El próximo 25 de agosto, los
uruguayos celebran un nuevo aniversario patrio. Ese día, en 1825, el Congreso
de Florida, reunido en el paraje conocido como Piedra Alta, próximo a la ciudad
de Florida, a 100 Km.
de la capital uruguaya, los diputados congregados
dictaron tres leyes que sentaron las bases de la actual República Oriental del
Uruguay.
Sin embargo, este año esta fiesta
nacional no va ser igual a otras. En mayo, falleció Mario Benedetti, que nació
y murió en su querido Uruguay. Integrante de la Generación
del 45, escritor, poeta y ensayista; su
prolífica producción literaria incluyó más de 80 libros, algunos de los cuales
fueron traducidos a 20 idiomas.
Benedetti, fue un escritor por
vocación que escribió desde que pudo tomar un lápiz entre sus dedos y comenzó a
expresar por escrito, muchas historias que no se podían contar oralmente o que
se habrían perdido de otra manera.
Pero no eran historias
inventadas.
Él, tuvo el don de escuchar las historias que le
contaban los propios montevideanos en su quehacer diario, en sus caminatas por
las plazas, por las calles, en los boliches
y cafés de Montevideo. De esa manera,
escribió sobre esas verdades que le fueron reveladas mientras tomaba una grapa
con los amigos o cuando corregía un texto con un café al lado.
Se invento un interlocutor, una
persona desconocida que leería su historia o su poema, para transmitirle una
simple historia que ocurría.
Al escribir “Montevideanos” no
solo escribe sobre sus conciudadanos, sino que describe situaciones que se
podrían dar en cualquier parte del mundo y sucederle a cualquier persona, lo
que les da esa universalidad sin perder su origen uruguayo.
En que oficina fiscal del mundo
no se han preguntado cuándo se aprobará el presupuesto, y si se aprueba ¿vendrá
con recorte? ¿Y ese relato del marido que no puede pasar los últimos minutos
con su esposa porque esta falleció sin
que pudiera despedirse? ¿Quién no tiene ese temor? ¿Qué padre no ha sentido la
necesidad de escribirle una carta a su hijo, para que no prologue en él sus errores, sus miedos,
sus bajezas o sus cobardías?
Historias sencillas, que es la
narración de la vida misma, reflejo de las personas que lo rodeaban y que
transmitían una historia que era necesario contar y escuchar. De ahí, que a
pesar de ser uruguayo, se universaliza en su prosa.
Sus finales, al ser abiertos,
permitieron que cada lector lo interpretara
a su manera, haciendo que se
preguntaran que seguía después, construyendo
cada uno, un final distinto. Logró que
cada lector fuera descubriendo en sus
obras virtudes, mensajes, ideas y debates. Utilizó ampliamente el monólogo
interior, recurso literario que plasma todos los pensamientos, sentimientos y
sensaciones de un personaje con un realismo psicológico escrupuloso.
Ideológicamente comprometido,
trató de transmitir valores que para él, eran importantes como la libertad, el
respeto a los derechos humanos y, en muchas ocasiones, con la clara intención
de enfrentarse con el poder, respondiendo a una visión social de los tiempos que
le toco vivir y de los cuales fue protagonista, al ser uno de los fundadores
del Frente Amplio.
Por eso este año, su ausencia
será una de las que se nota y no habrá como disimularla.
Porque Montevideo estará colmado
con su ausencia, dibujando su recuerdo en sus paredes y mientras los uruguayos
estén paseando por los parques o descansando en sus casas, todo hablará sobre
él ya que sobre la brisa persistirá la nostalgia de su figura cancina, sus ojos
risueños como una dulce música remota.
Su
ausencia generará una huella imborrable
en los uruguayos, porque en cada trino,
los pájaros traerán sus versos de regreso y cuando el sol entre nubes se asome, les dará
su reflejo de luz y viento, en silencio. Pero, cuando el viento agite los
árboles en los parques de Montevideo, una
voz fuerte y firme se escuchara diciendo:
“No te rindas, por favor no cedas/ Aunque el frío queme,
Aunque el miedo muerda/ Aunque el sol se ponga y se calle el viento,
Aún hay fuego en tu alma/ Aún hay vida en tus sueños
Porque cada día es un comienzo nuevo/ Porque esta es la hora y el mejor momento.
Porque no estás solo, porque yo te quiero.”
“No te rindas, por favor no cedas/ Aunque el frío queme,
Aunque el miedo muerda/ Aunque el sol se ponga y se calle el viento,
Aún hay fuego en tu alma/ Aún hay vida en tus sueños
Porque cada día es un comienzo nuevo/ Porque esta es la hora y el mejor momento.
Porque no estás solo, porque yo te quiero.”
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