hija recibieron esta distinción, junto a otros 11 cultores y cultoras de los pueblos mapuche, rapa nui y aymara, en una ceremonia realizada en el marco de la Feria Nacional Artesanías que se realiza en la Plaza de la Constitución de Santiago y que contó con asistencia de la subsecretaria de Patrimonio Cultural, Carolina Pérez, y el subdirector nacional de Pueblos Originarios, José Ancán, entre otras autoridades. 

Floridor Ayavire fue uno de los seis usuarios y usuarias del Instituto de Desarrollo Agropecuario (INDAP) que este año obtuvieron el Sello Artesanía Indígena. Los otros son Carmen Huaylla, de General Lagos, por “Phullu Awayu”; Juana Mamani, de Colchane, por “Faja Purapi Churu”; Rosa del Carmen Melinao, de Cunco, por “Kachif”; Daniela Burgos, de Saavedra, por “Pilwa Wilal Tradicional”, y Osvaldo Güineo, de Quellón, por “Frazada Punto Ojo de Guanaco”.  

Nacido en el pueblo de Toconce y radicado en Alto El Loa, Floridor Ayavire perdió a su madre a la edad de 16 años y creció con sus abuelos, Cristóbal Ayavire y Patricia Choque, con quienes tuvo sus primeros contactos con el barro, ya que ambos se dedicaban a la artesanía, además de cultivar maíz, habas y cebollas y criar corderos y llamas para el autoconsumo, tradición ancestral que él ha mantenido hasta nuestros días. 

“Yo siempre ayudaba a mi abuela a hacer la masa, porque ella hacía toda la preparación para las artesanías. Mirando fui aprendiendo, igual que mi hija, que también jugó con el barro. Así hemos mantenido esta tradición de nuestros antepasados, tratando de hacer cosas mejores. Yo soy más rústico y mi hija tiene manos finas. Trabajar en esto es una manera de representar las costumbres de nuestro pueblo, y somos pocos los que tenemos la habilidad de hacerlo”, dice el cultor. 

Comenta que cuando está con las manos en la greda, que recolecta en los cerros circundantes a su hogar, piensa siempre en sus abuelos, que hacían jarros y platos para poder alimentarse, ya que no contaban con utensilios de cocina. “Hoy hay tantas comodidades que nadie se dedica a esto”, señala con un dejo de tristeza. 

Sobre el Sello de Artesanía, dice que es “un orgullo, algo que nunca me imaginé”, y afirma que trabajar con su hija es “muy bonito, una gran satisfacción”. 

Un amor incondicional 

Carolina Alma estudió arquitectura en la Universidad Arturo Prat de Iquique, pero la sangre y la greda hicieron lo suyo y en 2016 creó Alma Atacameña para trabajar junto a su padre. “Fue difícil dejar de lado mi profesión, porque el esfuerzo que hicieron mis padres para que estudiara fue muy grande, pero cuando me reencontré con la arcilla nativa me di cuenta de que me hacía muy feliz, me encantaba y me llenaba en todos los aspectos. Me llevó el corazón y no pude hacer nada. Por fortuna esto vino de la mano con muchas oportunidades para desarrollar nuestro proyecto”. 

Cuenta que cuando tenía 8 años su padre comenzó a traspasarle la información generacional que la marcó a fuego. “Él se dio cuenta que tenía una inclinación por los colores y los materiales. Yo jugaba con plasticina en el patio y cuando los monitos se me derretían por el sol y me ponía a llorar, él me tocaba la cabeza, me decía que no llorara más y me llevaba barro, que no se iba a derretir, para que siguiera jugando”. 

“Mi papá es mi motor, además de un hombre sabio, nacido y criado en el pueblo de Toconce, en los campos de pastoreo de la precordillera, y eso significa que tiene un conocimiento muy puro, de crianza y de contacto con el territorio. Trabajar con él es lo más maravilloso que me ha pasado en la vida, porque es un amor idealizado desde niña y estar junto a él recibiendo este premio es mi mayor orgullo”, dice con emoción Carolina Alma. 

Agrega que, en el trabajo conjunto, su padre es “el que busca las arcillas, el guano para la quema y la grasa de llamo, el que pisa la arcilla, el que revuelve el barro, el que arma los lulos, el que hace la tarea pesada y se ocupa del fuego, y yo lo acompaño para aprender. Las piezas las pensamos entre los dos; él me habla de los detalles, los ritos y las tradiciones más profundas de la cultura lickanantay, y le da sentido a todo lo que hacemos”. 

