Marcelo Montecino, 50
años de fotografías se titula el libro con que Pehuén Editores da a conocer
una completa revisión de la obra de este fotógrafo, recorriendo los diferentes
trabajos realizados por el autor como corresponsal de prensa extranjero y como
miembro de la Asociación
de Fotógrafos Independientes (AFI); en distintos formatos y épocas, desde los
años '60 hasta nuestros días.
Con una mirada sagaz, Montecino camina por la historia social
y cultural de Chile, Latinoamérica y el mundo. .
En esta retrospectiva, se incluyen imágenes artísticas y a
color de la década de los ‘90 y 2000, material que hasta ahora estaba inédito, abarcando
su trayectoria profesional de la manera más completa posible lo que transforma
este libro, en una obra atractiva tanto
para fotógrafos consagrados como para aficionados de esta disciplina.
Su fotografía, de excelente técnica, es abundante y diversa,
fluye entre el fotoperiodismo, el desnudo, el arte, el retrato social, los
paisajes y el mundo de la intervención digital.
Nació en Santiago en 1943. Vivió desde los 11 años en
Estados Unidos, donde obtuvo el grado de Bachelor of Arts, en Relaciones
Internacionales en la
George Washington University. En nuestro país, realizó
estudios de Teoría del Arte en la Universidad de Chile.
Desde 1973
ha trabajado como fotógrafo free lance para las
importantes agencias de noticias, cubriendo el frente latinoamericano, la
guerrilla, los procesos de paz en Centroamérica y la transición a la democracia
en Chile.
Ha realizado reportajes para medios como Newsweek,
Washington Post, Financial Times, entre otros. Entre sus publicaciones se
cuentan Con Sangre en el Ojo, Romería y Querencias, Nunca Supe sus Nombres e
Irredimible.
En 1973 Marcelo
Montecino llegó a Santiago desde Estados Unidos.
Sus planes incluían necesariamente el sur de Chile,
recorrer, fotografiar y disfrutar. Pero el tiempo y las circunstancias hicieron
que cambiara de planes y en esta aventura, era acompañado por su hermano
Cristian, fotógrafo y cineasta.
El viaje fue una oportunidad para registrar con su cámara la
última marcha en apoyo a Allende, los militares en las calles, el funeral de
Neruda, el Estadio Nacional como prisión y familiares esperando noticias en el
Servicio Médico Legal.
Hasta ahí llegó el autor en busca del cuerpo de su
hermano Christian y estas fotografías son el testimonio de años de dolor,
esperanza y cambios profundos en las vidas de muchos.
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