El año pasado el sello Alfaguara publicó Aquiles o
el guerrillero o el asesino, novela póstuma del escritor mexicano Carlos
Fuentes que trata sobre vida de Carlos Pizarro, que pasó de la militancia
comunista a la guerrilla, a la amnistía y finalmente a ser candidato a la
presidencia de la República
en Colombia.
La vida y la muerte de Carlos Pizarro Leongómez (1951-1990),
comandante Papito, el más importante líder del movimiento guerrillero colombiano
M-19, atrajo la atención de Carlos Fuentes. El escritor trabajó 20 años en este
texto que nunca terminó. El armado final de la novela es una obra del crítico
peruano Julio Ortega, amigo cercano a Fuentes y gran conocedor de su obra.
El texto armado por Ortega, a partir de las piezas del
rompecabezas que deja Fuentes, se mueve entre la crónica, la ficción y la
biografía novelada.
Tomando como base la vida de Carlos Pizarro, Fuentes creó en
esta novela a un personaje carismático, lleno de luces y de sombras. Un Aquiles
que, como los protagonistas de los poemas homéricos, se siente llamado a pasar
a la acción y acaba enfrentándose a un destino inexorable que le había estado
esperando paciente.
Carlos Pizarro Leongómez, nació en Cartagena de Indias el 6
de junio de 1951 y falleció el 26 de abril de 1990. Fue abogado, político y guerrillero
colombiano y se convirtió en el máximo comandante del grupo guerrillero Movimiento
19 de abril (M-19) entre 1986 y 1990.
Tras dejar las armas, firmó la paz con el gobierno y se
reintegra a la vida civil y llega a ser candidato presidencial por la Alianza
Democrática M-19, movimiento político que surgió del grupo guerrillero tras su
desmovilización
En plena campaña, en un vuelo de Avianca de Bogotá a
Barranquilla, el 26 de abril de 1990 un joven sicario, Gerardo Gutiérrez Uribe,
alias Jerry, le dispara y mata durante el vuelo
Los guardaespaldas de Pizarro dispararon sobre el asesino y
en uno de sus zapatos, se encuentra una nota en la que reclama el pago de los dos
mil dólares prometidos por su trabajo, para entregar a su “mamacita”. Al día de
hoy, no queda claro si este sicario fue contratado por los narcos, los
paramilitares o gente en el poder que se propuso abortar la paz.
Esta novela es una crónica de la vida de Pizarro, tanto histórica
como personal donde el autor a partir de hechos reales se hunde en la ficción. Aquiles
o El guerrillero y el asesino, es un relato personal, fascinante y revelador
sobre un episodio controvertido de la historia contemporánea de Colombia
En esta novela, nos encontramos con una persona tan compleja
como vulnerable, plena de amor y de esperanza. Además, en la trama se mezclan
el narcotráfico con un guerrilla que para negociar la paz, debe seguir
disparando; con la ausencia de un proyecto nacional y con una indomable voluntad
de luchar.
Carlos Fuentes como todo novelista latinoamericano, toma la
historia de este continente y lo traslada a la ficción porque fue un testigo de
todos los problemas políticos y realidades culturales ocurridos en el siglo XX
en una búsqueda de nuevos caminos literarios y a través de su personaje, da
cuenta de la vida cruel y descarnada de la sociedad colombiana.
Julio Ortega, encargado de editar la novela, señaló
que Aquiles “devuelve su identidad imaginaria al héroe asesinado,
recuperándolo en el lenguaje donde vive, bajo la luz de nuestra lectura, todas
las víctimas de una guerra civil declarada o no, desde los milicianos
republicanos en España hasta los normalistas mexicanos, que si son todos por fin
exhumados serán finalmente devueltos al lenguaje, donde recuperarán su nombre y
su lugar, para que las heridas históricas que a veces son la matriz de nuestro
feroz lenguaje político finalmente se cierren”.
Silvia Lemus, viuda del escritor, recuerda que “se documentó
exhaustivamente, escribió distintas versiones, reorganizó materiales, corrigió
y reescribió partes completas de la obra y seguía haciéndolo cuando le llegó la
muerte”.
“Fuentes no quiso entregar el manuscrito de su novela a los
editores mientras el conflicto armado más antiguo de América Latina no llegara
a su fin. En 2016, la paz se hizo realidad y por ello, se publicó la novela”,
añadió Lemus.
Carlos Fuentes, en opinión de Julio Ortega, escribió “una
novela latinoamericana hospitalaria, donde la muerte no fuese un deporte
nacional sino una lección de piedad”.
Aún cuando pareciera que la novela y a sus personajes le
faltara algo más de desarrollo, pareciera que lo anterior, hubiera sido
voluntad del autor ya que en esta historia, el personaje escribe su relato en
la medida en que hace presente su territorio y su pasado pero al mismo tiempo,
deja atrás sus muertos en medio de una guerra aún sin terminar.