Sobre la obra ganadora del sello, cuenta que “es reproducción de una pieza arqueológica hallada en el Cementerio Topater 1, que se usaba para rituales funerarios y que tiene un valor icónico para Calama. Representa la mixtura de las dos técnicas alfareras más significativas de la Región de Antofagasta: la roja, de Alto El Loa, y la negra pulida, de San Pedro de Atacama. 

El Sello Artesanía Indígena busca revitalizar y proyectar los conocimientos y técnicas artesanales tradicionales, así como incentivar la difusión de las obras galardonadas como manifestaciones auténticas y distintivas de las culturas de los pueblos indígenas presentes en Chile. Desde 2016 se ha premiado a 88 obras –70 ganadoras y 18 menciones honrosas– de 90 cultores y cultoras de 14 regiones del país. 

Acontecer 50 años: Colección MNBA y organizaciones de memoria

 A partir del 7 de diciembre el Museo Nacional de Bellas Artes presenta la muestra Acontecer 50 años. Colección MNBA y organizaciones de memoria, que aborda el golpe de Estado cívico-militar y sus efectos, desde las fronteras entre el arte y la acción político-social, a través de obras pertenecientes al acervo institucional en diálogo con piezas realizadas por colectivos que han denunciado y mantenido el recuerdo de las víctimas de la dictadura.

Esta propuesta “convoca a reflexionar acerca del papel de la cultura ante experiencias históricas que exceden la capacidad de asimilación individual y colectiva, sin buscar la justificación del arte en el activismo o la institucionalización de acción político-social en el arte”, explica Paula Honorato, curadora de la exposición. 

En este sentido, la muestra es el resultado de un trabajo de curaduría y vinculación con las organizaciones de memoria, con la coordinación de Daniela Cornejo.

“Valiéndose de medios como la pintura, el grabado, el video, el bordado, el objeto, la intervención del espacio público y la arquitectura, los trabajos realizados por las agrupaciones invitan a experimentar la producción cultural como una forma de resistencia y memoria. El verbo acontecer del título, utilizado en infinitivo, apunta a subrayar cómo el hecho traumático que nos congrega no ha terminado de ocurrir, porque todavía necesita ser reconocido, comprendido y reparado”, agrega la curadora.

Dentro de la selección de piezas del museo figuran obras de Nemesio Antúnez, Carlos Altamirano, Valentina Cruz, Eugenio Dittborn, Alberto Pérez, Iván Navarro, Guillermo Núñez, Carlos Leppe, Hernan Parada, Luis Poirot, Lotty Rosenfeld y el grupo CADA.

Asimismo, se incluyen trabajos de las agrupaciones Bulnes Intervenido, la Asociación Colectivo de Mujeres Sobrevivientes Siempre Resistentes, el Colectivo Serigrafía Instantánea y las Bordadoras por la Memoria de Valparaíso. También se incluye la obra de Bernardo de Castro Saavedra, quien recuerda a los detenidos y desaparecidos de la Operación Colombo (1974-1975).

“Todos los trabajos seleccionados están dirigidos a comprender, denunciar, hacer visible de manera asertiva y pública una realidad que atañe a nuestra vida comunitaria como Nación. En la historia del arte latinoamericano los ejemplos de trabajos que se encuentran en esta frontera abundan. En algunos casos no resulta ni siquiera relevante que se distinga si estamos ante una obra o una acción político-social”, concluye la curadora.

Programa Acontecer 50 años

En paralelo a la exposición, se desarrollaron una serie de actividades, encuentros e itinerancias que permitieron ampliar sus contenidos y extenderlos territorialmente.

Marcha y pasacalle popular. Memoria y resistencia junto a los 119 (22 y 23 de julio), actividad organizada junto con el Centro Cultural 119 Esperanzas y el Colectivo 119 Familiares y Compañeros, registrada por Ágora Producciones.

Jornada Historias Desobedientes. Familiares de Genocidas por la Memoria, la Verdad y la Justicia (26 de agosto), que contempló la exhibición de documentales, presentación de libros y diálogo en torno a los derechos humanos.

