Los bailes chinos del Norte Chico y la zona central de Chile
fueron nombrados el 26 de noviembre de 2014 como Patrimonio Cultural Inmaterial
de la Humanidad
por la UNESCO.
El ingreso a la lista fue decidido en la deliberación del
Comité Intergubernamental para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial
en la que participaron 950 representantes de 24 países, que en 2014 se pronuncian
sobre más de 40 expedientes presentados.
Esta expresión cultural, que se practica esencialmente entre el Norte Chico hasta la zona central de Chile, tiene cinco estilos plenamente diferenciados y cada uno de ellos lleva el nombre del valle o de la cuenca en la que predomina.
Esta expresión cultural, que se practica esencialmente entre el Norte Chico hasta la zona central de Chile, tiene cinco estilos plenamente diferenciados y cada uno de ellos lleva el nombre del valle o de la cuenca en la que predomina.
Organizados principalmente por hombres de las zonas rurales,
los bailes chinos se caracterizan por la ejecución saltos y flexiones de
piernas al ritmo de una música instrumental isométrica interpretada con
percusiones y flautas de origen precolombino.
El abanderado del baile canta coplas de temas religiosos,
memorizadas o improvisadas, cuyas estrofas narran relatos piadosos, y le
acompañan dos filas simétricas de músicos y bailarines, a partes iguales. Un
tamborilero dirige la coreografía de las danzas y marca también el compás de la
música.
Claudia Barattini, Ministra de Cultura de Chile declaró, a través de un comunicado de prensa, que “es una gran noticia para Chile que la UNESCO haya incorporado a los bailes chinos dentro de la lista de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Durante casi 350 años de existencia, esta tradición, con sus flautas, tambores y cantos, ha encarnado nuestro origen americano arcaico y también la tradición cristiana, bases de nuestra historia. Es una distinción que nos alienta a seguir trabajando por recuperar y poner en valor las expresiones culturales, parte fundamental de nuestra identidad nacional”.
Claudia Barattini, Ministra de Cultura de Chile declaró, a través de un comunicado de prensa, que “es una gran noticia para Chile que la UNESCO haya incorporado a los bailes chinos dentro de la lista de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Durante casi 350 años de existencia, esta tradición, con sus flautas, tambores y cantos, ha encarnado nuestro origen americano arcaico y también la tradición cristiana, bases de nuestra historia. Es una distinción que nos alienta a seguir trabajando por recuperar y poner en valor las expresiones culturales, parte fundamental de nuestra identidad nacional”.
La UNESCO define el patrimonio oral e inmaterial
como "el conjunto de creaciones basadas en la tradición de una comunidad
cultural expresada por un grupo o por individuos y que reconocidamente
responden a las expectativas de una comunidad en la medida en que reflejan su
identidad cultural y social”.
Lengua, literatura, música y danza, juegos y deportes,
tradiciones culinarias, los rituales y mitologías, conocimientos y usos
relacionados con el universo, los conocimientos técnicos relacionados con la
artesanía y los espacios culturales se encuentran entre las muchas formas de
patrimonio inmaterial.
El patrimonio inmaterial es visto como un depósito de
la diversidad cultural y la expresión creativa, así como una fuerza motriz para
las culturas vivas.
Como se puede ser vulnerable a las fuerzas de la
globalización, la transformación social y la intolerancia, la UNESCO alienta a las
comunidades para identificar, documentar, proteger, promover y revitalizar ese
patrimonio