Desde el 6 de
junio se puede apreciar un mural que 25 niños y niñas haitianos, crearon sobre
su vida en Chile junto a los ilustradores chilenos Matías Prado, Tomás Olivos,
Daniela William y Sebastián Ilabaca.
El trabajo se
llama Zanmi, que significa amigo en creol y es producto, de los talleres
realizados con niños de las comunidades haitianas de Estación Central y que
dirige, la Fundación Mar
Adentro en colaboración con el Centro Universitario Ignaciano de la Universidad Alberto
Hurtado.
Los
ilustradores, con experiencia en metodologías participativas, orientaron el
trabajo de los niños y compusieron el mural proyectando sus dibujos en gran
formato para darles armonía como conjunto que partió con los dibujos pequeños e
individuales de cada niño, hasta conseguir la creación conjunta de un gran
dibujo plasmado en un rollo de papel.
Ahora, el
trabajo se expone en GAM en un mural con relieve de 8 x 6 metros y que está instalado
en el segundo piso del edificio B y visible desde la plaza central para todos
los visitantes.
El trabajo
ilustra objetos e ideas que identifican a los niños artistas y hasta sus
propios nombres. Entonces, se hizo un
cruce de culturas lleno de colores que revelan a un Chile enriquecido por
nuevas miradas gracias a la migración.
El rol de los
ilustradores fue componer como un colectivo. Para ello, debieron despojarse de
sus sellos autorales, de sus estilos propios y fueron armonizando, unificando,
siempre respetando los dibujos originales.
Madeline
Hurtado, presidenta de Fundación Mar Adentro expresó que “como fundación, nos
interesa el proceso artístico en el cual se refleja la integración de las
migraciones. Los niños recién están formando sus identidades, sus visiones son
desprejuiciadas, trascienden los territorios. En los talleres, lo que vimos fue
su necesidad de adaptarse rápidamente a esta nueva casa que hoy es Chile. Por
eso sus dibujos componen una iconografía rica de la diversidad”.
Felipe Mella,
director ejecutivo de GAM, comentó que “GAM acogió el mural Zanmi por su
interés en temas de inclusión y participación. El mural, además, visibiliza el
cambio cultural que se está produciendo en Chile gracias a la riqueza que nos
entregan los migrantes que llegan a nuestro territorio”.
Por su parte,
Rubén Morgado, director del Centro Universitario Ignaciano comenta que “el
trabajo comunitario potencia la creatividad porque valora el encuentro entre
distintas edades, estilos de vida y culturas. Es un motivo de gratitud y ké
kontant (alegría en creol), porque los invisibilizados se hacen visibles
gracias al arte”.
La obra tiene una
gigantografía de referencia de gran tamaño en el metro Universidad
Católica. Gracias a una alianza de difusión
entre Metro y GAM, se puede ver una representación de la obra por la salida
norte de la estación, llena de colores y figuras.
Ambas
instituciones trabajan con contenidos de migración generando, mayor apertura y empatía. “Queremos que
nuestros pasajeros se inspiren con estas manifestaciones culturales que nos
abren a nuevos mundos”, comenta Javier Pinto, Director Ejecutivo de la Corporación Cultural
MetroArte del Metro de Santiago.
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