Imagen en movimiento de artistas en dictadura (25 septiembre al 26 de octubre), exhibición de piezas de la Colección y del Archivo Audiovisual MNBA, con la curatoría de Paula Honorato, en Arica, Antofagasta, Copiapó, Coquimbo, Valparaíso, Neltume y Porvenir.

Mimesis, camuflaje y resistencia. Registros de televisión, acción y videoarte en Chile durante la dictadura (9 y 10 de noviembre). Proyección de piezas de video arte de resistencia en los años 70 y 80, con la curatoría de Isabel García y dos conversatorios con Antonio Rivera y Miguel Ruiz Stull y Gaspar Galaz.

Finalmente incluyó el taller Memoria de los términos realizado con una decena de organizaciones de memoria y la Cátedra de Derechos Humanos de Universidad de Chile, con el fin de levantar un glosario de términos para esta conmemoración, que se materializó en el diseño de un fanzine a cargo de la Colectiva Añañuca, que se distribuirá gratuitamente, durante la apertura de la exposición el 7 de diciembre.

Alyson Richman te invita a descubrir el increíble poder de la amistad en su nueva novela

En Las recolectoras de hilos, la autora del superventas Los amantes de Praga, junto a Shaunna J. Edwards, nos trasladan a 1863 para conectarnos con una trama que tiene como telón de fondo la Guerra de Secesión en Estados Unidos.

En este duro contexto, Stella y Lily −dos mujeres de orígenes opuestos− se encuentran en torno a las agujas y los hilos, tejiendo un lazo indestructible capaz de salvarlas en las peores circunstancias. 

"Esta novela está inspirada en una historia familiar que me contó mi abuela", confiesa Richman. "Mi familia emigró desde Alemania a Estados Unidos en 1830 y, según mi abuela, tenía dos tíos abuelos en tercer grado que pelearon en bandos opuestos en la guerra civil que se desató en Estados Unidos en la década del 1860", detalla. 

"Siempre estuve fascinada con la idea de que dos hermanos, ambos descendientes de inmigrantes, pudieran tener visiones distintas de la esclavitud. Según mi abuela, esta decisión separó a la familia para siempre, por lo nunca supe nada de mis raíces sureñas o de ese tío que decidió pelear con los Confederados", menciona la autora.

La trama de la novela nos sitúa en un escenario devastador: Estados Unidos se desangra en una guerra fratricida que enfrenta a las colonias abolicionistas del norte con las esclavistas del sur. Stella, una ingeniosa esclava de Nueva Orleans, borda mapas cifrados en trozos de ropa para ayudar a sus compañeros de plantación a huir.

Por temor a las represalias que sus actividades clandestinas puedan acarrear, Stella mantiene oculta su relación con William, un esclavo que ha logrado huir para sumarse a la lucha.

Mientras tanto, en Nueva York, Lily, esposa de un soldado del ejército de la Unión que está destacado en Luisiana, confecciona junto a otras mujeres edredones y vendajes para los hombres en el frente.

Cuando deja de recibir noticias de su marido, decide hacer un peligroso viaje al sur para buscarlo. Ahí es donde los caminos de Stella y Lily se cruzarán inesperadamente para descubrir el poder de la amistad.

"Con Shaunna creamos una novela sobre dos músicos, uno negro y uno judío, que se encuentran en el campo de batalla, mientras sus esposas buscan distintas formas creativas de seguir apoyando a la Unión desde sus hogares". 

"Esta novela tiene muchas aristas: es sobre la amistad entre un soldado negro y uno judío en el campo de batalla, pero también sobre dos hermanos y, al mismo tiempo, relata la historia de cómo las mujeres se hicieron parte de esta época tan agitada de la historia estadounidense", adelanta la escritora. 

Este relato sumerge a los lectores en una historia inolvidable sobre la fuerza de los vínculos femeninos y la sorprendente grandeza humana que emerge, incluso, en tiempos adversos.

Alyson Richman es una reconocida autora de bestsellers, entre los que destacan The Last Van Gogh y The Garden of Letters; además de ser una talentosa pintora que se graduó en el Wellesley College en Historia del Arte y Cultura Japonesa. Sus novelas, que han sido traducidas a más de dieciocho idiomas, combinan su profundo amor por el arte, la historia y los viajes. Vive en Long Island con su esposo y sus dos hijos.

Shaunna J. Edwards es originaria de Luisiana. Se especializó en Literatura en Harvard College antes de asistir a la Facultad de Derecho de la Universidad de Nueva York. 

