El Festival de Cine de Mujeres
y Diversidades de Género – FESTMYD 2025, proyecto financiado por el Fondo de
Fomento Audiovisual, Convocatoria 2025, del Ministerio de las Culturas, las
Artes y el Patrimonio, llegó a su fin tras más de un mes de funciones,
encuentros y conversatorios realizados entre las regiones de Coquimbo y
Valparaíso, bajo la consigna “Maternidades: cine sin culpa para malas madres”.Las jornadas previas a la
clausura estuvieron marcadas por una alta convocatoria en Insomnia Teatro
Condell, con cerca de 300 asistentes y la presencia de directoras y equipos
audiovisuales de las películas exhibidas.
Así mismo, la ceremonia de
clausura y premiación, realizada en la Sala Ruben Darío de la UV, estuvo
marcada por la emoción, el encuentro y la memoria. Una jornada que el equipo
del Festival decidió dedicar a la defensora mapuche medioambiental Julia Chuñil,
a un año de su desaparición.
Películas destacadas FESTMYD
2025
En la categoría de Largometrajes
Latinoamericanos, la película destacada fue “La noche sin mí” de María Laura
Berch y Laura Chiabrando, llevándose además la mención en Diseño Sonoro y
Dirección de Fotografía.
Según la evaluación de las
juradas, la película argentina se llevó el máximo reconocimiento por “su
capacidad de transportar al espectador al mundo interior de las mujeres y
transformar el dolor en arte” y porque “nos transporta al mundo interior de una
mujer fragmentada por el peso del cotidiano, los cuidados y las violencias
silenciosas escondidas en lo ‘familiar’.
Devela la sobrecarga
emocional, la soledad, la invisibilización y el agobio que viven muchas madres,
sosteniendo el mundo mientras su propia voz se apaga. Un tratamiento
audiovisual conectado con lo sensorial construye la atmósfera opresiva en la
que habita la protagonista. Tanto la dirección de fotografía como el diseño
sonoro transmiten el relato de la violencia cotidiana”.
María Laura viajó desde
Argentina y compartió su gratitud con esta experiencia: “Me vuelvo muy contenta
a Buenos Aires a compartir estos premios con nuestro director de foto, nuestro
director de sonido; y con este premio hermoso, muy significativo para nosotras.Me vuelvo feliz, muy
agradecida, conmovida por este espacio de reflexión entre mujeres y
diversidades y con muchas ganas de volver a compartir otro espacio con todas
las participantes”.
Respecto a su paso por
Valparaíso, María Laura dijo que “poder venir desde Argentina con una película
como la nuestra es muy significativo porque abre y les da sentido a nuestros diálogos, nos permite también
resignificar algunas cosas que tal vez en nuestro territorio las sentimos y las
vivimos de una manera y el hecho de encontrarnos en estos espacios, entendemos
la dimensión de lo que queríamos contar, a través de los ojos de otras mujeres
que en sus contextos viven cosas similares. Es muy valioso, fue realmente muy
valioso y muy conmovedor”.
Las películas que también
fueron reconocidas en esta categoría fueron:
Producción: La piel en
primavera – Dir. Jennifer Uribe (Colombia-Chile); Guión: Sariri – Dir. Laura
Donoso (Chile); Dirección de Arte: Aún no es mañana – Dir. Milena Times
(Bolivia); Montaje: Mi pecho está lleno de centellas – Dir. Gal Castellanos
(Colombia); Intérprete: Martina González en Sariri - Dir. Laura Donoso (Chile); Dirección y Mención especial de las juradas:
Intersex, el círculo violeta – Dir. Teresa Martino (Argentina).
En la categoría de Cortometrajes
Regionales la película destaca fue “De madres, hijas y otras
desobediencias”, dirigida por Francisca Lombardo (Chile), que se llevó este
reconocimiento “por su propuesta narrativa y tratamiento audiovisual que
abordan de manera innovadora una historia con sentido social, acercándonos a
una maternidad poco conocida y cautivadora de manera íntima”.
Francisca también estuvo
presente durante la jornada de exhibición junto a su equipo y agradeció este
reconocimiento: “Para nosotros esto es un gran impulso. La exhibición del día de ayer
(jueves 06) fue increíble, en el sentido de que no era de creerse para nosotros
como equipo, porque pasamos por hartas situaciones complejas dentro del mundo
académico en el que se organizó y se originó este proyecto, que muchas veces
nos hacía pensar que no estábamos haciendo bien las cosas. Esto lo re confirma
de una forma que nunca lo imaginamos. Entonces, continuar, seguir y cultivar
este mundito que creamos”.
Las películas que también
fueron reconocidas en esta categoría fueron:
Producción: Arrebato –
Constanza Maldonado (Dir. Martina Riveros); Guion: La sombra del querer – Dir.
Ale Gálvez; Dirección de Fotografía: La casa, el lago y el trigo – Dir. María
José Rojas Olivares; Dirección de Arte: Días de verano – Dir. Fiora Salas-Román;
Diseño Sonoro: Quimera – Dir. Martín André y Gael Jara; Montaje: Dos horas –
Dir. Valentina Cabeza Khulmann; Intérprete: Paula Dinamarca en La sombra del
querer - Dir. Ale Gálvez; Dirección: La sombra del querer – Dir. Ale Gálvez
Mención especial de las
juradas: Más vale tarde que nunca - Dir. Catalina Sandoval Hidalgo
Con funciones para
estudiantes, en centros culturales, universidades y espacios comunitarios;
FESTMYD 2025 volvió a consolidarse como un festival descentralizado y
territorial, que promueve la reflexión crítica y la creación de audiencias
desde una perspectiva de género.
Al respecto, Carolina
Astudillo, co-directora de FESTMYD, aseguró que “esta versión en particular nos
reafirmó la importancia de crear estos espacios de exhibición, porque el cine
no es sólo un espacio de entretención, también es una herramienta súper potente
de transformación social, colectiva y las películas que vimos este año nos
recuerdan que el cuidar, resistir y crear son actos profundamente políticos”.
Entre el 3 de octubre y el 7
de noviembre, más de 25 películas provenientes de Chile, Argentina, Brasil,
Colombia, Ecuador, España, México y Uruguay, fueron parte de esta versión que
combinó exhibiciones, conversatorios, muestras escolares y formación audiovisual,
con especial homenaje a Tana Gilbert, Foco Nacional 2025.Con emoción y compromiso,
FESTMYD cierra un nuevo ciclo reafirmando su propósito: seguir haciendo del
cine un lugar para la memoria, la ternura y la rebeldía compartida.