El libro “La Cultura Chinchorro:
Pasado y Presente”, editado por los académicos Bernardo Arriaza y Vivien
Standen, fue presentado el día de hoy por el ministro de Bienes Nacionales,
Víctor Osorio y el Rector de la
Universidad de Tarapacá, Arturo Flores, siendo una de las más
importantes obras en español sobre la materia.
La ceremonia de presentación se realizó en el
Museo Nacional de Historia Natural en el Parque Quinta Normal contando con la
presencia de más de 200 invitados, entre
los que se encontraban académicos y estudiantes de ciencias sociales y
biológicas (antropología, arqueología, antropología física, sociología,
psicología) y público en general interesado en la Cultura Chinchorro.
En la actividad coincidieron los cuatro
Embajadores Honoríficos de la Cultura Chinchorro como son el ministro Víctor
Osorio, el cantautor Manuel García, el empresario Sebastián Montero y el
académico Bernardo Arriaza, nominado al Premio Nacional de Historia.
También estuvo el director del Museo Nacional de
Historia Natural, Claudio Gómez, y el académico Sergio Medina que está a cargo
del Expediente de nominación de la Cultura Chinchorro
a la lista de Patrimonio Mundial de UNESCO.
La obra, con aportes interdisciplinarios, está
compuesta por 20 capítulos escritos por 22 autores sobre la Cultura Chinchorro
incluyendo el análisis del medio ambiente, la calidad y la cantidad de sus
recursos, el paisaje natural, las practicas funerarias y artísticas, entre
otros aspectos de la cotidianeidad y ritualidad de esta cultura precolombina
del norte chileno.
Como se sabe, estos antiguos pescadores
desarrollaron complejas formas artificiales de momificación, que son las más
antiguas de la historia de la humanidad.
El ministro Osorio señaló en la presentación que
“constituye una tarea central del Gobierno de Chile contribuir a la protección
de los bienes culturales y que la comunidad conozca sus raíces ancestrales y el
patrimonio histórico – cultural de su entorno. El desarrollo de un país no debe
significar la destrucción o el olvido de su pasado y de su territorio. Chile lo
ha asumido como desafío y ha estado articulando esfuerzos para la comunidad y
las instituciones del Estado trabajen por protegerlos”.
“No tenemos dudas que será un aporte de enorme
envergadura a la tarea del conocimiento que hace fértil la memoria y que asume
el patrimonio como herramienta de construcción de futuros, añadió el Secretario
de Estado.
Sostuvo el ministro Osorio que “estamos ante un
caso en que del trabajo científico de la Universidad de Tarapacá derivó en fundamento de
movilización de la ciudadanía, en respaldo a la postulación a Patrimonio de la Humanidad, en primer
lugar de la Región
de Arica y Parinacota y luego de la ciudadanía en general. Tengo el convencimiento de que esta obra es
una contribución al conocimiento científico de la Cultura Chinchorro
y también a la demanda de la ciudadanía al respecto. Este tema provoca
fascinación por ser las momias más antiguas de la historia, pero también porque
habla de un pueblo que vivía en armonía con su entorno natural y con profundo
amor a la vida”.
Claudio Gómez, director del Museo, agradeció que
el lanzamiento se realizara en las dependencias de la institución y subrayó que
la obra “es el primer compendio en español sobre esta materia, por lo que
espero que sea un paso adelante para conocer más la Cultura Chinchorro,
tanto para el mundo especializado como para el público en general”.
Arturo Flores, Rector de la Universidad de
Tarapacá, destacó “el valor de la publicación de este libro, porque contribuye
con sólidos argumentos en el camino de declarar la Cultura Chinchorro
como Patrimonio de la
Humanidad. Además, esta obra busca transmitir a la población
la importancia de difundir el patrimonio cultural, el paisaje natural y los
aspectos cotidianos de esta cultura y su importancia a nivel mundial”.
Por su parte, Bernardo Arriaza manifestó que “es
un honor presentar este libro de la vida cotidiana de una población de
pescadores que vivió hace 7 mil años atrás. Son una cultura viva y somos los
herederos de sus sueños, sus ilusiones y logros, los cuales están plasmados en
sus momias y su cosmovisión del mundo”.
“Es importante que descubran la riqueza de los
primeros pobladores que vivieron en el desierto más árido del mundo, el ayer y
el presente, ya que al final Chinchorro somos todos”, concluyó Arriaza.