Este
año, más de 250 escritores extranjeros y chilenos, y sobre 500 actividades
artísticas han sido programadas hasta el próximo 11 de noviembre, día de su
clausura.
Arturo Infante, destacó que
este año “los 250 escritores y casi 600 actividades artísticas conforman una
programación, que registrará la reflexión de muchas demandas ciudadanas, de
inclusión, equidad, género, educación, desarrollo sustentable y derechos de los
pueblos originarios”.
El evento contó, además, con
la asistencia de diversas autoridades públicas ecuatorianas y que estarán
presentes en FILSA, a través de muestras de literatura, artesanía,
biodiversidad, junto a 25 escritores y poetas de dicho país. En la
inauguración, ambos mandatarios destacaron la relevancia de este evento como
uno de los más importantes en su tipo a nivel regional y la calidad de la
literatura de ambos países.
Rafael
Correa expresó que “venimos del Ecuador con narradores y poetas que por mucho
tiempo, se mantuvieron por desgracia casi inéditos y desconocidos, lo que ha
sido un verdadero atentado a la libre expresión. Hoy la poesía tiene la
palabra. Ahora, estamos trabajando para promover nuestro arte, nuestra cultura
porque amamos la vida cuanto la celebramos y también recuperando nuestra
capacidad de crear”.
Por
su parte, el Presidente Sebastián Piñera destacó que “en estos tiempos de
globalización, donde las fronteras y los límites tienden a desaparecer, es más
importante recoger lo que nos identifica, aquello que es parte de nuestra
identidad que es nuestra cultura. Los países sin memoria,
son países sin historia. Y los países sin cultura, son países sin alma”.
Durante
la inauguración, ambos Jefes de Estado recorrieron la Feria deteniéndose en el
stand de Ecuador, el más grande de la feria con más de 600 m2 y ubicado en el hall central de la Estación Mapocho,
que incluye más de mil títulos aportados por la Cámara Ecuatoriana
del Libro además de una selección de artesanías, gastronomía y biodiversidad
ecuatoriana.
Arturo
Infante dijo que “FILSA es una fiesta que nos invita a descubrir nuevas
miradas, que siempre tienen su punto de partida o de llegada al libro que ya,
es mucho más que una actividad del sector que la organiza. Es un espacio de
todos los chilenos, que esperan anualmente su realización para participar en
ella, disfrutarla y enriquecerse con los contenidos de su programa cultural”.
Infante
señalo que “las casi 600 actividades
culturales este año “registrarán la reflexión de muchas demandas ciudadanas, de
inclusión equidad, género, educación, desarrollo sustentable y derechos de
pueblos originarios. Es una feria que amplía horizontes y permite sentir la
real temperatura cultural de Chile y el mundo”.
Además
de ser una muestra dedicada al libro y a la cultura, la Feria Internacional
del Libro de Santiago es un espacio de encuentro para que los profesionales del
mundo editorial se reúnan a debatir sobre la industria, sobre los temas no
resueltos en Chile que obstaculizan la buena marcha del libro y la lectura y
otros como la modernización de la ley del libro, la apremiante necesidad de
políticas públicas, y los criterios para la adquisición de libros por parte del
Estado.
Como parte de las novedades para este año el público
obtendrá el reembolso del valor de la entrada al comprar en los stands
afiliados a la iniciativa, con valores diferenciados durante la semana a lo
que, este año se suma el Día de la Diversidad, con entradas 2X1 los lunes.
Con estos incentivos se espera superar las 260 mil personas
que repletaron el Centro
Cultural Estación Mapocho en la versión anterior de FILSA.
Prueba de ello es que este año la infraestructura crecerá casi en un 25%, al
sumarse hacia el costado norte del edificio, hacia el río Mapocho, un espacio
que estará dispuesto como un boulevard y que acogerá al libro ilustrado y a las
iniciativas editoriales en formato digital, llegando a un total de casi 12.000 m2
de exhibición.
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