Exabogada corporativa, ahora trabaja en temas de diversidad, equidad e inclusión. Las recolectoras de hilos (Planeta, 2023) es su primera novela. Vive en Harlem con su marido.

Comunidad maulina se deleitó en concierto de villancicos junto al Coro UCM

De forma masiva la comunidad maulina llegó en la tarde del jueves 21 de diciembre hasta la Catedral de Talca para participar de la invitación navideña que extendió la Universidad Católica del Maule, actividad que se anotó como la presentación formal en sociedad del Coro UCM, grupo que deleitó a los más de 500 asistentes con un nutrido programa compuesto por los más reconocidos villancicos.

Junto con invitar a la comunidad a vivir la navidad y el fin de año en familia, el rector UCM, Dr. Claudio Rojas Miño, destacó sobre la presentación que “Es una muy buena oportunidad de poder compartir con la comunidad el desarrollo de nuestro nuevo coro, es una forma de presentación en sociedad en esta fecha muy significativa para la UCM, la región, el país y el mundo.

Es especialmente gratificante pensando en llevan poco tiempo de trabajo conformado por académicos, funcionarios, profesionales, estudiantes y participantes de la comunidad externa. Estamos muy contentos y esperamos que la comunidad pueda disfrutar lo que el Coro nos puede brindar”, indicó.

Cabe mencionar que la primera presentación del Coro UCM a público externo se vivió en el Campus Oriente de la PUC en el Encuentro Anual de Coros.

Junto con agradecer la coordinación de la actividad desarrollada desde la Dirección de Comunicaciones del plantel, Isabel Fredes, directora del Coro UCM, manifestó que “Estamos muy contentos. Sabíamos que este era el concierto más importante del año porque la navidad naturalmente se relaciona con los coros, pero jamás pensamos que la catedral estaría así de llena.

 Nos sentimos sumamente bien participando como un elenco institucional, por lo que agradezco nuevamente a la Universidad y el trabajo en equipo que desarrollamos”, dijo.

Uno de los momentos especiales de la jornada fue la participación de Antonella, pequeña que es hija de una de las integrantes del Coro UCM, quien acompañó en la labor de dirección a Isabel, cumpliendo con ello su sueño de conducir las voces frente al público real.

“Es una pequeñita hija de una mezzosoprano, ella nos contó que dirigía a la familia cuando ensayaban en casa. Hoy se vistió especialmente para la ocasión y todo tiene sentido ya que la navidad es para los niños y niñas”, comentó la directora.

Es así como el Coro UCM cierra un positivo primer año de vida, agrupación musical que fue muy bien recibida tanto por quienes asistieron especialmente al concierto como para quienes pasaban por el lugar y al escuchar los villancicos se sumaron a la fiesta navideña.

“Me encanta la invitación, el CORO UCM comenzó a funcionar este año y han realizado presentaciones en la Universidad que han sido espectaculares y uno puede notar el avance que han tenido como agrupación. Me pone muy feliz que en una instancia tan significativa podamos disfrutar de villancicos, por lo que agradezco la invitación”, sostuvo Jeannette Blásquez, directora de Aseguramiento de la Calidad del plantel.

Jaime Verdugo, fue uno de las personas que asistieron al concierto. “Fue muy interesante, estas cosas no se ven todos los días y se tienen que aprovechar la parte cultural que es muy buena, es un coro muy bueno”, afirmó.

Ximena Nesbed, quien llegó acompañada de su familia, señaló que “es una instancia maravillosa que nos hace reflexionar que la navidad des adoración al niño, no solo material que muchas personas viven como una locura”, destacó.

Con esta participación el elenco compuesto por más de 50 voces y bajo la dirección de Isabel Fredes, cerró un positivo primer año de vida en la Universidad Católica del Maule.

Libro invita a las madres a compartir, reír y celebrar la maternidad

Editorial Forja presenta Una Mamá Real, de la escritora e influencer Fran Solís de amarilloyrosa.cl y del Club de Mamás Reales. 

Un libro que nos invita a un viaje lleno de risas, complicidad y verdades incómodas, donde las mamás se unen para compartir, reír y celebrar la difícil travesía de la crianza.

Revive tu experiencia de ser madre como nunca antes en el libro Una Mamá Real de Fran Solís, un viaje hilarante y auténtico por la compleja y maravillosa maternidad actual.

