El Ministerio de las Culturas, las Artes y
el Patrimonio, el Consejo de Monumentos Nacionales, la Cámara Chilena de la
Construcción, el Registro Civil e Identificación, la Seremi de Justicia y
DD.HH., el Instituto del Desarrollo del Patrimonio de la Universidad Arturo
Prat y el historiador Hrvoj Ostojic, del Centro Cultural Doña Vicenta,
trabajaron en conjunto para realizar un proyecto que permitiera recuperar la ex
Estación de Ferrocarriles Iquique-Pueblo Hundido.
“Se
trata de un mejoramiento parcial que permitirá recuperar el radier de la ex
Estación, su techumbre y la histórica reja que conforma su cierre perimetral,
además del trabajo eléctrico y otras labores de habilitación que posibilitarán
su funcionamiento.
Todo esto cuenta ya con la autorización
del Consejo de Monumentos Nacionales y las obras comenzarán de inmediato, para terminar
en diciembre”, anunció la ministra de las Culturas, las Artes y el Patrimonio
Consuelo Valdés, quien dio a conocer la iniciativa durante su visita a la
región de Tarapacá.
De la misma forma, la secretaria de Estado
anunció para la primera quincena de diciembre la realización de “La Estación
del Libro”, que permitirá la instalación de un recinto ferial que agrupe a
escritores, editoriales y emprendedores, que tendrá una duración de cuatro días,
dejando de manifiesto el nuevo uso pensado para el histórico recinto.
“Se
realizará una habilitación parcial para recuperar el uso del recinto y la
región, deberá pensar en un nuevo proyecto para el futuro, ya sea como museo,
espacio cultural o sitio de memoria.
Lo cierto es que por el momento lanzaremos
‘La Estación del Libro’, ocasión en que podremos disfrutar de este espacio ya
renovado con una actividad familiar que fomente la lectura y el
emprendimiento”, agregó la ministra Valdés.
Finalmente, agradeció la labor de
todas las instituciones que trabajan en esta iniciativa, la cual consideró como
un ejemplo de buenas prácticas.
“Para recuperar esta estación hay un gran
trabajo realizado entre el sector público y privado, que se han unido con el
objetivo de salvaguardar la historia y sacar adelante este mejoramiento”,
concluyó.
Surcando las pendientes y peñascos de la
caprichosa geografía nortina en 1868 nace la Estación de Ferrocarriles de
Iquique.
Construida entonces para cubrir el tramo
entre Iquique y La Noria, fue sólo el inicio de un proceso que continuó con
distintas etapas hasta 1913, donde se edificó el tramo Pueblo Hundido-Estación
Pintado.
Era época de auge salitrero, sonido de
palas, picotas, grandes máquinas y también del cara y sello histórico,
configurado por estrechos abrazos y tristes despedidas que marcaban la llegada
y salida de los pasajeros en el andén, en un recinto que entonces recién
comenzaba a imprimir el majestuoso tiznado de su techumbre.
Pero el mundo cambió y con el paso de los
años el oro blanco terminó y con ello, la historia de Tarapacá se modificaría
para siempre.
También, fue parte de esa realidad su
Estación de Ferrocarriles, la que vio nuevos usos mientras desaparecían de su
trocha los trenes que la habían hecho tan célebre.
Ya en 1973 pasa a ser sede de la
Universidad del Norte, la que funcionó en las dependencias hasta 1984, año en
que alberga las oficinas del Registro Civil e Identificación, uso que mantiene
hasta la actualidad y que es parte de la Seremi de Justicia y DD.HH.
Si bien esta institución resguarda esta
infraestructura y existen varias intervenciones que han ido en la senda de
conservar el lugar, no es menos cierto que los años no han pasado en vano y
ello, se ve reflejado en el edificio.
Es con este panorama, que distintas
instituciones deciden agruparse para buscar el mejoramiento de este recinto en
una alianza público privada destinada a cumplir con un anhelo de toda la
comunidad.