“Chicago” se
llama el último cortometraje del director de cine chileno Matías Bize, trabajo
que abulta aún más su destacado currículum y que competirá, en la categoría de
ficción internacional en la 19ª versión del Festival Internacional de Chile de
Lebu, CINELEBU, a desarrollarse en Lebu, Cañete y Concepción entre el 15 y el
21 de febrero.
De seis minutos y medio de duración, el cortometraje,
que fue grabado en la ciudad estadounidense homónima, y está protagonizado por
Nicolás Poblete, se medirá en la competencia con trabajos provenientes de Irán,
Kosovo, España y Chile.
La grabación del cortometraje se realizó con un equipo
liviano: Bize con un celular y Nicolás Poblete en la actuación, y se rodó
mientras se desarrollaba el festival Lollapalooza en Chicago.
“Chicago es una ciudad que me fascina, me parece un
escenario soñado para hacer un corto y en ese sentido me motivó mucho el Lollapalooza
y sobre todo la ciudad misma” comentó Bize.
“Me parece una escenografía perfecta, súper motivante,
por lo que cumplía con todas las ganas que teníamos de hacer este corto y era
altamente estimulante estar rodando en Chicago, en verano, en LollaPalooza,
caminando libremente por la calle; fue realmente motivador e inspirador”,
agregó.
El trabajo se realizó durante 5 días en el noreste de
Estados Unidos.
Bize describe
el proceso como “súper extremo y bonito también, porque era rodar todo el día,
donde éramos los dos moviéndonos libremente por Chicago con la liviandad que
nos daba el ser solamente dos personas, poder grabar en cualquier lugar, el
poder no tener que conseguirnos ningún tipo de permiso. Era muy bonito como el
Nico etrnaba en el personaje, teniendo escenas súper dramáticas en la mitad de
la calle o lugares distintos, a lo que uno se imaginaría, con autos pasando y
lograr escenas muy íntimas”.
Se eligió realizar el cortometraje con Nicolás Poblete
porque “es muy buen actor y tenía muchas ganas de trabajar con él. Este fue un proyecto
que nos unió de una manera muy especial”.
“Nicolás hizo un trabajo brillante, donde toda la
película recaía en él porque está en cada plano de este cortometraje, entonces
es muy interesante cómo tiene que aguantar esta historia e ir transmitiendo con
diálogo o a veces solo con una mirada, con sus ojos o un simple gesto; quedé
muy contento y orgulloso de lo que logramos”.
Sobre con qué se va a encontrar el espectador al ver
“Chicago”, Bize indica que es “un corto freso, entretenido y emocionante
también, hecho de una manera muy particular, en Chicago, con un celular y un
solo actor: nos pareció un riesgo y una apuesta que sentimos que salió muy bien
y lo novedoso aquí, es que fue un rodaje absolutamente de guerrilla”.
Si bien el trabajo se desarrolló en el contexto de
Lollapalooza, no es un corto musical.
“La música es una parte importante, pero es una historia
personal, de un personaje que está sufriendo una crisis amorosa, atravesado por
la ciudad de Chicago, atravesado por Lollapalooza, atravesado por los grupos
que están tocando esos días, entonces siento que la música atraviesa este
corto, pero es una historia personal de alguien que está sufriendo una crisis
de pareja”, explica Bize.
Finalmente, Bize hace una invitación y dice que “lo
que le diría a las personas que van a ver el corto es que se entreguen, que lo
disfruten, que es un corto fresco, un corto liviano y emocionante y siento que
tiene mi sello también, porque a mí me gusta hacer películas que más allá de
entretener, me gusta que la gente se emocione y que dejen una reflexión al
espectador”.
Sobre con qué se va a encontrar el espectador al ver
“Chicago”, Bize indica que es “un corto freso, entretenido y emocionante
también, hecho de una manera muy particular, en Chicago, con un celular y un
solo actor: nos pareció un riesgo y una apuesta que sentimos que salió muy
bien”.
Sobre lo mismo, el director resalta que “lo novedoso aquí es que fue un
rodaje absolutamente de guerrilla”.
Si bien el trabajo se desarrolló en el contexto de
Lollapalooza, no es un corto musical. “La música es una parte importante, pero
es una historia personal, de un personaje que está sufriendo una crisis
amorosa, atravesado por la ciudad de Chicago, atravesado por Lollapalooza,
atravesado por los grupos que están tocando esos días, entonces siento que la
música atraviesa este corto, pero es una historia personal de alguien que está sufriendo
una crisis de pareja”, esgrime Bize.
Finalmente, Bize hace una invitación y dice que “lo
que les diría a las personas que van a ver el corto es que se entreguen, que lo
disfruten, que es un corto fresco, un corto liviano y emocionante y siento que
tiene mi sello también, porque a mí me gusta hacer películas que más allá de
entretener, me gusta que la gente se emocione y que dejen una reflexión al
espectador”.