El libro habla de los momentos caóticos, lidiar con pañales y sobrevivir a noches sin dormir con litros de café y también de la montaña rusa de emociones que van desde el amor infinito hasta el máximo agotamiento. Por eso, Una mamá real llegará a todas las mamás, pues no es solo un libro, sino también una invitación a unirse a un grupo de mujeres que se desahogan juntas.

En el lanzamiento del libro, que se realizó en el Café Rita Roux, se reunió un grupo de Mamás Reales conocidas por su contenido en torno a temas de crianza, para celebrar la publicación del libro.

“El libro me lo devoré. Me lo leí prácticamente en una noche, poque es demasiado lúdico, espontáneo y habla desde una maternidad muy genuina. Cuando estás embarazada te dicen cosas que te asustan, pero también te llenan de expectativas e idealización de la maternidad, siendo que la maternidad no se siente tal como es hasta que uno la vive.

Cada historia es muy distinta, los hijos son distintos a pesar de que seamos la misma mamá y siento que la Fran en su libro les da cabida a diferentes maternidades sin ese lado culposo”, señaló la doula, asesora de lactancia, creadora del podcast Mamá sin filtro e influencer de @aldeamamá, Caroline O’Shea, que fue una de las presentadoras de Una mamá real.  

La influencer Winnie Gana, cofundadora del Club de mamás reales, destacó que “en este libro se plasma la necesidad de relajarse con la maternidad y reírse, que yo creo que es una voz que no está tan presente en nuestra sociedad y que es demasiado necesaria.

Invito a leer el libro porque es lo máximo, para morirse de la risa, tiene cosas que nos pasan a todas pero que a veces nos cuesta hablar, por lo que creo que va a ser muy importante para todas las mamas”.

Fran Solís es una reconocida voz de la maternidad moderna. Es la influencer detrás de la cuenta @amarilloyrosa.cl, una tienda de regalos para niños donde también desarrolla contenido sobre maternidad con humor y es una de las fundadoras del Club de Mamás Reales (@clubdemamasreales), comunidad en Instagram y podcast en Spotify que se declara como el club de las mamás que aman a sus hijos, pero dicen las cosas como son, y comparten tips útiles (e inútiles), muchas risas y poca gravedad.

Una mamá real ya está disponible en librerías y tiendas online. Pronto también en formato ebook.

Biblioteca Nacional inaugura exposición sobre Editorial Quimantú

 La exposición “Quimantú: la revolución de los libros” ha sido inaugurada este viernes 22 en la Biblioteca Nacional a cargo de la investigadora María Isabel Molina.

La exposición consta de dos partes. Una de ellas dedicada a la editorial Quimantú y a sus principales publicaciones en la Sala Premio Nobel. 

La segunda, que se exhibe en la Galería de Cristal, es la la muestra “La felicidad de Chile comienza por los niños”, centrada en el rol de la gráfica en la visibilización de nuevas imágenes de la infancia chilena entre 1970 y 1973, además de su papel en la difusión de políticas públicas que buscaban mejorar su situación.

Se espera que al público visitante le recuerde algunos de los interesantes trabajos de la Editorial Quimantú, y también a profundizar en la historia de una iniciativa que enriqueció la vida cultural del país.

La importancia de esta empresa editorial y su impacto en la cultural del país llevó a la Biblioteca Nacional a realizar la exposición llamada "Quimantú: 50 años de la revolución de los libros", realizada por la editora e investigadora, María Isabel Molina.

En el sitio Memoria Chilena de la Biblioteca Nacional. se explica que "el nombre del proyecto editorial surgió gracias a "Luz María Hurtado quien (…) encontró en un libro del padre Félix José de Augusta (1860-1935) las voces Kim y antú, que juntas significaban 'sol del saber'" en mapudungun (Molina, p. 33), tras ser consideradas distintas denominaciones para la editora, como "Gran Editorial del Estado", "Camilo Henríquez" o "Editorial Estatal".

La exhibición se centra en el trabajo de afichistas chilenos como Vicente y Antonio Larrea, Luis Albornoz, Waldo González y Mario Quiroz, además de publicaciones infantiles de Quimantú como La Firme y Cabrochico, fotografías de Armindo Cardoso, y publicidades y registros musicales de la época, piezas todas ellas pertenecientes a las colecciones de la Biblioteca Nacional.

