“Un
cortometraje sobre la educación”, corto dirigido por el joven cineasta
Sebastián Arancibia y el único chileno entre los 73 seleccionados para la
competencia oficial que se realizará entre el 2 y el 10 de febrero en la ciudad
francesa de Clermont-Ferrand.
Sebastián Arancibia, director de este cortometraje
explicó que “este corto es una radiografía a la educación chilena. Una mirada
desde adentro a las instituciones más olvidadas por este sistema escolar, que
no atiende a las necesidades específicas del alumnado actual y que su actuar se
basa en la marginación de quien sea distinto o más difícilmente alienable”.
En el filme, protagonizado por Alejandro Trejo, María
Olga Matte, Cristian Lizama y los jóvenes Joseff Messmer y Benjamín Silva, se
presenta una realidad desalentadora, donde grupos de marginados convergen
(profesores y alumnos que no son de excelencia) en instituciones privadas que
utilizan subvenciones del estado pero no invierten en herramientas o
estrategias para las necesidades ni de los docentes ni del estudiantado.
Según estadísticas del Ministerio de Educación, la mitad
de los colegios en Chile son particulares subvencionados siendo el foco de una
Reforma Educacional que busca acabar, en muchos casos, con el lucro que sus
dueños hacían con recursos públicos en detrimento de la inversión en infraestructura
para los estudiantes.
Todo,
en un contexto mundial donde los jóvenes chilenos tienen el peor desempeño en
educación de todos los países de la OCDE, según el último informe de Unicef en
base a los datos de la última prueba PISA.
Así es como desde el corazón de un colegio subvencionado
donde reina la violencia y el abandono, se relata la historia de Jorge (50), un
profesor que luego de ver desmoronarse su carrera docente, llega a hacer clases
a un colegio con muchos problemas disciplinarios, en esta institución deberá decidir
de qué manera enfrenta la violencia de los alumnos y la displicencia de las
autoridades.
“Este cortometraje no sólo intenta hacer un vistazo por
la educación chilena, sino que intenta mostrar mi propia historia escolar. Pasé
por 6 colegios en un espiral descendente. Después de cada expulsión se hacía
más difícil ser seleccionado por otro colegio, por lo que bajaba
considerablemente la calidad de las instituciones”, agrega Sebastián Arancibia.
Ésta
es su primera participación en el Festival Internacional de Cortometraje de Clermont-Ferrand,
nacido en 1979 por iniciativa de un cine-club estudiantil de la ciudad.
Hoy
es el mayor acontecimiento mundial dedicado al cortometraje, con más de 3.000 profesionales
acreditados y 150.000 entradas, convirtiéndose, después de Cannes, en el
segundo festival de cine francés en número de espectadores.
Valentina
Roblero, productora del corto comenta que “se trata del festival de
cortometrajes más importante del mundo, lo que nos abre las puertas a otros
festivales, a contactar agentes y distribuidoras, quienes incluso antes de
viajar ya nos han contactado. Nuestro objetivo es poder vender el corto y
presentar los nuevos proyectos de Sebastián Arancibia”,