martes, 31 de mayo de 2016

ALGUIEN VA A FALTAR. Homenaje a siete años de la muerte de Mario Benedetti



El próximo 25 de agosto, los uruguayos celebran un nuevo aniversario patrio. Ese día, en 1825, el Congreso de Florida, reunido en el paraje conocido como Piedra Alta, próximo a la ciudad de Florida, a 100 Km. de la  capital uruguaya, los diputados congregados dictaron tres leyes que sentaron las bases de la actual República Oriental del Uruguay.

Sin embargo, este año esta fiesta nacional no va ser igual a otras. En mayo, falleció Mario Benedetti, que nació y murió en su querido Uruguay. Integrante de la  Generación del 45, escritor, poeta y ensayista;  su prolífica producción literaria incluyó más de 80 libros, algunos de los cuales fueron  traducidos  a  20 idiomas.

Benedetti, fue un escritor por vocación que escribió desde que pudo tomar un lápiz entre sus dedos y comenzó a expresar por escrito, muchas historias que no se podían contar oralmente o que se habrían perdido de otra manera.

Pero no eran historias inventadas.

Él,  tuvo el don de escuchar las historias que le contaban los propios montevideanos en su quehacer diario, en sus caminatas por las plazas, por las  calles, en los boliches y cafés de  Montevideo. De esa manera, escribió sobre esas verdades que le fueron reveladas mientras tomaba una grapa con los amigos o cuando corregía un texto con un  café al lado.

Se invento un interlocutor, una persona desconocida que leería su historia o su poema, para transmitirle una simple historia que ocurría.

Al escribir “Montevideanos” no solo escribe sobre sus conciudadanos, sino que describe situaciones que se podrían dar en cualquier parte del mundo y sucederle a cualquier persona, lo que les da esa universalidad sin perder su origen uruguayo.

En que oficina fiscal del mundo no se han preguntado cuándo se aprobará el presupuesto, y si se aprueba ¿vendrá con recorte? ¿Y ese relato del marido que no puede pasar los últimos minutos con su esposa  porque esta falleció sin que pudiera despedirse? ¿Quién no tiene ese temor? ¿Qué padre no ha sentido la necesidad de escribirle una carta a su hijo, para que  no prologue en él sus errores, sus miedos, sus bajezas o sus cobardías? 

Historias sencillas, que es la narración de la vida misma, reflejo de las personas que lo rodeaban y que transmitían una historia que era necesario contar y escuchar. De ahí, que a pesar de ser uruguayo, se universaliza en su prosa.

Sus finales, al ser abiertos, permitieron que cada lector lo interpretara  a su manera, haciendo  que se preguntaran que seguía después,  construyendo  cada uno, un final distinto. Logró que cada lector  fuera descubriendo en sus obras virtudes, mensajes, ideas y debates. Utilizó ampliamente el monólogo interior, recurso literario que plasma todos los pensamientos, sentimientos y sensaciones de un personaje con un realismo psicológico escrupuloso.

Ideológicamente comprometido, trató de transmitir valores que para él, eran importantes como la libertad, el respeto a los derechos humanos y, en muchas ocasiones, con la clara intención de enfrentarse con el poder, respondiendo a una visión social de los tiempos que le toco vivir y de los cuales fue protagonista, al ser uno de los fundadores del Frente Amplio.

Por eso este año,  su ausencia será una de las que se nota y no habrá como disimularla.

Porque Montevideo estará colmado con su ausencia, dibujando su recuerdo en sus paredes y mientras los uruguayos estén paseando por los parques o descansando en sus casas, todo hablará sobre él ya que sobre la brisa persistirá la nostalgia de su figura cancina, sus ojos risueños como una dulce música remota.

Su ausencia generará  una huella imborrable en los uruguayos, porque  en cada trino, los pájaros traerán sus versos de regreso y  cuando el sol entre nubes se asome, les dará su reflejo de luz y viento, en silencio. Pero, cuando el viento agite los árboles en los parques de Montevideo,  una voz fuerte y firme se escuchara diciendo:   

No te rindas, por favor no cedas/ Aunque el frío queme,
Aunque el miedo muerda/ Aunque el sol se ponga y se calle el viento,
Aún hay fuego en tu alma/ Aún hay vida en tus sueños
Porque cada día es un comienzo nuevo/ Porque esta es la hora y el mejor momento.
Porque no estás solo, porque yo te quiero.


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