Curada por Manuela Garretón y
Martín Tironi, la muestra nace de una investigación mayor, a cargo de un equipo
multidisciplinario de la Escuela de Diseño UC y el Núcleo Milenio “Futures of
Artificial Intelligence Research” (FAIR).
A través de la producción de
imágenes con IA, el público podrá comprobar el uso de agua y energía que esta
tecnología le consume al planeta.
Cuando hablamos de Inteligencia
Artificial (IA) visualizamos un campo de carácter inmaterial, una herramienta
que se desenvuelve dentro de la virtualidad, algo inasible, como la nube de
internet o la realidad virtual. Pero la IA tiene una vinculación directa con el
mundo tangible, un vínculo que no es inocuo, porque repercute en la tierra y en
los modos en que ésta es comprendida.
La visión de la IA como una
fuerza decorporizada, indistinta de toda relación con los procesos terrestres,
tiende a invisibilizar las lógicas extractivistas y materialidades que esta
misma tecnología requiere.
Cada vez que producimos una
imagen de IA, gastamos agua; este dato es sabido, pero se diluye en los distintos
análisis y controversias surgidas en el mundo a raíz del uso progresivo de esta
tecnología. Las noticias se concentran más bien en la disputa entre los
computadores y la mente humana; la inquietante posibilidad de reemplazo de los
individuos por máquinas en diversos segmentos del sistema laboral y económico.
Esa disputa desata temores y
molestia, como la que fuera denunciada ampliamente por los guionistas de
Hollywood en una extensa huelga, y los consecuentes primeros acuerdos que se
han implementado en torno a la regulación del uso de IA.
El malgasto del agua pasa a
menudo desapercibido, a pesar de ser una de las formas más extremas de
incidencia de la IA en nuestro mundo. A esa problemática está dedicada la
exposición Ecologías Híbridas: Visualizando los impactos terrestres de la
Inteligencia Artificial, que se exhibe gratuitamente en la Galería de
Patrimonio del CCLM.
Esta instalación interactiva
surgió a partir de la investigación de un equipo multidisciplinario, liderada
por la Escuela de Diseño de la Universidad Católica de Chile.
Los curadores Manuela Garretón
(subdirectora de Investigación de Diseño UC) y Martín Tironi (Director de
Diseño UC y Núcleo FAIR), integrantes de este estudio, quisieron compartir en
forma masiva parte de las contribuciones allí generadas. Y para ello pensaron
en involucrar directamente al público, a través de una experiencia sensible, que
las y los invita a crear por sí mismos, en vivo y en directo, imágenes de IA.
Esta obra busca ampliar la
reflexión y conciencia sobre cómo el uso de la IA tiene consecuencias en el
medio ambiente y procesos mineralógicos, consecuencias que no se encuentran
presentes ni visibles en los imaginarios dominantes sobre esta tecnología.
Al ingresar a la sala, los visitantes
se encontrarán con una Tablet, y verán desplegados diferentes conceptos, que
podrán combinar en forma aleatoria. Ecología, Inteligencia Artificial,
convivencia entre humanos y máquinas, tecnología, sociedad, son algunos de
estos estímulos que, al ser activados en posibles combinaciones, crearán frases
que a su vez serán utilizadas para proyectar escenas visuales.
Estas imágenes producidas por
los mismos públicos con ayuda de la IA serán proyectadas en gran formato sobre
el muro, produciéndose desde el cielo la caída de gotas de agua sobre una placa
de fierro. Estas gotas resonarán gracias a un micrófono interno, buscando
amplificar la conexión material que existe entre IA y agua.
El montaje total es un sistema
en sí mismo, que funciona en interacción con el público, instándoles a
comprobar en forma concreta y tomarle el peso al compromiso medioambiental que
acarrea el uso de IA.
La muestra no pretende ser de
denuncia ni caer en discursos catastrofistas, sino invitar a los públicos a
desentrañar las interdependencias materiales que existen entre el universo natural y digital, y comenzar a
explorar otras formas de cohabitación entre los tecnológico y el medioambiente.
La caída de agua funcionará en
base a una bomba que la hace recircular, utilizando 20 litros durante la
permanencia de la exposición. Ecologías híbridas postula que ni la vida natural
en el planeta es tan estrictamente material, ni tecnologías como la IA son tan
estrictamente virtuales; ambas existen en una categoría bidimensional,
articulándose en condiciones híbridas y en una dependencia recíproca.
Ecologías híbridas espera
despertar la consciencia sobre estas vinculaciones, y la huella hídrica tras la
producción de imágenes con IA, llevada a un espacio visual concreto, donde la
propia acción del espectador ilustra el planteamiento. Si pensamos en la
escasez de agua y los territorios que experimentan sequías en Chile y el mundo,
la constatación que esta exposición sostiene nos dirige a una necesaria
reflexión y toma de posición al respecto.
La muestra se pregunta sobre
las formas de convivencia entre el desarrollo tecnológico y los límites de un
plantea en alarmante proceso de agotamiento y devastación. El flujo que
producirán los mismos espectadores pondrá en evidencia el hecho de que una
acción es gatillada por otra, sucesivamente, como una cadena.
En el espacio acotado de la
Galería de Patrimonio del CCLM, los curadores de Ecologías Híbridas plantean, a
través de esta micro-escena, una situación macro y de alcance planetario.
Durante el transcurso de la
muestra, en enero de 2024, Manuela Garretón y Martín Tironi participarán en el “Congreso
Futuro” para hablar de estas y otras conclusiones de su trabajo
investigativo.
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