En esta comedia de equivocaciones, dos hermanos mellizos pierden el rastro el uno del otro luego de un naufragio.
Ambos piensan que han muerto y para
sobrevivir en la extraña tierra a la que han llegado, se urde un plan que
conduce a una serie de confusas historias.
En medio de este juego de roles, aparecen muchos personajes. Viola se enamora
del duque Orsino, quien a su vez adora a Olivia; sin embargo, ella ama a Viola,
quien se ha disfrazado de hombre –Cesario– para ser contratada en la casa de
Orsino. Así transcurre esta intrincada historia donde nada es lo que realmente
parece ser.
Originalmente el montaje fue estrenado con 14 intérpretes en escena, mientras que la versión actual cuenta con casi la mitad del elenco, donde los actores interpretan más de un personaje.
“Es una obra profundamente juguetona, una comedia que problematiza el clásico y lo aproxima a través de guiños con nuestro lenguaje contemporáneo hoy día, con un diseño austero que permite que la palabra brille, y un elenco que goza profundamente haciendo la obra.
Con la trastienda del escenario a la vista, un par de sillas, una mesa y una escasa escenografía, los actores visten de negro y cada uno tiene un elemento característico de un bufón. Entre confusión y picardía, los personajes se entregan al amor sin condición.
“Es muy bonito que la gente se conecte con el humor. Shakespeare es un texto de hace siglos atrás y que todavía tiene sentido. No son clásicos porque la norma dice que lo son, sino porque siguen instalando preguntas, porque siguen haciendo trabajo de sentido para los espectadores”, explicó Francisca Márquez. “Se ríen, se incomodan, y que eso pase con una obra de Shakespeare, en verso, hoy en el siglo XXI, dice que la obra está viva”.
“Al momento de montar un clásico, lo que me interesa es ese goce, y para eso hay que hacer todas las adaptaciones que sean necesarias. Fundamentalmente el lenguaje, no solamente el lenguaje hablado, sino el lenguaje escénico, para que el espectador lo sienta cercano y sea capaz de leer los temas que están al interior. Temas que, en nuestra versión, finalmente tienen que ver con la libertad de amar”, concluye el director.
La crítica la ha calificado como “una de esas obras que logran una musicalidad interna que permite que el viaje del público sea fluido, gozoso y sin tropiezos” (Marietta Santi) y que además “demuestra el poder inmenso que tienen las tablas para desarrollar un montaje de alto nivel tanto a nivel técnico como creativo” (Vanessa Vidal en Cinetvymas.cl).
12 al 21 Dic
Vi y Sá — 20 h. Do — 19 h
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