Editada bajo el sello Alfaguara, llega a Chile, el libro, “Carta de un ateo guatemalteco al Santo Padre” de Rodrigo Rey Rosa, ganador del Premio Nacional de Literatura de Guatemala Miguel Ángel Asturias y del Premio Iberoamericano de las Letras José Donoso.
O si el río que era el alma de una sacerdotisa se secaba o se corrompía, ¿se secaba o se corrompía también el alma de la mujer?En un momento en que la Iglesia Católica está en la
mira por escándalos de pederastia y por los debates sobre el aborto, Román
Rodolfo Rovirosa, doctor en Religiones Comparadas, escribe una carta al papa
Francisco para pedirle que interceda en otro asunto, no menos grave: la
expropiación por parte de la Iglesia de las tierras de los cofrades mayas.
Así empieza este thriller literario en el que una vez
más Rey Rosa desvela los entresijos del poder en Guatemala y la
verdad sobre conflictos y reivindicaciones que se remontan al pasado, pero
siguen hoy vigentes.
Con su prosa quirúrgica en la que no faltan el humor y
la sensualidad, crea una trama hipnótica de personajes memorables -como el
comparador de religiones y su hijo, cuya relación encuentra eco en el cofrade
don Melchor y sus dos hijos, o la profesora de yoga- que nos mantienen en vilo
hasta la respuesta final.
La crítica ha dicho sobre el autor...
«Breve y fibrosa, [...] escrita con inteligencia y
precisión, bajo la convicción de que los hechos narrados contienen la
suficiente densidad como para hacer innecesario cualquier subrayado», Nadal
Suau, El Cultural de El Mundo.
«Rey Rosa es un maestro consumado, el mejor de mi
generación. [...] La prosa de Rey Rosaes metódica y sabia. No desdeña, en
algunos momentos, el látigo -o mejor dicho: el chasquido lejano de un látigo
que jamás vemos- ni el camuflaje.
No es un maestro de la resistencia sino una sombra,
una raya que atraviesa veloz el espacio de la normalidad. Su elegancia nunca va
en demérito de su precisión. Leerlo es aprender a escribir y también es una
invitación al puro placer de dejarse arrastrar por historias siniestras o fantásticas»,
Roberto Bolaño, Entre paréntesis.
«La escritura ágil, gozosa y contenida, un cuidado
casi artesanal por la palabra ajustada sin pedantería. Rey Rosa es un
escritor que escribe bien sin que se note, eso que antes se llamaría clásico.
[...] Los libros de Rey Rosa son libros siempre valiosos y, como se ha repetido
muchas veces, adictivos», Carlos Pardo, Babelia.
«Rey Rosa arma frases con las palabras tan
ajustadas que en ocasiones parece imposible decir lo mismo con una letra de
más. Escribe en corto. Certero. Como quien le entra a la existencia con un
berbiquí por delante. Lo disfrutas de un modo extraño, casi irracional. Maneja
una literatura penetrante, con un carril moral que, sin darte cuenta, tiene
algo de trepanador», Antonio Lucas, El Mundo.
«Rodrigo Rey Rosa ha hecho de la sobriedad un
efecto de estilo con el que está edificando una de las más notables
trayectorias literarias de la literatura latinoamericana», Ricardo Baixeras, El
Periódico de Catalunya.
Rodrigo Rey Rosa nació en Guatemala en 1958.
Después de abandonar la carrera de Medicina en su
país, residió en Nueva York (donde estudió Cine) y en Tánger.
En 1980, conoció a Paul Bowles, quien tradujo sus tres
primeras obras al inglés. En su obra, traducida a varios idiomas, destacan los
libros de relatos El cuchillo del mendigo (1985), El agua quieta (1989), Cárcel
de árboles (1991), Lo que soñó Sebastián (1994, cuya adaptación
cinematográfica se presentó en el Festival de Sundance del 2004), Ningún
lugar sagrado (1998) y Otro zoo (2005), reunidos, junto a
algunos relatos inéditos, en el volumen 1986.
También están los Cuentos completos (Alfaguara,
2014); sus novelas El cojo bueno (Alfaguara, 1995), Que me maten
si... (1996), Piedras encantadas (2001) y Caballeriza (2006)
-reunidas en Imitación de Guatemala. Cuatro novelas breves (Alfaguara,
2013)-, El material humano (2009, Alfaguara, 2017), Severina (Alfaguara,
2011) y Los sordos (Alfaguara, 2012), además de La orilla
africana (1999) y El tren a Travancore (2002), que conforman
junto a la novela corta «Lo que soñó Sebastián» el volumen recopilatorio Tres
novelas exóticas (Alfaguara, 2015).
Ha traducido a Paul Bowles, Norman Lewis, Paul
Léautaud y François Augiéras. Su obra le ha valido el reconocimiento unánime de
la crítica internacional y, entre otros, el Premio Nacional de Literatura de
Guatemala Miguel Ángel Asturias en el 2004, el Premio Siglo XXI a la mejor
novela extranjera del año otorgado a Los sordos por la Asociación
China de Literatura Extranjera en el 2013 y el Premio Iberoamericano de las
Letras José Donoso en el 2015.
También, han visto la luz Fábula asiática (Alfaguara,
2016) y El país de Toó (Alfaguara, 2018). Carta de un ateo
guatemalteco al Santo Padre es su último thriller.
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