En la inauguración Soledad Abarca de la Fuente, directora de la Biblioteca Nacional de Chile, expresó que “el 12 de febrero de 1971 se firmó el convenio por el cual el Estado compró la editorial Zig - Zag, la que se encontraba sumida en conflictos laborales y deudas.

La información fue dada a conocer al día siguiente en la prensa y el presidente Salvador Allende explicó la importancia de este hito cultural.

"La firma del convenio que hace al Estado chileno, a través de la Corporación de Fomento de la Producción, dueño de una parte sustancial de los activos de la empresa Zig - Zag y de algunas marcas de revistas, abre un nuevo capítulo en la evolución de la industria editorial chilena. 

En efecto, esta importante adquisición n la Biblioteca Nacional de equipos y locales será la base para la Editorial del Estado".

Ese fue el punto de partida de lo que sería una de las empresas culturales más importantes y significativas de nuestra historia, la Editorial Quimantú”.

“Luego del Golpe de Estado de 1973, la editorial fue cerrada e intervenida por los efectivos militares, sus libros destruidos y en ese contexto el rol de la Biblioteca Nacional como depositario y luego de resguardo de la colección completa de las publicaciones de la Editorial Quimantú, ha sido fundamental para preservar la memoria chilena de un periodo tan especial de  nuestra historia", añadió Soledad Abarca.

Desde 1971 a 1973 la editorial se transformó en un puente cultural para los sectores de menores recursos de Chile. Su producción a bajo costo transformó a obras desconocidas en productos a los que trabajadores, niños, niñas y estudiantes de cualquier lugar podían acceder; con tirajes que alcanzaban entre 20.000 y 50.000 ejemplares e incluso más.

Entre sus publicaciones destacan colecciones de libros como Nosotros los chilenos, Quimantú para todos, Cuadernos de Educación Popular, Camino Abierto, Clásicos del Pensamiento Social, y Cuncuna, entre otras. Además, publicó revistas como la infantil Cabrochico (1971-1972); la revista juvenil Onda (1971-1973); Paloma (1972-1973), orientada a público femenino; La Quinta Rueda (1972-1973), revista cultural; Ahora (1971) y Mayoría (1971-1973), revistas informativas de contenido ideológico; La firme (1971-1973); o la revista de deportes Estadio (1941-1982).

Ediciones Biblioteca Nacional presentan novela inédita de Nicomedes Guzmán.

El pasado 21 de diciembre, a las 17:00 horas, en la Sala América, se presentó la novela inédita de Nicomedes Guzmán “Un hombre, unos ojos negros y una perra lanuda”

En esta obra, el fundador, en Chile, de la novela social y proletaria, nos presenta el legado de un personaje arquetípico del perseguido político, Demetrio Encina, quien entregó sus memorias a un joven Nicomedes Guzmán.

El escritor las transcribe en 1937 y confecciona una hermosa maqueta que decide nunca publicar y que declara quemada.

En la segunda parte del libro se narra la existencia de los personajes que habitan los márgenes de Santiago en sus cités y conventillos, y que aparecerán, más adelante, en la emblemática obra de Guzmán “Los hombres oscuros” de 1939.

Gracias al trabajo de búsqueda e investigación de la Fundación Nicomedes Guzmán, han aparecido diversos escritos que complementan este texto y que han quedado como donación en el Archivo del Escritor de la Biblioteca Nacional.

Por su parte, Ediciones Biblioteca Nacional reconstruyó el total del contenido de la novela, incorporando rasgos del original inédito hecho por la propia mano de Guzmán.

Según el sitio Memoria Chilena de la Biblioteca Nacional de Chile, “conocido por novelas como Los hombres oscuros o La sangre y la esperanza, Nicomedes Guzmán, a partir de su variada experiencia en el mundo editorial, concibió la literatura como un conjunto de prácticas en las que se integraban la creación, la ilustración, el diseño tipográfico, la encuadernación y la edición de libros y colecciones.

Nicomedes Guzmán, seudónimo de Óscar Vásquez Guzmán, nacido en Santiago el 25 de junio de 1914, fue uno de los miembros más destacados de la Generación de 1938. Quizás el único integrante de extracción proletaria, participó de manera activa tanto en la acción cívica como en diversos ámbitos de la literatura, como la creación, la edición y la imprenta.

Como escritor, creó una visión de la marginalidad que escapaba de la concepción estereotípica de los sujetos populares. Su obra, vinculada con el marxismo, revistió el mundo narrado de un halo de esperanza y redención histórica que exploró las causas y consecuencias de las desigualdades en la sociedad capitalista.

