sábado, 14 de julio de 2012

Chile producirá el té verde orgánico más austral del mundo


En los próximos años, Chile será conocido en el mundo por producir el té verde orgánico más austral del mundo, originario de la Región de La Araucanía. Esta iniciativa es ejecutada por la empresa Index Salus a través del cofinanciamiento de la Fundación para la Innovación Agraria (FIA), del Ministerio de Agricultura.
 
El proyecto se llama “Desarrollo de una plantación comercial de té orgánico (Camellia sinensis) para elaboración de té verde diferenciado por alta calidad y bajo contenido de cafeína en la comuna de Villarrica. La iniciativa —en la que también participa el laboratorio Green Vitro— tiene un costo total de $166.463.207 al cual FIA aportó con un 65,7%.

En Chile, sólo se importa té verde como materia prima a granel, el cual es envasado y comercializado por dos empresas que dominan el mercado del té negro. Por lo tanto, Index Salus se propuso cultivar y propagar un té verde orgánico con valor agregado.      

Comercialmente, la variedad con que trabaja la empresa se caracteriza  por su alto contenido de antioxidantes y bajo nivel de cafeína, que lo hace similar al té japonés Bancha, el cual también posee hasta un 2% de cafeína. Sensorialmente, sus atributos son el color amarillo, un aroma intenso y gusto levemente amargo.

La empresa importó cerca de 5.000 plantas, en 2003, desde Estados Unidos y actualmente, cerca de 1.000 se adaptaron bien al suelo y clima.

Con respecto a las fortalezas del producto local, el gerente general de Index Salus, Peter Brunner, señaló que “están relacionadas con el tipo de suelo —volcánico con acidez o pH bajo— y la alta pluviometría. Estos son los factores responsables de que nuestro té verde haya desarrollado características similares al Bacha japonés”. Además, el ejecutivo puntualizó que hay dos variedades que se volvieron muy resistentes y se desarrollaron adecuadamente en los predios.


Dada la experiencia, una vez establecida la plantación, recién al tercer año es posible cosechar con fines comerciales. Según estimaciones, de una planta es posible obtener cerca de 1,5 a 1,8 kg frascos de té, es decir, 5.000 a 6.000 kg/há. En relación al producto seco, serían 1.400 a 1.500 kg de hojas y brotes.

Brunner indicó que los mercados para el ingreso del producto serían Chile, Europa, Estados Unidos y Canadá, debido a las relaciones comerciales de la empresa con esos países. Incluso los clientes manifestaron gran interés por una bebida con estas características.

A nivel internacional, el té verde se vende a un valor equivalente a entre $5.000 y $6.000 por kilo, por sus propiedades orgánicas y calidad sensorial.

El gerente general agregó que el envasado se efectuará en bolsitas, como corte TBC para infusiones, y, tal vez, en forma de hojas para prepararlo en teteras. En el caso de clientes en el extranjero, posiblemente se podría exportar a granel como un corte fino o como hojas enteras.

Juan Carlos Galaz, ejecutivo de innovación y supervisor del proyecto, precisó que “este proyecto es un ejemplo de la aplicación de innovación en la diversificación de  la oferta productiva nacional, al cultivarse un producto que no existía previamente en el país y sobre el cual se pensaba que las condiciones de clima nacionales no eran adecuadas para su cultivo, lo que está siendo desmentido con esta experiencia”.

En este caso, la materia prima requiere un tratamiento especial. Una vez cosechado el té, debe ser llevado a una línea de proceso, donde se efectúa un corte enzimático, enrulado y secado, para luego hacer un corte fino apto para envasarlo en bolsitas individuales.

Para ello, el proyecto contempla determinar procesos de elaboración a través de la adquisición de un prototipo de máquina procesadora, de manera de hacer más rentable la producción, asegurando bajos niveles de cafeína, calidad e inocuidad final del producto.

A nivel agronómico, la propuesta tiene por objetivo establecer e implementar los procedimientos para un manejo comercial del cultivo de té para optimizar el rendimiento y calidad de la materia prima. Además, está contemplado, crear y validar técnicas eficientes de multiplicación in vitro y vegetativa de plantas, basadas en la selección de ecotipos con menor contenido de cafeína.

La Fundación para la Innovación Agraria (FIA), que pertenece al Ministerio de Agricultura, es la agencia sectorial de fomento a la innovación y su objetivo es contribuir al incremento de la competitividad de la agricultura nacional. Su actividad,  se centra en el fomento de los procesos de innovación y en actuar sobre el entorno y condiciones que los favorecen. Todo ello a través de financiamiento de iniciativas, de la generación de estrategias y la transferencia de información y resultados de proyectos y programas innovadores.

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