El próximo viernes 5 de abril, el actual edificio Gabriela
Mistral (GAM) cumple 41 años de vida.
Este se empezó a construir en diciembre de 1971 para acoger
a la Tercera
Conferencia de Comercio y Desarrollo de Naciones Unidas
(Unctad III), demorándose 275 días en
ser levantado.
Para celebrarlo, las actuales
autoridades del GAM inaugurarán, a mediodía de este viernes, en el hall del
edificio A una réplica del pez de mimbre de Alfredo Manzano, que en
1972 se ubicaba en el casino de la UNCTAD.
La obra, realizada por
el artesano Julio Rodríguez, mide casi 10 metros de largo y fue
encargada como parte del trabajo de recuperación de su colección de arte
patrimonial.
Además, se mostrará un video
con las obras que conforman su colección de arte patrimonial, con un recorrido
a través de ella, como parte de la conmemoración de los 41º aniversario del
edificio construido en 1972 para la Tercera Conferencia
Mundial de Comercio y Desarrollo.
El proyecto original convocó,
a principios de los años setenta, a numerosos artistas que bajo la coordinación
de Eduardo Martínez Bonati,
integraron sus obras a la arquitectura, como el vitral de Juan Bernal Ponce, a la entrada, y las
intervenciones de Nemesio Antúnez
y Félix Maruenda.
Otras, como los grandes peces
de mimbre sobre el casino de Alfredo
Manzano, los dos cuadros de Roberto
Matta, o las esculturas de Sergio
Mallol y Federico Assler,
se incorporaron como elementos decorativos para el interior y exterior. Se
dispuso, además, una señalética especialmente diseñada que recorría todas las
instalaciones. Fue un encuentro excepcional entre arte, artesanía, diseño
y arquitectura chilenos, como nunca ha vuelto a darse en el país.
A fines de 1973, muchas de
estas obras fueron retiradas. Las luminarias fueron reemplazadas por tubos
fluorescentes, y obras de Mario Carreño,
Mario Toral, José Balmes, Eduardo Vilches y Guillermo
Núñez, además de un mural de dos metros de alto y siete de ancho realizado
por las bordadoras de Isla Negra,
están desaparecidas hasta hoy
El Centro Gabriela Mistral ha
logrado rescatar e integrar a su nueva arquitectura once de estas obras
originales, las que han sido restauradas y reubicadas en los nuevos espacios.
Se han recuperado así las
esculturas de Sergio Mallol, Sergio Castillo, Marta Colvin y Samuel Román. Además, se ha restaurado la puerta de madera, cobre
y aluminio fundido de Juan Egenau
como acceso a una de las salas de exposiciones, y se rehizo el vitral de Juan Bernal Ponce, ahora ubicado en la
cubierta de la plaza principal. También se reinstalaron los tiradores de
puertas de Ricardo Mesa, las
lámparas de Ramón López,
el mural de José Venturelli y
los bebederos de Luis Mandiola.
Este trabajo
comprende un treinta y cinco por ciento de la colección original. El desafío
del GAM es contar con todas o casi todas las piezas expuestas en 1972, sea a
través de la recuperación, la reubicación o una nueva fabricación a partir de
los modelos originales. Se trata de un tesoro patrimonial que merece este
esfuerzo.
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