Los temas de su obra literaria, centrados en aspectos sociales predominantes de la vida chilena de la época, hicieron énfasis en la injusticia social, la explotación de trabajadores y trabajadoras, la vida miserable de los suburbios, la degradación moral en la pobreza y la corrupción en el poder.

En el año 1957, llevó a cabo un ambicioso proyecto con el libro Autorretrato de Chile, un recorrido por la geografía y el imaginario chileno a través de crónicas, artículos, narraciones y poemas de escritores y escritoras nacionales.

Nicomedes Guzmán
En su vasta trayectoria como escritor y editor, Nicomedes Guzmán se preocupó de afianzar un imaginario del trabajo y la justicia social y de abrir nuevos surcos profesionales que ayudaron a diversificar la concepción de la literatura como un conjunto de contenidos estéticos. 

También, se preocupó de impulsar la obra de escritores inéditos y de divulgar la de escritores consagrados con el objetivo de enriquecer la producción literaria nacional y latinoamericana”.

En la presentación del libro participaron Ana Cristi, investigadora y prologuista de la novela; Sebastián González Ruiz, artista visual e ilustrador del libro; y David Hevia, poeta, ensayista y presidente de la Sociedad de Escritores de Chile. Moderó Luciano Leal Hernáez, director de la Fundación Nicomedes Guzmán, investigador y editor de la novela inédita.  

jueves, 21 de diciembre de 2023

Nueva exposición en galería Aninat

Pantallas Blandas II: Óleo sobre tela, silicona e hilo.
100x206 cm 2023

Los alcances de la inteligencia artificial son explorados por la artista Mariana Najmanovich, en su nueva exhibición individual que comienza el miércoles 17 de enero en Galería Aninat (Alonso de Córdova 4355, Vitacura).

Galería Aninat se complace en presentar la exhibición “Pantallas Blandas” de Mariana Najmanovich, quien en los últimos años ha realizado proyectos y exhibiciones individuales en el Museo de la Solidaridad, el Museo Nacional de Bellas Artes y Metales Pesados Visual.
Artista multidisciplinaria, Mariana investiga el uso de diferentes materialidades para desarrollar sus trabajos. Su cuerpo de obra reúne pintura, instalaciones y videos. En “Pantallas Blandas” nos invita a reflexionar sobre la irrupción de la tecnología, la robótica y la inteligencia artificial en la vida contemporánea.

Mariana utiliza imágenes de archivo y la sobre posición de imágenes en la composición de sus trabajos. En ellos utiliza pinturas al óleo y diferentes elementos como silicona, texturas y reproducciones de objetos en escalas diversas, y actualmente está trabajando con generadores de imágenes que utilizan la IA para hacer partes de sus escenas que luego traslada a la pintura. Las piezas concluyen, en algunas ocasiones, en objetos tridimensionales compuestos por pinturas insertadas en pieles de silicona, invitando al espectador a descubrir narraciones complejas impregnadas de particularidades psicológicas.

La barbarie es frecuente en su obra, ha explorado los horrores de Colonia Dignidad y la Guerra, y en esta nueva línea de investigación se centra en los alcances de la tecnología aplicada a la corporalidad humana: desde las prótesis usadas en las víctimas de las guerras, pasando por las muñecas sexuales, hasta la inteligencia artificial y la robótica.

“Entre los años 2019 y 2021 recolecté una serie de objetos elaborados con silicona y otros materiales similares que simulan ser partes del cuerpo humano (senos, dedos, narices, lenguas, orejas, calcetines y guantes de silicona rosada entre otros)”, comenta Mariana.

“Pantallas Blandas”, exposición individual de Mariana Najmanovich que comienza el 17 de enero hasta el 27 de marzo, nos presenta una serie que no nos deja indiferentes, en donde la deshumanización, producto de las tecnologías, es un contenido transversal a los relatos tras cada obra, intrigando, y a ratos perturbando al espectador, interpelándonos sobre nuestra propia relación con la acelerada digitalización de nuestras vidas.

En palabras de la artista: “la serie está compuesta por obras que toman como punto de partida la referencia de muñecas sexuales con I.A., en donde aparece la idea de la piel y su representación mediante silicona, como elemento que imita, pero a su vez perfecciona los rasgos de su modelo, para así omitir la vulnerabilidad propia de la condición humana.”

