El pasado jueves 25 de mayo a las 19:30 horas en el Café
Literario de Providencia se presentó el libro 1977: Chacarillas on my
mind , escrito por Cristián Martínez Arriagada y publicado por Editorial
Forja.
Una novela bastante peculiar, que mezcla el ensayo, la
crónica y la autobiografía, transitando de la risa al drama, en un afán de
reflexión, ad portas de cumplirse los 40 años del recordado discurso de
Pinochet en el cerro Chacarillas
"Historia de una obsesión y también, por qué no
decirlo, de un ajuste de cuentas". Así define Cristián Martínez Arriagada
su primera novela, que se titula 1977: Chacarillas on my
mind. Una obsesión que hace referencia a un episodio específico de la
dictadura: el discurso dado por Augusto Pinochet en el cerro Chacarillas, el 9
de julio de 1977.
A partir de este hecho, el autor nos invita a hacer un
seguimiento a la historia de los principales cómplices civiles de la dictadura,
a la vez que intercala momentos de su propia infancia y de su vida familiar
durante las décadas de los 70 y los 80.
Con una ágil y particular forma de escribir, Cristián
Martínez realiza su personal "ajuste de cuentas" que en ciertos
momentos es sumamente hilarante y lúdico, mientras en otros toma un tono
bastante desgarrador, especialmente cuando toca aspectos de su biografía.
Sin embargo, lo que prevalece en el texto es el tono
abiertamente político, porque la intención última del autor es invitar a una
reflexión, especialmente en vista a la conmemoración de los 40 años de aquel
acto organizado por Pinochet y sus seguidores.
El 9 de julio de 1977 se eligieron 77 jóvenes, que
representaban a los 77 soldados que murieron en la batalla de la Concepción.
Para muchos, fue un rito público que tuvo mucha semejanza
con los realizados en Alemania o Italia antes y durante la Segunda Guerra Mundial por los los
números cabalísticos, la capa del festejado, las antorchas, los estandartes y
las referencias a la renovación, la carga simbólica, los personajes involucrados,
su diseño y repercusiones lo hicieron un buen referente para ver quienes se
unieron para moldear un país que desde entonces, no volvió a ser el mismo y que
aún tratamos de entender.
El efecto teatral fue el resultado de toda una estrategia
política del régimen, que buscaba hacer “atractiva” la figura de Pinochet,
establecer una red de “liderazgos” que contribuyeran a ello y, con eso, darle
alguna consistencia y proyección a un régimen que, a través de la Junta de Gobierno que, a en
esos años, necesitaba urgentemente un nuevo giro.
El fin último del libro, es reflexionar respecto a cuánto de
aquella sociedad temerosa y autoritaria de los años ‘70 aún se ve reflejada en
el Chile actual y, en resumen, cuánto de aquel lejano pinochetismo sigue aún
gozando de buena salud.
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