Pasaje Uno es el nombre del radioteatro creado en
conjunto por pobladoras del Cerro Mariposa Alto y tituladas de la Escuela de
Teatro UV.Cinco pobladoras y un poblador son protagonistas de
sus propias historias, entremezcladas a través de la escucha y trabajo
dramatúrgico, generando una ficción colectiva cargada de mundo interior.
El elenco lo componen Corina Pizarro, Jacqueline Leiva, Juan Millares, Blanca
Llanos, Paloma Valenzuela y Lucila Fernández, quienes fueron dirigidos por
Nathalia Mardones con el apoyo dramatúrgico de Valeria Vejar, actrices que
facilitaron el taller a través de trabajo colaborativo de creación.
El proceso forma parte del simbólico proyecto Escalera
Arriba, que en su duodécima versión se ha adaptado, para poder seguir
manteniendo el contacto con los pobladores de distintos cerros de Valparaíso.
Luego de tres meses de trabajo intenso, el radioteatro
se estrenará este sábado 17 de abril a las 19:00 horas a través del dial 97.3
FM y 94 AM de la Radio Valentín Letelier.
la trama de PASAJE UNO gira en torno a la cotidianeidad del cerro y el pregoneo
de los vendedores, que se ve interrumpida por un trágico descubrimiento donde
las vecinas y vecinos, deben enfrentar juntos una difícil tarea solidaria y
simultáneamente que es buscar a un niño perdido en vísperas de Semana Santa.
Todo ocurre remontándose a memorias de las pobladoras
mezcladas con el contexto pandémico actual. Una cuota de terror, como en los
antiguos radioteatros, y humor fresco, hacen de esta pieza un reflejo de la
vida y sus complejidades, situados en un cerro emblemático de Valparaíso.
Jacqueline Leiva, porteña de corazón y vecina del sector hace más de 65 años,
recuerda que llegaron a la población, antes de que hubiese luz, agua o calles
pavimentadas y su padre participaba de la Junta Vecinal N° 66. “Yo había participado en Escalera Arriba el año 2019.
Cuando nos enteramos de este taller nos pusimos muy contentas porque
podríamos reunirnos de nuevo. Contamos historias de nuestra población y podrán
escucharlas personas que no la conocían.”
“Los juegos de los niños, el mote con huesillo, la quema del judas, el panadero
pregonando la venta del pan. Cada uno puso su granito de arena para que esto
fuera creciendo, hasta que tuvimos que presentarnos para las grabaciones.
Hablamos del covid, el uso de mascarillas, las fiestas clandestinas que
aumentan el contagio. Este radioteatro nos ayuda para que entendamos que tenemos
que cuidarnos, poniendo al centro la convivencia de las personas”, comenta
Jacqueline.
Juan Millares hace hincapié en la importancia del vínculo de las personas con
el territorio.
“Vecinos, tenemos que empezar a acostumbrarnos a
mirarnos, conocernos y reconocernos como pobladores de los distintos cerros de
Valparaíso y de las distintas juntas de vecinos. Aceptar, que hay otros que
tienen los mismos derechos e intereses similares. Estos radioteatros se hacen
para entretención familiar y reconocimiento a los primeros pobladores de estos
cerros. Que sea una motivación para seguir participando en grupo, afianzando
las comunidades”.
Paloma Valenzuela comparte un mensaje para todos los
radioescuchas: “Acérquense, sean unidos, conozcan la historia de sus propios
cerros, cómo llegaron las primeras personas, conozcámonos, hay que saber por
qué le pusieron ese nombre a cada cerro, saber del lugar en donde una vive”.
Myriam Espinoza, académica de la Escuela, ha trabajado facilitando y
coordinando experiencias en Escalera Arriba desde su primera versión, el año
2008, convencida del impacto social que produce la expresión escénica en las
comunidades.
Respecto a los inicios del proyecto comenta que “Escalera
Arriba parte por iniciativa del centro de estudiantes. Querían llevar teatro a
las poblaciones donde no suele haber acceso frecuente. Acercarnos a nuestras
propias comunidades se volvió un espacio de retroalimentación beneficioso para
pobladores y estudiantes”.
“El teatro en terreno, estar con los otros y otras, es necesario para
enriquecernos como seres humanos. Escalera Arriba no solo tiene una labor
política al entregar y recibir saberes, también profundiza en dimensiones
sumamente afectivas y emocionales, creamos vínculos con las personas desde el
cariño, nos involucramos. A las y el asistente del taller les picó el bichito
del arte en todas sus formas, ya sea presencial, online, solo con la voz o
corporal. Por eso soy muy feliz haciendo teatro comunitario”, añade
Myriam.
Respecto al compromiso con las comunidades a través de las artes escénicas,
Nathalia Mardones, directora del taller, comenta que “el teatro comunitario
asume el conocimiento de la otra persona, se ciñe a múltiples estéticas, es más
horizontal en los roles que cada quien ejerce. El vínculo es algo que se
trabaja constantemente, conversamos, establecimos dinámicas, creamos atmósferas
sonoras, hicimos ejercicios de movimiento con las distancias y protocolos
necesarios en este contexto”.
Este proceso inició en diciembre, cuando Valparaíso estaba en fase 3. Valeria
Vejar, dramaturga, al respecto dice que “luego de un año de estar distanciados
en el encierro fue fundamental volver a encontrarse a crear. Tuvimos que
Cumplir con protocolos, resguardar la distancia, pero para todos fue muy
importante juntarnos.
Las alternativas que nos quedan a los artistas
escénicos suelen ser virtuales, desde tecnologías que no son accesibles para
todas las personas. La radio tiene mayor alcance en las poblaciones, me gusta
esa posibilidad de rescatar cosas más antiguas como el radioteatro para
sobrellevar esta situación. Afortunadamente alcanzamos a grabar justo la semana
antes de que decretaran cuarentena total en Valparaíso”, finalizó
Valeria.
Esta iniciativa, corresponde a una estrategia definida
en el Plan de Desarrollo de Públicos de la Sala Juan Barattini Carvelli de la
Escuela de Teatro UV, con el fin de lograr una creación colectiva entre vecinas
y vecinos, que a su vez permitiera fortalecer el vínculo de esta comunidad con
la Sala.