Un largo poema que se confunde con una carta para describirle a Ángela, amor lejano o imposible que la hace temblar, esa ciudad en la que destaca la belleza de las cosas inútiles mientras “el mundo tal como lo conocemos desaparece”.
El cuaderno de las cosas inútiles deja oír la
voz, el siseo, el suspiro o la articulación de la palabra que da origen al
poema.
“Frente al virus que quita el aire de los pulmones,
están las células saludables que motivan el tono verbal. La palabra anclada en
la vía respiratoria, la palabra que busca salirse por los labios y la boca.
Barthes describía el ‘grano de la voz’ como aquella
figura minúscula que anida la respiración y genera vocablo y voz. Se refería a
la producción del sonido desde el cuerpo mismo, desde los nudos del aire que
suben por los pulmones para enunciar palabra y verbo.
A diferencia de los efectos del contagio, aquí la
materia como germen de aire da forma a la palabra misma, mientras los cortes,
las cesuras, los hiatos hacen temblar el verso. En efecto, tocamos la
materialidad del poema, el punto de encuentro entre sonido y voz, entre voz y
lenguaje.
Malú Urriola (Santiago, Chile, 1967) ha publicado: Piedras rodantes (1988); Dame tu sucio amor (1994); Hija de perra (1998), libro que ha sido reeditado en Venezuela, Argentina y México; Nada (2003); Bracea (2007); La Luz que me ciega, en coautoría con la fotógrafa Paz Errázuriz (2010); Las estrellas de Chile para ti (Antología, 2015); Cadáver exquisito (2017).
Obtuvo el Premio Mejores obras editadas por su libro Nada (2004); el Premio Pablo Neruda a la trayectoria (2006); y la Beca John Simón Guggenheim (2009). Actualmente es académica de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano, y dirige el Taller de la Fundación Pablo Neruda para jóvenes poetas becarios. Trabaja como guionista de televisión y cine.
El libro será presentado por Francine Masiello, académica e investigadora de la Universidad de California, Berkeley, el sábado 22 de octubre a las 18:30 horas en Espacio Bustamante (Ramón Carnicer 65, Providencia).