En
esta obra, el fundador, en Chile, de la novela social y proletaria, nos
presenta el legado de un personaje arquetípico del perseguido político,
Demetrio Encina, quien entregó sus memorias a un joven Nicomedes Guzmán.
El
escritor las transcribe en 1937 y confecciona una hermosa maqueta que decide
nunca publicar y que declara quemada.
En
la segunda parte del libro se narra la existencia de los personajes que habitan
los márgenes de Santiago en sus cités y conventillos, y que aparecerán, más
adelante, en la emblemática obra de Guzmán “Los hombres oscuros” de 1939.
Gracias
al trabajo de búsqueda e investigación de la Fundación Nicomedes Guzmán, han
aparecido diversos escritos que complementan este texto y que han quedado como
donación en el Archivo del Escritor de la Biblioteca Nacional.
Por
su parte, Ediciones Biblioteca Nacional reconstruyó el total del contenido de
la novela, incorporando rasgos del original inédito hecho por la propia mano de
Guzmán.
Según el sitio Memoria Chilena de la
Biblioteca Nacional de Chile, “conocido por novelas como Los hombres oscuros o
La sangre y la esperanza, Nicomedes Guzmán, a partir de su variada experiencia
en el mundo editorial, concibió la literatura como un conjunto de prácticas en
las que se integraban la creación, la ilustración, el diseño tipográfico, la
encuadernación y la edición de libros y colecciones.
Nicomedes Guzmán, seudónimo de Óscar
Vásquez Guzmán, nacido en Santiago el 25 de junio de 1914, fue uno de los
miembros más destacados de la Generación de
1938. Quizás el único integrante de extracción proletaria, participó de
manera activa tanto en la acción cívica como en diversos ámbitos de la
literatura, como la creación, la edición y la imprenta.
Como escritor, creó una visión de la
marginalidad que escapaba de la concepción estereotípica de los sujetos
populares. Su obra, vinculada con el marxismo, revistió el mundo narrado de un
halo de esperanza y redención histórica que exploró las causas y consecuencias
de las desigualdades en la sociedad capitalista.
Los temas de su obra literaria, centrados
en aspectos sociales predominantes de la vida chilena de la época, hicieron
énfasis en la injusticia social, la explotación de trabajadores y trabajadoras,
la vida miserable de los suburbios, la degradación moral en la pobreza y la
corrupción en el poder.
En el año 1957, llevó a cabo un ambicioso
proyecto con el libro Autorretrato de Chile,
un recorrido por la geografía y el imaginario chileno a través de crónicas,
artículos, narraciones y poemas de escritores y escritoras nacionales.
Nicomedes Guzmán |
También, se preocupó de impulsar la obra de escritores inéditos y de
divulgar la de escritores consagrados con el objetivo de enriquecer la
producción literaria nacional y latinoamericana”.
En
la presentación del libro participaron Ana Cristi, investigadora y prologuista
de la novela; Sebastián González Ruiz, artista visual e ilustrador del libro; y
David Hevia, poeta, ensayista y presidente de la Sociedad de Escritores de
Chile. Moderó Luciano Leal Hernáez, director de la Fundación Nicomedes Guzmán,
investigador y editor de la novela inédita.
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