La cordillerana comuna de Lonquimay fue protagonista, este
fin de semana, de la primera Muestra Turística Cultural Mapuche del Piñón, que
se está difundiendo como la "Fiesta del Piñón", realizada en la
comunidad mapuche Pedro Currilem, sector Pehuenco Bajo, comuna de Lonquimay.
En medio de araucarias milenarias -árbol sagrado del pueblo
mapuche-pehuenche- y a los pies de la Cordillera de Los Andes se desarrolló la actividad,
donde las comunidades compartieron sus tradiciones ancestrales con los turistas
y visitantes, constituyendo un ejemplo de emprendimiento etnoturístico.
Productos del piñón como mermeladas, harina, chuchoca,
empanadas, tortillas, extractos medicinales, plantas de araucarias y hasta
asado de chivo integraban parte de la amplia oferta de la Primera Fiesta del
Piñón.
Esta actividad -que se desarrolló entre el 29 y 31 de marzo-
consideró muestras de artesanía, obras de teatro, cabalgata de recolección de
piñones, degustación de gastronomía pehuenche, narración de cuentos mapuche
(epew), cantos (ülkantun) y la elección de la "Princesa del Piñón",
donde la presentación de las candidatas se hizo por medio de un desfile de
modas inspirado en la cultura mapuche.
Germán Riquelme Reuss, subdirector nacional Sur de
Corporación Nacional de Desarrollo Indígena (CONADI) expresó que “esta es una
fiesta maravillosa que se realiza por primera vez en Lonquimay y gracias a un
aporte de 25 millones de pesos de CONADI, la comunidad mapuche Pedro Currilem
puedo realizar por primera vez esta fiesta y ahora construirá un centro de
desarrollo turístico para que la comunidad pueda dedicarse al turismo de manera
sustentable en el tiempo".
Nibaldo Romero Cayumir, lonco de la comunidad
mapuche-pehuenche Pedro Currilem de Pehuenco Bajo explicó que “el piñón tiene
una historia milenaria que ha sido transmitida por todos nuestros antepasados,
incluso nos sirve para predecir ciclos de la naturaleza: cuando hay mucha
producción de piñones el invierno va a ser muy crudo, pero también habrá mucha
fertilidad en las personas, y nacerán muchos niños, ellos serán la nueva
generación de los pehuenches", agregó
Teresa Cheuquepil Curiqueo expresó que “nosotros somos
pehuenches nacidos y criados acá y siempre vimos que los antiguos hacían de
todo con los piñones: harina, chuchoca y meñkeñ (conserva). También se
guardaban piñones en un pozo durante el invierno y se sacaban para la
primavera, cuando comenzaban a escasear", al explicar la estrecha relación
que existe entre el mapuche-pehuenche y el fruto de la araucaria.
"Aquí estamos vendiendo piñones que nosotras mismas
recolectamos y productos elaborados a partir del piñón, además de artesanía de
las mujeres y comidas típicas de esta zona cordillerana como el asado de
chivo", explicó Valeska Saihueque Saihueque, expositora en la Primera Fiesta del
Piñón.
En el lugar los visitantes pudieron degustar
diferentes preparaciones en base al piñón, pero también practicaron el llamado
"turismo vivencial", participando de la elaboración de los productos
del piñón; piñorearon" (recolectar piñones) junto a experimentado guías
mapuche de la misma comunidad en araucarias cercanas al lugar del evento o
participaron en paseos a caballo por la cordillera que en esta zona brinda
paisajes espectaculares que no se encuentran en ningún otro lugar del país.
Emiliano González Romero, guía pehuenche que acompañó a los
turistas en las cabalgatas y la recolección de piñones, dijo que “nosotros
somos pehuenche, gente del pehuén, nuestros ancestros pertenecen a estos
lugares cordilleranos y la araucaria es nuestro árbol sagrado, el que nos
alimenta y que todos debemos respetar".
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