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Syntagma Musicum Usach, Teatro Aula Magna
Foto: Gary Go. |
Aunque Antonio Vivaldi (1678-1741) es una
figura capital del Barroco, no siempre fue considerado de esa forma. Reconocido
en vida, su nombre cayó en el olvido durante los años siguientes y su vasto
catálogo solo comenzó a ser recuperado en el siglo XX. Nacido en Venecia y
autor de más de 500 composiciones instrumentales, la mayoría conciertos,
también dejó óperas, música coral y sinfonías, entre otros géneros.
De ese amplio universo, hay un título que
se impone en popularidad con amplia ventaja: Las cuatro estaciones, una
melodía que puede encontrarse en innumerables espacios y formatos, desde
tradicionales salas de conciertos a la publicidad o los videojuegos.
A pesar de esa aparente
omnipresencia, la música de Vivaldi todavía conserva múltiples rincones
por descubrir. Bajo esa premisa, el grupo Syntagm2trumentales de
música de cámara y se podrá escuchar el próximo miércoles 14 de diciembre,
a las 19:30 horas, en el Teatro Aula Magna Usach. Las entradas son
gratuitas y se pueden descargar a través de Portaltickets.
Será una forma de mostrar que “Il prete
rosso” -“El cura rojo” le llamaban, porque se ordenó sacerdote y era pelirrojo-
es más que el creador de las populares Cuatro estaciones. “Dedicarle
un concierto completo se justifica por varias razones”, asegura Franco Bonino,
director del conjunto.
“A pesar de que es muy famoso y está
catalogado dentro de los grandes, creo que está un poquito disminuido frente a
otras figuras del Barroco, como Johann Sebastian Bach y Georg Friedrich
Haendel. Es como si viniera en tercer lugar, pero en su época fue
claramente más famoso que Bach y tuvo un reconocimiento similar al de Haendel,
si es que no más”.
“Más allá de Las cuatro estaciones,
hay varias obras maestras: sus conciertos para violín, el Stabat Mater,
la música religiosa, sus cantatas. Hay mucha música con un nivel de inspiración
superior”, agrega.
En su presentación, Syntagma Musicum
Usach abordará piezas para instrumentos solistas, como violín, flauta y
laúd, además del Concierto para flauta, violín, cello y B.C. RV. 103.
Asimismo, interpretarán arias como “Vinta a pie”, de la ópera La
veritá in cimento, y "La tiranna e avversa sorte", de Arsilda,
regina di Ponto.
Otro título que será parte del repertorio
es la Sonata para flauta y B.C. RV 58, que guarda una historia singular y
da cuenta del impacto que el músico veneciano tuvo en su época: “Esa sonata
apareció dentro de una colección, El Pastor Fido, que se publicó en varias
ediciones en Francia con Vivaldi como autor, y está catalogada hasta el día de
hoy dentro de sus obras.
En realidad, esa sonata es de un
compositor francés, Nicolas Chédeville, que por una cuestión de mercado le dijo
al editor que la publicara con el nombre de Vivaldi, porque así vendía
más. Por mucho tiempo esto no se descubrió y muestra que él fue tan famoso
en su época, que lo imitaban y hasta plagiaron. Varias obras del mismo Bach,
sin ir más lejos, están más que ‘inspiradas’ en Vivaldi”, explica Franco Bonino.
Para el director de Syntagma Musicum Usach,
hay cualidades que se pueden encontrar en las distintas creaciones de Vivaldi,
sean vocales, instrumentales, para solistas o conjuntos: “Melódicamente,
es insuperable”, enfatiza.
“Hay melodías que ni siquiera parecen necesitar
acompañamiento, basta silbarlas.
Su manera de orquestar también es interesante.
A veces hay cosas que parecen muy simples
en el papel, pero cuando las escuchas tienen una vida y frescura que no hay en
otros compositores.
Además, a partir de elementos muy simples, que parecen muy
obvios, logra cosas irrepetibles. Incluso en el repertorio que parece más
contrapuntístico y árido, logra una emotividad típica de la música más
melódica italiana”.
Vivaldi da camera será el sexto
concierto de la temporada 2022 de Syntagma Musicum Usach, que a
lo largo del año ha dedicado programas a autores como Georg Friedrich Haendel y Claudio Monteverdi o
a periodos como el Barroco francés o el siglo XVII italiano.
Además, en colaboración con el Coro Madrigalista Usach, el grupo inauguró
el XVI Festival
Internacional de Música Antigua, con el estreno en tiempos modernos de la
zarzuela Destinos vencen finezas, de Juan de Navas y Lorenzo de las
Llamosas.
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