Sin título. Óleo sobre papel
75x57 cm 2023

Mariana Najmanovich Sirota (1983, Buenos Aires, Argentina),  vive y trabaja en Santiago de Chile. Luego de estudiar Artes Plásticas con mención en Pintura en la Universidad Finis Terrae de Chile, Mariana realizó un Máster en Creación Artística en la Universidad de Barcelona.

 Ha expuesto su trabajo en distintas galerías y museos, como Museo de Artes Visuales MAVI-UC, M100, Museo de la Solidaridad, MAC y Museo Nacional de Bellas Artes en Santiago de Chile;  Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB), Museo de América en Madrid, Sobering Gallery en París y la Tyler Art Gallery de la Universidad Estatal de Nueva York (SUNY). En su obra utiliza la fotografía como antecedente documental, elaborando imágenes que deforman y manipulan las escenas a través de distintas estrategias pictóricas. Los trabajos que construye reflexionan sobre la distorsión psicológica del ser humano en distintos contextos ligados a la violencia.

BAFONA retoma los ensayos y regresa a los escenarios

 La Academia de Danza de la destacada coreógrafa australiana Karen Connolly, en pleno Barrio Bellavista, es el nuevo lugar que ha cobijado a intérpretes de danza y música del Ballet Folklórico Nacional, BAFONA, el elenco de música y danza tradicional del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, que ha retomado los ensayos y su regreso a los escenarios. Esto se concretó, anoche con una presentación navideña en Conchalí.

Con un total de 18 artistas en escena, 10 bailarines de danza y 8 músicos, la esperada presentación contempló la obra “Caminito a Belén”, montada en 1995, con melodías del cancionero tradicional chileno y arreglos musicales del propio Jaime Hernández, junto a la coreografía de Víctor Silva.

Luego, fue el turno de “Romance de negros”, creada en 1989, con la coreografía de Ernesto Concha y los arreglos y creación musical de Germán Concha, la que sintetiza diversas versiones musicales del Romance, con la canción “Casamiento de negros”, de Violeta Parra, como referencia.

También se incluyeron dos presentaciones de músicos solistas del elenco. La cantante Alicia Larraín interpretó “Lo único que tengo”, de Víctor Jara; “Agáchate corazón”, de Raúl de Ramón y “El Sacristán”, de Violeta Parra. Por su parte, el cantante Sergio Veas presentó canciones del repertorio tradicional chileno, como “Ende que te vi”, de Luis Bahamondes; “El cigarrito”, de Víctor Jara y una selección de valses chilotes que incluyó el tradicional “Gorro de lana”.

Para el cierre, una obra emblemática del BAFONA: “Huasos”, cuya última versión coreográfica pertenece a Carlos Reyes Zárate y René Cerda; los arreglos de Jaime Hernández y algunas composiciones de José Luis Hernández. Es una suite de danzas y músicas del centro-sur del país, con esquinazo, gato, jota, sombrerito, sajuriana, tonada, destrezas y cueca.

La presentación, con entrada liberada, se realizó en el Gimnasio Municipal de Conchalí, donde asistió el alcalde, René de la Vega, quien fue acompañado por un público familiar compuesto por vecinos y vecinas.

Durante las primeras semanas de enero se dará a conocer la programación que tendrá el elenco durante el 2024.

 Avances para el elenco

En la actualidad, el Ballet Folklórico Nacional BAFONA ha retomado los ensayos en un nuevo espacio de trabajo en la Escuela Karen Connolly, situación que resuelve los requerimientos específicos de los estamentos de danza y música.

En respuesta a las necesidades y demandas del elenco, tanto las que se arrastran por años como aquellas emergentes, se han logrado avances significativos, como el inicio de un proceso de planificación estratégica con la participación de quienes integran los estamentos de música, danza y técnicos, cuyos resultados se implementarán en 2024.

Además, se está implementando un sistema de programación artística, que considera una calendarización digital y compartida, disponible para toda la compañía.

También se ha diseñado un proceso de acompañamiento y mediación, en conjunto con la Mutual de Seguridad, para abordar las dificultades de clima laboral, el que se ha estado aplicando para retomar las actividades del elenco. Estos avances son parte de los compromisos adquiridos por la Subsecretaría de las Culturas y las Artes para tener espacios laborales armónicos.

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